Houston Party: Quince años bien llevados
Por 9 diciembre, 2013 13:140


Habrá gente que piense que cumplir años no es del todo bueno, pero si se trata de tu negocio, de tu empresa, es para estar más que satisfecho, y si encima es una empresa cultural pues ya ni te decimos con la que está cayendo.
Houston Party cumple quince años en este 2013 y lo ha estado celebrando, y sigue, con una cantidad de conciertos y actividades que es difícil quedarse con uno solamente. Por eso les damos un toquecillo para ver qué se cuentan, cómo les ha ido durante todo este tiempo y qué planes tienen en mente. Miguel Martínez se encuentra al otro lado y es el encargado de recoger el guante. ¡Soplemos las velas!
¿De dónde viene Houston Party? ¿Quién o quiénes cometen la (bendita) locura de darle vida?


El inicio de esta aventura data de cuando Jaime Hernández decidió que tras poner fin a otra aventura (la del grupo Parkinson DC) el mejor ecosistema que iba a encontrar para ganarse la vida era el mismo donde ya estaba, el de la música. Pero en vez de con una banda, con una discográfica y promotora de conciertos. Mucho ha llovido desde entonces y sigue lloviendo, y quienes sostenemos ahora aquí los paraguas somos los siguientes: Jaime, el fundador, que se encarga de los negocios; Natalia de Jesús, de la comunicación; Sergio Vinadé y Ainhoa Motilva, de la producción; y yo, de la parte artística.
¿Empezaríais algo así ahora mismo sabiendo cómo está la cosa?
Para responder con exactitud tendríamos que vernos (en realidad) en esta situación. Pero poniéndonos mentalmente en ese lugar la respuesta que parece salir ganadora es “sí”.
En estos quince años muchas cosas habrán cambiado, pero otras tantas seguirán igual. ¿Qué no ha cambiado en la manera en la que trabajáis?


Digamos que mantenemos “el mismo espíritu”, que es algo que así escrito queda un poco panoli, la verdad. A ver si nos explicamos. Seguimos intentando que cuando algo nos sale bien no se nos suba el ego / el pavo / la vanidad a la cabeza. Cuando es al revés tampoco nos abrimos la cabeza contra la pared, aunque lo marcamos en negrita para no repetir ese error. Pasamos de embalarnos y preferimos ir poco a poco, midiendo bien los presupuestos, que es algo básico: No perdemos de vista la actualidad, pero sin apuntarnos a todos los carros, igual que no renegamos de historias con cero factor “trendy” que a nosotros nos parecen de puta madre y apostamos a tope por ellas: sin ir más lejos The Sadies, que los volvemos a traer de gira del 24 de enero al 8 de febrero. A ver si ahora, explicado de esta manera, lo del “mismo espíritu” ha quedado menos panoli.
Comenzasteis como sello y ahora vuestro negocio se basa casi exclusivamente en el sector de la música en vivo. ¿La crisis en las ventas os obligó a dar ese salto? ¿Cómo fue ese proceso?
Sí, claro, lo hicimos porque las ventas de discos experimentaron un descenso muy pronunciado. Fue un proceso natural, progresivo, no de un día para otro, aunque sí es cierto que todo eso se desarrolló bastante deprisa a nivel interno porque en el exterior el asunto, lo de la bajada de las ventas, también iba rápido, en pocos años se giró la tortilla.
¿Hay planes de futuro para publicar material de algún artista?
Los hay, no hemos cerrado ese grifo. Está el grupo Eagulls, joven quinteto de Leeds que salen de post-punk con el cuchillo entre los dientes. En marzo sacaremos su álbum de debut, el single de adelanto estará disponible bien pronto, el día 16 de este mes. Nos han gustado mucho, a ver si convencemos al personal de lo buenos que son. Y en algún momento por definir del próximo año también saldrá el próximo disco de Micah P. Hinson.
Orgullo nos han dado muchos, elegir solo uno sería como negar al resto. Pero va, ya que estamos, señalaremos con especial cariño aquel de South San Gabriel, “The Carlton Chronicles”, por la magistral lección de melancolía que despliegan Will Johnson & cía.
¿Qué pasó con Lori Meyers para que se marchasen del sello? Viendo su éxito comercial en los últimos años podrían haber ayudado…
Hay caminos paralelos que de prono se bifurcan, un ramal para la derecha y el otro para la izquierda. Ocurre cada día y seguirá ocurriendo. Ellos tenían que dar ese paso, querían darlo. Nos ayudaron, y nosotros a ellos, hasta que el cuerpo les pidió volar de otra manera y hacia nuevos territorios. Y nos alegramos de que les esté yendo bien, lógicamente.
¿Cambiaríais algo de lo que habéis hecho viendo su posterior resultado?
Es evidente que sí. Pero a toro pasado las conclusiones salen solas, eso no tiene ningún mérito. Sin los errores cometidos tampoco habríamos aprendido las lecciones que luego nos han hecho disfrutar de este o aquel acierto. Aunque el concierto de Playdoh en el barcelonés Apolo en febrero de 2004, con solo una docena de personas pagando…
Si nos da por mirar la lista de artistas de vuestra cartera nos caemos de espalda. Si tuvieseis que decir un par (somos generosos) de los que os sentís más afortunados por haber podido trabajar con ellos. ¿Cuáles serían?


