La oscuridad perfecta de Fink es naranja
Por 8 noviembre, 2011 21:270


Era la primera vez que teníamos a Fink en nuestro país. Resulta sorprendente que teniendo brillantes trabajos a su espalda, tales como “Short of revolution”, haya sido con su cuato albúm de estudio “Perfect darkness” el que nos haya brindado la oportunidad de tenerlo a corta distancia.


El concierto se celebró el pasado 4 de Noviembre en la sala Music Hall de Barcelona, gran y nueva estrenada sala para conciertos con sonido impecable, con comodidad y contando con todos los requisitios necesarios para crear conciertos íntimos y con atmósfera como el que requería la banda Fink.
En completa oscuridad y con un original juego de luces naranjas formado por un conjunto de flexos, Fink se sirvió para mostrar esa perfecta oscuridad de la que hace gala. Guitarra folk tensa y delicada, voz reservada y susurrante, perfectamente sincronizada con los instrumentos. Todo en un lacónico y discreto paquete de sonidos. En realidad no es tan oscuro como él dice, pero en cambio, es la música de introspección perfecta donde queda claro, que la luz y la oscuridad deben coexistir a fin de llegar a explorar las partes más escondidas y repulsivas de nuestro ser, esas que esclavizan si no son examinadas a fondo y para ello, hacen falta chorros de luz. De luz naranja, amarilla y de intensos momentos atmósfericos creado por guitarras, donde Fink pone al descubierto la autoabnegación y los remordimientos.


Temas como “Fear is like fire”, “Perfect darkness” fueron las encargadas de encender la antorcha dentro de esa oscura cueva, creando una calidez orgánica, que prevalece incluso en los momentos más intensamente caóticos. Delicadas cuerdas de la guitarra, punteos y chirridos para endulzar la mordaz “Honesty”.
“Yesterday was hard on all of us” es una de esas canciones que podrían tomar vida propia. De hecho, el álbum tiene una calidad de tiempo, lleno de melodías que cuidadosamente se introducen en la cabeza, creando un impacto emocional. “Warm shadow”, “Honesty”, “Wheel”, “Who says”, “Save it for somebody else”, “Foot in the door”, todas y cada una de ellas fueron perfectamente exploradas a lo largo del concierto, donde el sonido fue de gran calidad, la voz insuperable, la iluminación energética y la interacción con el público fluyó de forma muy natural.