Mala Rodríguez: Así es ella
Por 29 julio, 2014 13:130


Con motivo de su actuación en el Alrumbo Fest, tuvimos la oportunidad de charlar unos minutos con Mala Rodríguez antes de su prueba de sonido del sábado 19 por la mañana.
¿Qué tal ha ido tu gira por Latinoamérica? ¿Cómo fue tu primera vez en Medellín?
Súper bien, siempre va muy bien. En Medellín fue hermoso porque, aparte de que la ciudad es impresionante, que tengo familia allí y me encanta cada vez que voy… También estaba Kase O, la gente y los promotores de conciertos fueron excelentes… Además el sitio era un orquideorama (¡un jardín de orquídeas!) y había hasta lagartos por ahí sueltos. Fue increíble.


¿Cómo ves el panorama rap por allí? En Bruja hay una colaboración con Canserbero… ¿cómo surgió?
Sí, Canserbero me parece de las cosas más interesantes, me encanta lo que hace él, me parece una figura única y haciendo una propuesta diferente, muy personal. Aparte de que viene de ahí porque tiene su sabor 100% venezolano, el tipo tiene un sello único, me encanta cuando hay cosas así. Nos seguíamos en twitter y le mandé un mensaje para colaborar con él.
Así de fácil con internet ¿no? Eres muy activa con las redes sociales también…
Me encanta internet, soy fan, creo que no podría vivir sin internet, me moriría. Es lo mejor, la puta democracia. Con twitter al segundo sabes todas las noticias que quieres saber, todo va más rápido. Me encanta que cualquiera pueda tener un perfil donde mostrarse, donde ya no sólo los pocos elegidos tienen esa plataforma para expresarse, es algo que todo el mundo puede hacer.


En “Quién manda” hablas de que la gente se una, que tome el poder… ¿cómo ves el panorama político en España? ¿Crees que va a haber algún cambio?
Me aburre muchísimo el panorama y creo que todo el mundo debería de leer a Noam Chomsky. Cuando escribí “Quién manda” estaba en un momento de frustración muy grande y para mí esa canción simboliza el momento en que alguien te está pisando el cuello y tú no tienes más cojones que creer en ti mismo porque no te queda otra. Creo que eso se puede ver de manera paralela a la situación que todo el mundo está viviendo actualmente… Ante ese fuerte control de los gobiernos y de la situación política en general, yo clamo al poder individual para que todos encontremos esa fuerza y ese poder dentro de nosotros mismos y podamos levantar nuestra cabeza. Tener claro que tú tienes un poder y no lo estás aprovechando. Parece que la gente no se da cuenta, no está acostumbrada a pensar, sino a obedecer.
De Dirty Bailarina a Bruja ha habido un cambio radical en la puesta en escena, háblanos un poco de ese cambio.
Me apetecía mucho el personaje de Dirty Bailarina para sacar cosas que tenía dentro en ese momento. Había pasado una época bastante mala y me ayudó mucho proyectarme en un futuro, cómo sería yo en equis momento y qué cosas diría que en ese momento no podía decir, ese personaje que creé me ayudó mucho a eso. La puesta en escena ahora es totalmente básica, contemporánea, totalmente actual y normal. Yo aquí y yo arriba es lo mismo. Pero Dirty Bailarina fue muy bonito porque jugaba con eso y las letras son mucho más radicales que en Bruja, aunque no se note, pero hay mucha crudeza y dureza en aquellos textos.
¿Cómo es el mundo del negocio musical para una mujer? No sólo en el ámbito de la gente que te rodea, sino lo que es realmente la comercialización musical de tu música.


Yo tengo mucha suerte porque no he tenido ese sentimiento de no sentirme valorada. Ha habido algunas cagadas en mi discográfica pero no premeditadamente sino por ignorancia. Al revés, hay gente que dentro de la compañía me ha querido mucho y han respetado que soy una artista distinta. Nunca he consentido que haya nadie que me diga qué hacer, ni dónde ir ni cuándo trabajar. Yo siempre he querido hacer las cosas a mi manera, con la gente que yo he escogido, en los plazos que he querido. De hecho he sacado un disco cada cuatro años. No estoy en hacerme rica, ni comercializar todo lo que hago. He estado en la investigación y desarrollo de mi creatividad y bueno, si eso ha podido mantenerme viva y darme de comer pues gracias. Lo que sí está claro que noto es que el ser hoy en día una artista gracias al gobierno es cada día más difícil puesto que no apoyan nada a la cultura, ni la música, ni el cine, ni el teatro ni a nada.
En muchas entrevistas y en letras tuyas sueltas cosas muy radicales… ¿crees que la música ha perdido un poco el poder de escandalizar a la gente?
Es más fácil escuchar reggaeton, o cualquier otra cosa. Yo sigo haciendo rap porque me encanta, me gusta el bombo y la caja, pero sé que hay menos seguidores que si hiciera un reggaeton. Me encanta el reggaeton para bailar, la cumbia, la electrónica… pero yo uso el rap, a mí me gusta esta mierda. No necesariamente el rap tiene que ir vinculado a la crítica, hay letras muy pachangosas pero sí que creo que yo tengo un contenido bastante crítico y personal, es mi personalidad. Así soy yo.