Betunizer desatados
Por 17 marzo, 2015 13:040


La noche prometía toneladas de decibelio y vamos que si los hubo, tantos como para salir el pasado jueves del Rock Palace con una sensación placentera pero con una pizca de dolor en los oídos.


Buena culpa de ello tuvieron Afilador, banda que mezcla una actitud eminentemente punk con un sonido hardcore agresivo, y donde encontramos a Héctor de Trono de Sangre gritando a base de bien o Adolfo de Juanita y Los Feos a la batería. Una escasa media hora para hacernos vibrar con su propuesta a un volumen endiablado, presentando temas nuevos casi enlazados entre sí sin tiempo para coger algo de aire o dejar descansar a unos oídos que sufrían la furia desatada. Temas cortos, directos, afilados, con una base rítmica potente y una guitarra sin mucho aditivo a los pedales. Un calentamiento como dios manda.
Tras un breve receso que sirvió para aliviar los oídos, Betunizer se subían al pequeño escenario, con una sala llena hasta arriba, para comenzar a rodar los temas del que será su cuarto álbum que grabarán próximamente. La fórmula a primera vista sigue siendo la misma, una actitud punk vestida en un traje de rock con sus aires math que no deja títere con cabeza.


Comenzó poco a poco a calentarse el ambiente, como quien enciende una barbacoa, primeros troncos cogiendo temperatura y la banda engrasando la maquinaria mostrando algunos de estos nuevos temas intercalando auténticas bombas como “Pantera Pura” o “Aleluya”. Las cartas ya estaban sobre la mesa y a partir de ahí todo fue rodado. Marcos a la batería dejó atrás sus gafas y camiseta y el personal se volvió loco. Primeros amagos de pogo, “Ford Carrillada”, el sudor que comienza a recorrer los cuerpos, Pablo maltratando su bajo, nos imaginamos que matamos a Jota y solo podemos pensar que no podríamos estar en un sitio mejor, aún sufriendo la fuerza del volumen. No había ni ganas de echarle un vistazo al reloj, solo había que dejarse llevar por los riff de José y gritas las delirantes letras. La entrega hecha música.
Dicen que lo bueno si breve dos veces bueno, ¿no?, pues con ganas de muchísimo más nos quedamos cuando tras “Aguilucho es el Hijo del Aguila” y “Talco y Bronce” y poco más de 45 minutos el trío decidió que aquello ya tocaba su fin. Nunca hemos visto un directo malo de los valencianos y eso que se prodigan bastante por la capital. Aquí les seguiremos esperando para cuando quieran, son siempre bien recibidos, incluso aunque nuestros doloridos oídos no puedan pensar lo mismo.