Décima edición del Beefeater In-Edit
Por 22 noviembre, 2012 13:280


El festival Beefeater In-Edit recogía este año a miles de seguidores del género documental que se repartieron para ver todo lo posible de las secciones oficiales (nacional e internacional), además de otras como Top 100 o Fan, sobre los mejores títulos de la historia o un homenaje a Julien Temple. Las proyecciones se completaron con actividades paralelas, como conciertos, charlas o masterclass, con una oferta de lo más completo que hizo las delicias de los aficionados.
Entre las películas que pudimos ver destaca especialmente la ganadora de la sección internacional y premio del público: Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, Suecia, 2011) un experimento realmente curioso, excelentemente realizado y que adopta una forma que coquetea con la ficción para narrar la búsqueda de Rodríguez, un músico de origen mexicano que tuvo una historia de lo más curiosa: fue un perfecto desconocido en su país de adopción, Estados Unidos, y un fenómeno de masas en Sudáfrica, sin ni siquiera ser consciente de ello durante más de dos décadas… El estilo, cercano al cine negro clásico americano causó confusión y perplejidad entre buena parte del público. El documental tiene el valor añadido de descubrir a gran parte del público de un excelente músico, con el que la historia de la música no ha sido especialmente justa.
También de notable podemos calificar al documental ganador del año pasado Last Days Here (Dan Argott, Demian Fenton, EEUU, 2011) basado en la vida Bobby Liebling solista y alma máter del grupo heavy Pentagram, que tuvo cierta repercusión musical en Estados Unidos en los años 70 y 80. Las múltiples adicciones de Liebling provocaron la disolución del grupo y su caída en desgracia. Al principio del filme lo vemos malviviendo en el sótano de la casa de sus padres esperando una muerte más que probable, cuando un joven fan se propone resucitar la banda y sacar a Bobby del infierno en el que vive.
También de la sección oficial Art Will Save the World. A film about Luke Haynes (Niall McCann, Irlanda, 2011) presentada por su jovencísimo director (dijo que había empleado los seis últimos en realizarlo, lo cual suponía un tercio de su vida, por cierto). El documental es entretenido y narrativamente muy completo: después de verlo, a uno le queda clara la historia musical de Luke Haynes y su extraña personalidad, no obstante en el aspecto de la dirección vemos muy cuestionable que Luke interprete un papel (el de sí mismo, vamos) lo que provoca situaciones un tanto sonrojantes desde el punto de vista del espectador.
Respecto a la sección oficial nacional, poca cosa que decir porque apenas la componían tres películas lo cual hace replantearse si vale la pena armar una competición con tan pocas competidoras. En nuestra opinión no, la verdad. El ganador fue A Film About Kids And Music. Sant Andreu Jazz Band (Ramón Tort, 2012) un relato sobre una Big Band en un popular barrio de la capital catalana. El montaje del documental da bastante juego, por un lado los ensayos individuales y en conjunto, los mano a mano director – alumno… Por otro lado, las actuaciones en directo como el concierto en el Palau de la Música o el recital que dieron en las pasadas fiestas de la Mercé. El planteamiento inicial es impecable pero un excesivo protagonismo del director de la orquesta en detrimento de los alumnos (que deberían ser los verdaderos protagonistas) lastran el resultado final.
Fuera de la sección oficial (ignoramos por qué motivo) encontramos otras dos muestras de que el género documental musical en nuestro país está en pleno auge, si bien no siempre con los resultados deseables:
Marglytta. A Music Documentary Based on Litoral (Sergi Minguell, 2012) es un repaso a la breve historia de Litoral, desde una “improvisada” actuación en un mirador que hay en los aparcamientos de la playa del Prat, junto al Aeropuerto de Barcelona, hasta su gira por Europa presentando su álbum Incidents Melodics de un Mon Irracional, centrándose principalmente en los conciertos que la banda ofreció en Islandia, aunque también se muestran actuaciones en Inglaterra, Francia y Alemania.
Barón Rojo. Larga Vida al Rock and Roll (J. Paniagua, J. San Cristóbal, 2012) muestra la gira de reunión de la formación original 23 años después de la separación. Técnicamente el documental es bastante pobre y el interés del mismo queda muy circunscrito a los fans de la banda. Se echa de menos más material de archivo en especial de la mítica actuación en el festival de Reading y sobran las recreaciones por parte de los protagonistas de determinadas situaciones que le confieren al filme un aire un tanto forzado. La falta de presupuesto y un mejor guión dejan la propuesta, que podría haber sido interesante, en un quiero y no puedo.
De las diferentes secciones pudimos ver cintas tan interesantes como I Am Trying to Break Your Heart: A Film About Wilco (Sam Jones, USA, 2002) un documental del que sospecho que ni su propio director era capaz de imaginar que iba a tener un culebrón de tal calibre entre sus manos cuando empezó a filmar las primeras sesiones de grabación del Yankee Hotel Foxtrot. La libertad que le dio la discográfica a la banda americana acabó como el rosario de la aurora cuando Tweedy le pegó la patada a Jay Bennet más por lo pesado que era (tal y como nos muestra el documental) que no por disparidades musicales.
