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FIB 2011: Mi primera vez

Por Rocío Álvarez 2

Un fiber. Rafael Tovar / El Enano Rabioso

Habitualmente los Fibers hacen su primera aparición por Benicàssim a sus 20s. Cualquiera que se pase por allí lo puede comprobar. En mi caso, no fue así. Yo aterricé en esa maravillosa combinación de playa y música a los 30 lo que creo que me da otra perspectiva del asunto.

Mi llegada allí fue triunfal, en una California Volkswagen recién comprada y restaurada por mi amigo para tan enorme ocasión, llamada Margarita, que me enseñó los encantos de los caminos que llevan al FIB y de los que te sacan de él para llevarte hacia la playa.

 

Elena, como una Fiber más. Rafael Tovar / El Enano Rabioso

Mi ignorancia previa y predeterminada sobre el FIB (puesto que yo estaba recién aterrizada en el país y me negué a buscar información de los grupos en internet) me permitió mantener en ON todos mis sentidos para capturar toda la estimulación que orbitaba alrededor de mi persona. A saber:

  • Colchonetas de colores, pero sólo de dos colores, o rosa fluorescente o amarillo fosofrito. Eso significa sólo una cosa: eres guiri.
  • Zapatos perdidos y chanclas rotas significan: te has metido hasta el fondo y te han machacado los pies hasta romperte los zapatos.
  • Móviles rotos y dinero perdido sólo significan: estabas tan borracho y emocionado que no te acuerdas de lo que llevabas ni te has enterado de lo que has perdido.
Una fiber escocesa, ¿Se nota?. Rafael Tovar / El Enano Rabioso

Pero lo que más me ha captado la atención, los endogrupos, esos colectivos pululantes que como símbolo de pertenencia al grupo van disfrazados de hawaianas, osos (mira que pasarían calor los osos, pero el grupo es lo primero), indios, dragones, caribeños, nudistas… deseosos de hacerse ver como uno en el FIB. Y cómo no, el grupo mayoritario, el de soy moreno cangrejo a parchones. Esos pobres guiris que, no pudiendo llegar con la cremita a todas las partes de su cuerpo, dejaron partes sin cubrir que tornaron en irregulares y originales formas rosadas que dibujan sus blanquecinos cuerpos.

Fibers sentadas en el Fib Club. Rafael Tovar / El Enano Rabioso

El recinto del FIB tiene vida propia durante esos días. Al igual que en cualquier gran ciudad, hay gente corriendo de un lado para otro pero no para llegar a tiempo al trabajo o a casa de fulanito, sino para ver a este u otro artista o grupo sin perderse al de más allá. Es una prueba clara de que los españoles sí podemos organizarnos y ser productivos con nuestro tiempo, e incluso más que los guiris que tenían suficiente trabajo con mantenerse en pie. Aguantar en el escenario principal hasta el final merece la pena sólo por disfrutar del valls que cierra las actuaciones, rebautizado como el valls de los borrachos, no hace falta que describa la escena un tanto cómica para saber por qué, seguido desde la barrera por el gran triunfador del FIB: el señor Don dinero Mr. Powell. Hay documento gráfico de esto aunque yo no salgo en él.

Fibers con Mr. Powell, el dueño de todo. Oscar Romer. Ignacio Sanchez / El Enano Rabioso

Mi primer FIB también ha sido una prueba de fuego. Vivir 4 días seguidos +1 de viaje en 4m2 con mi querido amigo Rafa, ahora conocido por otros como Tovar, no ha sido nada fácil para ninguno de los dos, hasta tal punto de intensidad que te sientes como una vieja pareja que discute cada vez que hay que decidir si girar a izquierda o derecha pero sales reforzadando la idea de que tienes un gran amigo ahí.

Imágen típica de un concierto en el FIB. Rafael Tovar / El Enano Rabioso

Quizás pienses que llevo mucho escrito y poco dicho sobre la música, que es de lo que va esto. Y es que eso amigas, amigos, lo dejo a vuestra elección porque para gustos, los colores. Aunque si he de decantarme, en esta paleta multicolor para mi sobresalen mi gran descubrimiento al inicio del FIB, “Mañana”, y el cierre vibrante de “Arcade Fire” que te deja en vena la dosis necesaria para esperar al FIB 2012.

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