Es un poco lo mismo que la respuesta anterior, todos son válidos. Pero para que no se diga que no nos mojamos, citaremos a Micah P. Hinson, que ha sido muy importante en unos años determinados de nuestra trayectoria para hacer más sólidos nuestros cimientos, y, para tirar de presente inmediato, a Crystal Fighters, por desempeñar ese rol en los últimos tiempos. Aunque no todo es la solidez, también está el placer melómano puro y duro, otra manera de sentirse afortunado. Nombres como Nick Lowe, Crosby,Stills & Nash, Elvis Costello… Los escuchabas flipado en el equipo de música cuando eras joven y ahora estás montándoles giras. En ese sentido, ahí va otro placer melómano puro y duro: Matthew E. White, a quien traeremos de gira en abril. Apuntad bien este nombre.
En el actual estado de crisis, ¿cómo veis el panorama? ¿Brotes verdes como los ve el Gobierno? ¿La subida del IVA está siendo una estocada dura de soportar?
Lo del IVA no es solo una estocada, que también, sino, además, una puñalada trapera. Lo tiene todo. ¿Brotes verdes? Bueno, se nota cierta voluntad, desde abajo, para salir de esta (desde luego, no se nota eso “en los de arriba”), pero las iniciativas que se proponen suelen ser o muy inocentes o basadas en mecanismos que han perdido ya su efectividad.
Hablando de crisis. Los festivales parecen haber vivido/estar viviendo una burbuja similar a la inmobiliaria. Vemos casos de grandes nombres como el FIB que ven tambalearse sus cimientos. ¿Cómo veis el fenómeno de proliferación de festivales? Parecía que cada ciudad/pueblo tenía que tener uno.
Observando este tipo de fenómenos dan ganas de preguntarse por qué en vez de España no nos llamamos Burbuja, que nos cuadra más. Históricamente siempre nos caemos en este tipo de pozos, se nos atragantan mucho las vacas gordas. Igual también podríamos llamarnos Cigarra. Es cierto que la festivalitis va remitiendo, no le queda otro remedio, pero la cultura del pelotazo no se cura así como así, todavía va a seguir dando guerra.
En relación a la anterior, ¿cómo veis la homogeneización de muchos carteles de festivales? Ya apenas se corren riesgos, se repiten grupos que intenten asegurar un éxito relativo.
Los festivales son un fenómeno de masas y la cultura de masas se basa en eso, en homogeneizar. Haciendo un juego fácil de palabras, otra cosa sería que la masa tuviera cultura (en este caso, musical), pues ahí sí se podría jugar con más barajas y apostar por carteles más arriesgados, específicos, pero no es el caso, al menos en España. Y como los fenómenos de masas del siglo XXI no se basan en la cultura de las masas…
Ahora sobre vuestro ciclo de conciertos “We Used to Party”. ¿Cómo lo trabajáis? ¿Proponéis al grupo que queráis el disco que os gusta o es un trabajo entre la banda y vosotros? Tras el paso de Acid Mothers Temple y la próxima de Neil Halstead tocando el disco de la Velvet, ¿tenéis más sorpresas a la vista?
¿Alguna gira para el año que viene que nos podáis adelantar o dar alguna pista? (Hay que intentarlo)
Bueno, tenemos ya un montón anunciadas (en nuestra web hay listados justo en este momento 77 conciertos para 2014). No somos de dar pistas hasta que no hacemos algo público oficialmente, no vaya a ser que por pasarnos de listos luego se fastidie el asunto.
Esperamos que no tengan que pasar otros quince años para volver a hablar y que haya mucha suerte en las próximas giras.