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El baile como arma festiva

Por Ana Gadea 0

Instituto Mexicano del Sonido @ Ochoymedio Club por Ignacio Sánchez

El Ochoymedio está de celebraciones y quién mejor que Camilo Lara y su Instituto Mexicano del Sonido para disfrutar de una auténtica fiesta por todo lo alto.

Sin anestesia ni banda telonera que fuera dando calor a la sala y al ambiente, ya comienza a refrescar en Madrid, salió el trío por todo lo alto tal y como ocurrió hace poco menos de un año en la sala Taboo. Se presumía una noche para comenzar a conocer algunos de los nuevos temas en los que el músico mexicano está trabajando en lo que será la continuación de Político, publicado hace dos años, pero nada de eso y se repitió el fabuloso patrón de la ya citada actuación del mes de noviembre del año pasado. Y es que a la hora de asistir de una fiesta del Instituto poco importa que haya o no nuevo material, la diversión y el buen rollo están garantizados.

Instituto Mexicano del Sonido @ Ochoymedio Club por Ignacio Sánchez
Instituto Mexicano del Sonido @ Ochoymedio Club por Ignacio Sánchez

“Cumbia”, “Es-toy”, “El Jefe”… pocas pegas le podíamos poner al arrancar enérgico de la banda. Primeros bailes, gritos, saltos, y unas primeras filas que se llenaban de compatriotas felices. Chascarrillos y agradecimientos de un exhausto Camilo que cada dos por tres tenía que refrescarse y secarse el sudor de la cara ante un show que poco a poco iba cogiendo un ritmo endiablado y frenético. Subieron las revoluciones con la protesta de “México”, cogimos algo de aire “Para no vivir desesperado” y bailamos como los que más con “Alocatel”.

Todos los focos miraban al alma del proyecto, pero si el Instituto Mexicano del Sonido consiguía en directo sonar potente y bailable buena parte de culpa la tienen los dos escuderos que escoltan a Camilo, siguiéndole en el juego de mensajes en sus camisetas con su “Cumbia is the answer”. Y así de buenas llegó uno de esos momentos que no por esperado fue menos disfrutable. “Yo digo baila” fue la bomba que se presupone y consiguió que la pista de la sala But explotara entre bailes y saltos. Antes “Escríbeme pronto” había servido de punto y seguido en una perfecta comunión entre público y banda consiguiendo los segundos que los asistentes nos agachásemos para romper en un subidón al más estilo The Prodigy con su “Smack my bitch up”.

De nuevo Camilo escogió “Mi negra a bailal” para cerrar la velada, de nuevo redonda, sudorosa y vibrante, repitiendo a su vez la invasión de escenario pero solo por pocos minutos ya que la seguridad de la sala no permitió ningún tipo de salida de comportamiento temiendo que la estructura del escenario no aguantase el peso de más de veinte personas.

Ya estamos contando los días para una nueva visita del Instituto. Sabemos que no fallaremos, como sabemos que ellos no nos fallarán.

Fotografías por Ignacio Sánchez.

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