Voy a intentar olvidarlo todo
Por 10 diciembre, 2013 18:560


Con ese sonido propio del indie noventero que ya La Buena Vida o Mercromina pretendían envolver sus canciones, Alondra Galopa, la banda granadina que ha aparecido desde el silencio con el estreno de su disco Voy a intentar olvidarlo todo (Liner Music/ The Borderline Music, 2013)
Voy a analizar tema a tema resumidamente, sin ahondar más de la cuenta en los detalles:
La canción homónima del disco es la primera. Melodías que nos evocan a un pop de lo más fresco y marcado por las más grandes influencias granadinas nos llevan a frases cotidianas, expresiones hechas que, sin darnos cuenta, nos sitúa muy claramente en ese estilo indie que se viene perdiendo desde hace unos tres o cuatro años, y que gracias a grupos como Odio París, o este mismo aun se conserva.
Las voces chico/chica se van intercambiando a lo largo del disco, e incluso, de algunas canciones. Signos es la segunda canción del tema, que un poco más rápida y con unos ritmos marcados puede terminar de darnos las ganas de verlos en directo. Un estribillo con poco sentido melódico, y menos literario se reitera más veces de la cuenta, desde mi punto de vista, a lo largo de la canción.
Vamos juntos nos muestra la capacidad ambiental de la banda. La letra dura y cruda, de lo más original del disco, a la vez que se enrosca en unas melodías de guitarra que puede dejarnos un rato en silencio sin dejar de escuchar cada palabra que dice. Melancolía e incluso nostalgia pueden verse en la palabras ”cabrón” o ”patético”. Instrumental ambiental final que termina de ponerle la guinda a lo que considero la mejor canción de este trabajo.
”Es lo que tiene volar sin alas”, así como hacer canciones bonitas sin poder contar qué y por qué. Es lo que transmite este tema lento, Volar sin alas con toques místicos por su estructura armónica. Los coros están bastante presentes en los temas, aunque en este son verdaderamente protagonistas.
El siguiente tema del disco, No fue un accidente, también es diferente. Mezcla de armonías ”flamencas”, por llamarlas de algún modo, frigias, con melodías pop, y es lo que hace que suene así, o sea, diferente. La letra es muy punk; dura y seca y muy directa.
No molestar se hace un tema muy repetitivo si ya vienes de escuchar todo lo anterior, o eso me ha parecido a mí. Sobre una misma melodía va desarrollando toda la canción, que aunque tenga su toque original, no ha terminado de encajar.
Para casi cerrar el disco viene Uñas y dientes. Es un tema lento, lo que sería una balada de Chucho allá por sus tiempos. ”Agárrate a la silla, seminario de autoayuda” es una de las frases de la canción. Una letra, que unido a la música gana un color siniestro, escalofriante y brillante al mismo tiempo. Esta es otra de las canciones que tomaría como referente del disco.
Destrozando complejos es una canción pop, con una intro guitarrera y ritmos pegadizos y recurrentes. De nuevo, melodías pop, sonidos sucios, voces rotas, letras nostálgicas. En el estribillo el ritmo se vuelve diferente, podría decir que son canciones diferentes.
Para terminar, una canción lenta cierra este primer trabajo de Alondra Galopa. El nombre de este último es Síndrome. Empieza con una instrumental y sigue con la letra recitada. De nuevo con la letra nos revuelven las entrañas y con su música nos ayuda a asimilarlos. El estribillo rompe de una forma muy bruta. Los ritmos en esta canción también son muy cambiantes.
En general, Alondra Galopa es un grupo bien formado y con una gama de influencias amplia pero que no se sale de lo utópico.
Pop granadino en estado puro.