Quadrophenia Can You See the Real Me (Matt O’Casey, Reino Unido, 2012) y Produced by George Martin (Francis Hanly, Reino Unido, 2011) son los típicos documentales de calidad estilo BBC muy académicos que aportan mucho sobre los personajes pero a nivel formal no asumen ningún tipo de riesgo. Con todo, se dejan ver con facilidad y el de George Martin aunque tenga el metraje un tanto excesivo, tiene un notable interés.
Je suis venu vous dire… Gainsbourg par Ginzburg (Pierre- Henry Salfati, Francia, 2011) se podría decir algo similar a lo anterior, pero en lugar de la BBC en el canal franco alemán ARTE, mucho más innovador, como se evidencia en esta personal biografía del genial cantante francés. La peculiaridad es que todo el documental está montado con declaraciones del propio Gainsbourg, el resultado es muy original pero poco divulgativo, ya que sólo nos quedamos con pinceladas de su singular vida.
Julien Temple fue sin duda el protagonista del festival, no sólo porque se proyectaba un ciclo sobre su obra: él mismo acudió a buena parte de los pases a presentarlos y dio una masterclass que podemos glosar como uno de los momentos álgidos del festival. Entre las anécdotas que dejó caer: cuando Keith Richards le amenazó con una espada para que pusiera más planos de él en un vídeo que estaba rodando del grupo o cómo se coló por casualidad en el local de ensayos de los Sex Pistols, antes de se dieran a conocer en aquel mítico concierto que inauguró el movimiento Punk.
De Temple se preestrenó London, The Modern Babylon (Reino Unido, 2012) y buena parte de su obra, como la ya mítica The Filth & The Fury (Reino Unido, 2000), Glastonbury (Reino Unido, 2006) o la más reciente Glastopia (Reino Unido, 2012) sobre un peculiar espectáculo alternativo que se produce dentro del recinto de Glastonbury: todo un descubrimiento para los que nunca hemos estado en el afamado festival británico. También fue un descubrimiento Oil City Confidential. The Dr. Feelgood Story (Reino Unido, 2009), como el mismo Temple aclaró, lo que empezó siendo un encargo, se acabó transformando en un jugoso documental aderezado por la figura de Wilko Johnson, el genial guitarrista de la banda. Ciertamente original.
La noche del 31 la organización ofreció un maratón de conciertos (similar a los que se pueden ver en Sitges) compuesto de conciertos de The Doors, Queen y Chemical Brothers. Lleno para ver el concierto The Doors. Live at the Hollywood Bowl de 1968, pobremente realizado pero con un Jim Morrison capitaneando una banda en un momento pletórico o un inédito concierto de Queen en Budapest con un setlist muy similar a los dos míticos de Wembley, celebrados apenas dos semanas antes. Hungarian Rhapsody. Queen Live in Budapest 86 se estrenaba estos días en varias salas comerciales del mundo, mientras que en nuestro país aparece directamente en DVD.
La ceremonia de clausura del sábado 3 incluyó un documental auto-homenaje con motivo del décimo aniversario: In-Edit. Get What You Want (J.M. Salgat, Roger Estrada, 2012). Con un envoltorio de cualidades envidiables, cuidando aspectos como la imagen, el sonido, guión y montaje, Get What You Want es el autorreconocimento a un trabajo bien hecho, pero también un homenaje a su desaparecido director, Alberto Pascual. También es el carpetazo definitivo al complejo de inferioridad que tenemos en este país, prueba de ello es que el formato se ha exportado a países como Chile, Brasil o Alemania, porque como reza el título, uno tiene que conseguir lo que quiere y olvidarse de aquel tema de los Stones que se resignaba a lo contrario. Tema que, por cierto comenzó a sonar al inicio de los títulos de crédito y que, para sorpresa del respetable, estaba interpretando Sidonie como parte de un mini concierto que ofreció la organización como fin de fiesta.
Como conclusión: el In-Edit Festival parece haberse consolidado como una propuesta cultural más dentro del panorama catalán. El éxito de público ha sido arrollador: en los tiempos que corren y tras el mazazo que ha supuesto la subida del IVA a todo lo que tiene que ver con la cultura, lo cierto es que da gusto ver salas llenas a precios no precisamente populares. La organización habla de más de 30000 localidades vendidas, de lo cual nos alegramos. Para futuras ediciones desearíamos unas secciones un poco más coherentes (unificar las dos oficiales que hay ahora por ejemplo) y unos precios un poco más ajustados, aunque esto nos tememos no va a ser nada fácil. Larga vida a los documentales musicales y a los festivales que los acogen.
Julián Echazarreta / Xabi Lomba