Sleepy Sun en Barcelona, breve pero intenso
Por 8 noviembre, 2010 13:370


La banda psicodélica pasó por Barcelona y allí estuvimos para contártelo.


Tras su primer paso por el Primavera Sound en el 2009 con su primer disco “Embrance”, el grupo de San Francisco Sleepy Sun regresaba a Barcelona para dar su segundo concierto en formato sala, trayendo consigo su segundo albúm de estudio, “Fever”.
Muchos de los que disfrutamos de aquella primera actuación no nos quisimos perder la oportunidad de volver a experimentar esa regresión al pasado, donde con el tema “New age”, que abre su primer disco, dejaron claro que esto iba a ser un bonito paseo por la era dorada de la psicodelia. Una época de folk-rock alucinógeno, con la que muchos de nosotros hemos fantaseado poder haber vivido y con la que Sleepy Sun se están haciendo eco con unos directos hipnóticos, difíciles de resistir.
Sin llegar a ser excesiva la afluencia de público, el ambiente iba cargado un tanto de expectación que inquietaba por momentos. El buen recuerdo del Primavera Sound ha parecido mantenerse fresco entre los presentes que acudimos. La sala se hizo oscura, se intensificaron los colores, todo quedó saturado para acto seguido divisar entre una nube roja los movimientos fuertes y serpenteantes de Brett Constantino, mientras “Open Eyes” nos vuelve a dejar el sutil mensaje de que esto no había terminado con “Embrace”.
No contamos en esta ocasión con Rachel Fannan, su voz angelical se hace ausente, y aunque la echamos de menos, no nos molesta en exceso, ya que la hipnótica voz de Brett lo llena todo y nos mete desde el principio en su creada máquina del tiempo. Un ambiente cálido circuló en la sala gracias a baladas tan dulces como “Marina”, donde una introducción de guitarras distorsionadas caen con parsimonia dando paso a cálidas voces con ecos del pasado, para acto seguido alterar el estado con un despertar de sonidos tribales y mensajes rabiosos de libertad. Sin duda Sleepy Sun sigue en la mística línea de orar por la madre tierra, y otros temas como “Sandstorm woman”, “Acid love” y “Desert God” lo corroboran.
Empleándose con una varieddad de instrumentos procedentes de varias generaciones del rock, así como de la armónica en algunos puntos, sumado a una puesta en escena por parte de todo el grupo excelente, el concierto estaba resultando más que satisfactorio. Hasta que al cabo de no más de media hora, Brett nos anunció el que sería su último tema, disculpándose por terminar el concierto al encontrarse enfermo. Fue un shock para todos los asistentes que tuvimos que aceptarlo a regaña dientes, pues no sabemos si habrá una próxima ocasión de ver a Sleepy Sun en sala y de forma tan íntima, pero por otro lado, agradecidos por el esfuerzo puesto por Brett en lo que al final, no pudo ser.
Así terminó, no sin antes disfrutar de nuevo del magnífico “New age” y las pocas que tocó de “Fever” y con la frustrante sensación que dejaron por haber dejado algo muy bueno a medias, esperemos que vuelvan pronto.