La distorsión inteligente: Rites Of Spring
Por 2 septiembre, 2012 21:090


Nombre sacado del mítico ballet de Stravinsky, precisamente Rites of Spring poco tendrían que ver con las formas sinfónicas de la obra creada por el mítico autor ruso…
No lo llames “Emo”, por favor.
Surgidos en 1984 de la unión de cuatro adolescentes con mucho que decir, de entre Mike Fellows, Eddie Janney, Guy Picciotto y Brendan Canty, estos dos últimos comenzarían un exuberante binomio artístico prosiguiendo después de Rites of Spring su camino común en los proyectos fugaces One Last Wish y Happy Go Licky, justo antes de convertirse en una parte fundamental de los gigantescos Fugazi.
Las variaciones no terminarían aquí. En lo musical, Picciotto y compañía fueron los que mejor partido sacarían al monumental “Zen Arcade” (1984) de Hüsker Dü, sobre todo a raíz de la rabiosa vertiente melódica facturada en clásicos como “Chartered Trips”, “Something i learned today” y “Broken home, broken hearts”, para sellar una variación del hardcore en la que la vena emocional se impone añadiendo nuevos filtros de intensidad a un sonido que ya iba necesitando mirar hacia dentro para encontrar los canales que llegan al corazón.
Siempre en primer plano la furia epidérmica que brota de la super adictiva garganta de Piccciotto, Rites of Spring canalizaron un momento único – 1984-86 – en apenas 15 conciertos, famosos por su desbocada visceralidad, y 17 cortes incontestables, comprimidos en su lp homónimo (1985) y el ep “Through A Life” (1987), este publicado después de su separación, y para los que contarían con el trascendental apoyo de Ian McKaye a la producción, poniendo el verdadero punto de partida al germen que brotaría en Fugazi muy poco tiempo después.
Calificados por muchos como la primera banda de Emo-core debido a la propensión emocional de sus textos, Rites of Spring acabarían siendo una de las influencias más importantes de un estilo al que nunca pertenecieron y del que siempre renegaron. El propio Piccioto diría que si bandas como bandas como Bad Brains no eran “emocionales”, entonces que eran ¿robots?, y que, lógicamente, carecía de sentido este sello malamente acuñado. Por esta regla de tres, Hüsker Dü serían también emo por su carácter más emocional a partir de “Zen Arcade”. Y esto si que no se lo traga nadie. Sinceramente, no tienen nada que ver los falsos arrebatos existenciales hechos a escuadra y cartabón por bandas tan engañosas como Jimmy Eat World o The Promise Ring, cabecillas de esta rama trascendental del rock, con las emociones auténticas, y recalco “auténticas”, que transmitían bandas como Rites Of Spring.
Recopilada toda su ínfima producción discográfica en el 1991 con el elemental “End on End”, la huella de Rites of Spring sigue hoy en día más viva que nunca gracias a bandas tan importantes como Fucked Up y Male Bonding, bandas que, por cierto, no son consideradas “emo”, ni falta que hace.
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