Crónica Mirador Pop 2012
Por 30 agosto, 2012 15:591


El pasado fin de semana tuvo lugar una nueva edición del Mirador Pop, en el baluarte de la Candelaria, Cádiz. De nuevo, este mini festival fue un encuentro agradable, donde la unión de buena música, clima y ambiente, hizo de este encuentro, una cita indispensable de cada año.
Viernes
El dúo popero Betacam abrió la jornada del Viernes con sus sonidos electrónicos y sus estribillos pegadizos. Intentando darlo todo, teniendo en cuenta que era el primer concierto y el público como siempre se acerca tarde, sonaron temas de Tecnazo como la famosa “El viaje del héroe”, con sintetizadores al estilo Alaska y algún que otro punteo de guitarra acertado entre estas melodías tan ochenteras.


Tuya se subieron al escenario y ya desde el primer momento se notó lo que venían a contar. No son nuevos en esto, su bagaje es amplio y varios de sus miembros han tocado en grupos como Javiera Mena, Anni B. Sweet, Catpeople o Sidonie. Gracias a tal experiencia en directo y a su vital huida de los clichés del pop, sus sonidos suenan arriesgados, inconformistas y sugerentes. Su concierto dejó a la mayoría del público un tanto frío –hay que tener en cuenta que su disco de debut fue grabado en Marzo, se publicará en Septiembre y apenas se ha filtrado algo de su contenido-, pero sí convencieron por moverse en terrenos más cerca de bandas como Real Estate, que de los grupos con los que han tocado hasta ahora.
Wilhem & The Dancing Animals animó y desplegó entusiasmo con su “The war of the species”. Propuesta arriesgada pero que son vitalistas y te trasmiten energía al ser unas melodías que suenan muy positivas y que entusiasmaron a los asistentes del festival.
Lo de Modelo De Respuesta Polar es un viaje. Es un grupo más de atmósferas que de canciones –aunque “La guerra y las faltas” sea uno de los mejores temas de este 2012-, es puramente emocional como el slowcore -montañas rusas de sonidos que te envuelven-, aun más intenso, si les cae la noche y te mecen en tensión durante un set muy sólido -repasando su disco de debut para Limbo Starr “Así pasen cinco años”- al final quedas rendido sin remedio. Templeton, en cambio, son un grupo más de canciones de pop elaborado, inquietas y muy directas aunque plagadas de detalles. “El Murmullo” –su último trabajo- es lo mejor que han hecho nunca (no olvidemos que más de 10 años les contemplan, aunque con sólo 2 discos en su haber) y eso se transmitió en su concierto. Ya tocaron en la edición de Mirador Pop en 2010 pero su evolución ha sido más que notable, no son unos debutantes para que sea necesario augurarles un gran futuro, pero si hay que decir que ya es hora de que pase algo grande con ellos, se lo merecen. Para cerrar la noche Anni B. Sweet rodeada de la mejor banda que ha tenido nunca, defendió de manera rotunda “Oh, Monsters”, un disco que le va a ayudar mucho a seguir su paso firme en ascenso en una carrera que ella misma ha creado, cada vez más profesional, más basada en sus vivencias y su manera de enfrentarse a sí misma, como bien mostró en “Getting Older”. En ese sentido, quizás el único peroes que en varios momentos del concierto su voz quedó totalmente eclipsada por su banda y ese es un detalle muy a cuidar en el futuro.


Sábado
La apacible tarde en el Baluarte de Candelaria, se tornó salvaje y árida con la presencia de Dolores que se fueron creciendo ante un sonido un tanto deficiente al principio, que fue mejorando poco a poco, mientras Teresa Cobo -su vocalista- iba metiéndose en el concierto. Sonaron estupendas “Cortafuegos” y “Nicho/Loft”, dejando la sensación de que si pulen lo que ya tienen (pop rasgado al estilo El Columpio Asesino), podemos estar enfrentándonos a uno de los grandes grupos de 2013.


Tras ellos Jonston con su magnético formato trío, ofrecieron uno de los conciertos del festival. Vale decir que “Veo visones” es uno de los mejores discos nacionales de 2012, que Jonston tienen tablas (con tres discos publicados), que canciones como “Veo visones”, “Yo quiero ser astronauta” o “Bat Chulapo”, son enormes cartas de presentación, que sonaron a un nivel muy alto –pese a no haber probado sonido- y que su cercanía al pop-punk de Modern Lovers y al regusto Nueva York de los 80 -con evasivas letras en castellano-, son sus grandes aciertos.
Lo de Nudozurdo son palabras mayores. Actuación inmejorable que dejó incluso marca en la ceja de Leo, que se dañó al darlo todo con una de las distorsiones de los temas espectaculares que interpretaron. Su directo es espeluznante, y se dejaron oír entre otros, temas como “Mil espejos”, “Ha sido divertido” o “El hijo de dios”. La intensidad que arrojan los madrileños en el escenario repercutió en un público que ansioso pedía más y más. Se conocían las letras y vibraban con el directo de lo que es ahora un trío, y pidieron un bis que Nudozurdo amenizó de una forma más relajada, como pidiendo un paréntesis a la atmósfera y maraña de ruido y de melodías que ellos habían creado tan acertada y eficazmente. Me atrevo a decir que es uno de los mejores directos que encontramos en el panorama nacional.
Igualmente, ir a un concierto de Bigott es disfrute asegurado. Lo tiene todo: buenos músico, buen hacer, melodías pegadizas y un aunténtico show a la hora de interpretar. Todo el público bailando y esta auténtica banda sonora de felicidad que es “The orinal soundtrack” se desplegó creciéndose cada vez más, temazo tras temazo, entre los brotes psicodélicos que el enorme Paco Loco arrojaba en un escenario que le es más que conocido. Sonido envolvente que a veces me recuerda a Arcade Fire y que hace que todos estos músicos lleven a la perfección temas como “Cannibal Dinner”, que ellos saben alargar apropiadamente, así como “Flying Zirkus” o “Pachanga” entre otros.


El festival se cerró con Meneo, que con su game-boy remezcló y nos hizo bailar como si estuviéramos en una boda, con invasión del escenario inclusive. En solitario y con su consola de sonidos, sus remezclas y espectáculo dantesco, pusieron fin al festival.
Propuesta arriesgada la de cambiarlo de fecha, teniendo en cuenta que mucha gente que está de vacaciones, pero que los organizadores supieron resolver con una buena elección de bandas, en su mayoría madrileñas, y que te hacen tener ya ganas de que llegue la próxima edición.