The kids are alright
Por 24 octubre, 2011 15:140




The Get Up Kids anunciaron antes de esta gira europea que, otra vez, aparcarían el grupo por unos años para trabajar en proyectos paralelos. Había que ir, pues, a la sala Live! a decirles hasta pronto.


La noche comenzó con el trío local Ulises Lima, que toman el nombre de un personaje de la novela “Los detectives salvajes” de Bolaño. Mostraron una propuesta a medio camino entre Hot Water Music y My Awesome Compilation, muy energética y divertida de escuchar. Merecieron más minutos sobre el escenario y se les vio muy metidos pese a tocar para los primeros en llegar a la sala, no más de veinte personas.
Con un poco más de público y mucha actitud salieron a escena los también madrileños Everlyn, con un sonido muy actual y con una cantante con una voz fantástica. Aquí evitaremos la comparación fácil (de cualquier manera evidente) con cierto grupo adolescente norteamericano muy de moda para decir que Everlyn tienen, sin duda, los mimbres para ser un buen grupo, pero no las ideas. Tocan de miedo, pero las canciones quieren ser demasiadas cosas a la vez. Necesitan tiempo, sacan disco dentro de poco.
Probablemente debido a que The Get Up Kids tocaran hace poco más de un año en esta misma sala, no se llegó ni a media entrada siendo optimista. Eso sí, los presentes eran auténticos fans incondicionales de los de Kansas, y crearon muy buen ambiente coreando la mayoría de las canciones. El grupo llegó sin su teclista original James Dewees, que está de gira con My Chemical Romance, con un reemplazo (que pasaría como hermano gemelo de Woody Harrelson) que cumplió con creces.


Los Kids estuvieron muy metidos desde el principio hasta el final, muy cómodos con un público que tenían completamente ganado desde el principio. Comenzaron fuerte con “Holiday” y “I’m a loner Dottie, a rebel”. La mayoría del setlist, de unas veinte canciones, se basó en antiguas composiciones como “Action and action”, “Overdue” y “Don’t hate me”, dejando un poco de lado su nuevo disco “There are rules” (5 canciones) y marginando completamente a “Guilt Show”, de 2004, con sólo un tema. Es por eso que daba la sensación de que fuera más una gira de reunión que de presentación del nuevo álbum, pero seamos honestos, ellos saben que “Something to write home about” es su mejor y más apreciada obra y se centraron en ella.
Sin tiempo, según dijeron, para hacer el ritual de bajar del escenario para volver a subir y hacer los bises, llegó el mejor momento de la noche con la sentimental “I’ll catch you” cantada por toda la sala. Cerraron con “Coming Clean” y una versión de “Girls and boys” de Blur, una divertida aunque ciertamente extraña forma de terminar si no piensan volver en bastantes años.
En conclusión, la noche dejó un muy buen sabor de boca a pesar de la poca entrada, y los presentes salimos beneficiados de que fuera un fin de gira por la actitud de la banda y por el merchandising a precio irrisorio. Que los niños se tomen el tiempo que necesiten, pero que vuelvan.