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La importancia de ser Eef Barzelay

Por Ignacio Sánchez 0

Ignacio Sánchez/El Enano Rabioso

¿Quién iba a pensar hace unos años que una banda como Clem Snide podría estar pisando suelo sevillano?. ¿Quién iba a pensar tras ver el inicio del Mundial 2010 que España iba a estar en cuartos de final?

Ignacio Sánchez/El Enano Rabioso

En una calurosa noche de junio de 2010, la del martes 29 concretamente, la selección española de fútbol llegó a cuatros de final y una sobresaliente banda como Clem Snide dieron toda una lección en la sala Malandar de Sevilla.

La verdad que no tiene que ser nada agradable de ver cómo el poco público presente en la sala pasa mayormente de tu música. Esto le ocurrió a Cristóbal Colom, alter ego de Mañana. Con pocas personas dentro de la sala y presumiblemente comentando el partido de fútbol, su propuesta quedó demasiado fría y desnuda ante un público lejano, tanto en comportamiento como en distancia del escenario. Si hubiera venido con el resto de componentes quizás otro gallo hubiera cantado, o quizás no… Pero al menos dejó algunos buenos detalles de lo que es “A ver quién llega antes al fin”, su primer trabajo publicado a través de sello Salvaje.

Poco antes de las once y media subían al escenario Eef Barzelay y los suyos, y primera sorpresa, la anunciada actuación del grupo acompañado de un chelista fue sin embargo con otro miembro a la guitarra, hecho que hizo que el concierto ganara en contundencia, mutando las canciones a una versión más guitarrera y vibrante, como ejemplo “I love the unknown” que serviría para cerrar la primera parte del concierto.

“La carne de la vida” (“The meat of life”), como el propio Eef gritaba al comienzo, era el motivo de su paso de Sevilla, su nuevo disco sólo un año después de “Hungry bird”, que había significado la vuelta a la vida del proyecto. Y es que fue con su nuevo trabajo con el que fueron entrando en contacto con el público, con temas como “Denise”, “Walmart Parking lot” o “The meat of life”.

Ignacio Sánchez/El Enano Rabioso

Tras superar los siempre típicos primeros ajustes de sonido la banda metió la quinta y comenzó a deshojar la margarita de grandes temas que recorren su extensa discografía, así, picoteando del “The ghost of fashion”, del “The end of love” o incluso regalarnos joyas de la carrera en solitario de Barzelay como “Fight song melodies”, “I wasn’t really drunk” o “The girls don’t care”.

Actitud cercana y comunicativa con los presentes que no paraban de pedirle temas y gritarle como si fuera un ídolo de masas a lo que Eef respondía con sonrisas, incluso cantó a petición de una fanática nada más salir a tocar los bises. Por no hablar de la contundencia a las baquetas de Ben Martin, cuya ocurrencia de utilizar un botellín de cerveza para golpearlo y posteriormente partirlo fue uno de los momentos de la noche.

Ignacio Sánchez/El Enano Rabioso

Cuando nos quisimos dar cuenta eran cerca de la una de la noche, el concierto había acabado y apenas nos habíamos percatado de la hora que era. Eso habla de las buenas maneras de la banda, de la importancia de tener buenas canciones, de la importancia de ser Eef Barzelay…

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