No fue otra edición más, colosal Viña Rock
Por 10 mayo, 2015 18:440


¿Otra edición más de Viña Rock acaba de pasar, otro año plagado de artistas y público?. Pues no, no es otra edición más, ni otro año plagado de artistas y público. Acaba de concluir el más multitudinario, colosal y grandioso festival dedicado al rock y a la música alternativa independiente nacional, que celebraba sus 20 años de historia.
No se trata de batir un récord, sino de conseguir que año tras año, este festival y todo lo que le rodee, siga creciendo al mismo ritmo que sus asistentes. Creemos que a día de hoy, no existe ningún otro festival de tales características, que te ofrezca no sólo un puñado de conciertos, sino que te haga vivir experiencias salvajes, inolvidables e incluso brutales fuera del recinto de conciertos.
En esta vigésima edición, se batieron todos los récords de asistencia. Más de doscientas mil personas pisaron el suelo viñarockero durante los cuatro días de festival. Empezando por la Fiesta del XX Aniversario del miércoles, donde artistas de gran talla como Manu Chao o Trashtucada inauguraron los escenarios.


El cantante más esperado de esta primera noche fue el francés Manu Chao, donde se juntaron diferentes generaciones para cantar junto a él sus canciones más clásicas y populares, como “Clandestino” o “Me gustas tu“. Es el primer concierto que realiza Manu en España este 2015, y como era de esperar, no defraudó. La única pega que escuchamos fue que había que pagar 10 euros para poder entrar este día, aún teniendo el abono del festival. No obstante, mereció la pena. Otro grupo que actuó este miércoles noche fueron los catalanes La Pegatina, que son unos de los incondicionales del festival que nunca fallan, y siempre tienen diversión para todo el que se acerque a escuchar sus canciones. El último grupo a destacar que actúo esta noche fue la banda Trashtucada, que nos animaron a agitarnos con sus ritmos descabellados y alegres. De esta forma nos llevaron, sin parar de movernos, hasta altas horas de la noche. Y como no, el amanecer nos sorprendía fuera del recinto, en el esperado Viñatek, parte muy importante del festival y de la que es muy recomendable la experiencia allí vivida..


Segundo día, nivel de energía bajo, nivel de calor alto, y ganas de fiesta y música a reventar. Así comenzábamos el Jueves, donde nos esperaba un día más largo y más plagado de artistas que el anterior, con una jornada de conciertos más duradera que el día anterior. No pudimos ir a todos los directos, incluso tuvimos que tomar alguna dura decisión entre ir a ver a uno u otro de nuestros grupos favoritos. Incluso, en alguna ocasión, ir de un escenario a otro podía llegar a suponer todo un reto, sobre todo debido a la masa de gente que plagaba el recinto, sin dejar un solo hueco libre.
Esta jornada comenzó con la mezcla de estilos de ska y reggae del grupo Auxili en el escenario Coolway, que nos motivaron para aguantar el sol que caía sobre nuestras cabezas a primera hora de la tarde. El siguiente concierto fue en el escenario de rap, Canna, y vino de la mano del gallego Arce, que nos deleitó a todos en su primer paso por el viña, con su estilo underground y sus letras violentas. Más tarde fuimos al escenario Zhem, donde disfrutamos del directo del legendario grupo punk-rock Siniestro Total, banda gallega que lleva pisando escenarios desde hace treinta años y que sigue atrayendo a multitud de viejos y nuevos punas y rockeros.Después tocaba en este mismo escenario un grupo punk muy esperado por todos esa noche, los madrileños Boikot, una leyenda nacional que nos hicieron disfrutar de su concierto como cada año, y nos sorprendieron como si fuera el primero. No pudieron faltar sus temas indispensables con ritmos duros y dura crítica social. Cerraron su directo con su clásico “Kualkier día“, que nos hizo despedirnos de la banda con un buen sabor de boca y la garganta desgarrada. Al acabar de tocar Boikot, nos encontrábamos en un estado alterado; rock punk durante un buen rato nos dejó con más marcha que antes de empezar. Otro grupo esperado por muchos la noche de jueves fue Sfdk, el mítico grupo sevillano de rap encabezado por el magistral Zatu, que no dejaron a nadie indiferente.


Nadie paró ni un segundo de levantar los brazos mientras cantaban sus canciones favoritas junto al grupo. Fue un directo donde todos participamos y fuimos parte de él, no solo los artistas, ya que hasta realizaron un concurso de coros entre el público. Los sevillanos realizaron un concierto para todo tipo de fans, desde los más recientes hasta los que llevan años escuchando sus temas, puesto que cantó algunos de sus clásicos old school, como “El niño Guey”, “Yo contra todos” o “Buscando a Wifli”. Aunque, la verdad, se centró más en temas de su último disco “Sin miedo vivir”, que ya es todo un éxito. Y para acabar bien la noche ahora tocaba una visita a las raves, llenando nuestro cuerpo de vibraciones que nos hacían saltar hasta acabar reventados, mientras veíamos como el amanecer desfiguraba nuestros rostros. Había que aprovechar las pocas horas que nos quedaban para dormir, porque a partir de las 12 era imposible aguantar durmiendo en la tienda, y el día empezaba ya, con mucho sol, pocas horas de sueño, muchas ganas de fiesta, pocas ganas de irse para casa, muchas ganas de seguir conociendo gente y disfrutando de todo lo que nos rodea, pocas ganas de…
Y así llegábamos al ecuador del festival, el Viernes. Las pocas horas de sueño ya iban notándose, pero no nos importaba lo más mínimo, porque las ganas de música y diversión nos golpeaban por dentro. Aún nos quedaban muchos grupazos por ver y disfrutar ese día. El primer concierto de la tarde fue el de la banda rockera Sínkope en el escenario Zhem, los extremeños ayudaron a que el calor se nos olvidará, y pudiéramos disfrutar de sus profundas letras y ritmos de rock nacional. Claro está, no podíamos faltar al directo de unos de los grandes del rock español, y como era de esperar no defraudaron a ningún asistente. En este mismo escenario, llegó una de la mejor y más conservada leyenda viva del Viña Rock, el gran Rosendo, que volvió a sorprendernos y a recordarnos esas canciones de antes otro año más, todo un clásico al que ningún amante del rock quiere perderse, ni debe perderse. Cuando decimos estas palabras, queremos dejar claro que son de verdad; Rosendo es una leyenda viva que todo viñaroquero que se precie tiene que ver al menos una vez en su vida. Rosendo ha conducido durante muchos años por la misma senda, sin abandonar ni su larga melena, ni sus letras, ni su público al que siempre ofrece lo mejor de sí.


Otro cantante que no nos perdimos fue al garrapatero Canijo de Jerez, que nos divirtió a más no poder con su rumba alegre y energética, que hizo que los cuerpos de todos los garrapateros no pararan de bailar, al son de su ritmo rumbero. En el escenario de reggae los artistas más destacados de este día fue el Sr. Wilson y los italianos Mellow Mood, que era una de las confirmaciones internacionales del festival. El Sr Wilson era la primera vez que pisaba un escenario del festival, y dejó a todos alucinados y con ganas de que vuelva a pisarlo. Demostró a todos su gran talento para seguir con su voz a la perfección el ritmo, beat a beat. Además de sus letras cargadas de crítica social, ya sea en castellano o inglés. Algunos de los temas con los que nos deleitó fueron “Chatty Chatty“, “Love Message” o “Outta me yard“. Un cantante reggae que está empezando a dar pasos hacia los grandes escenarios, y sin ninguna duda lo está consiguiendo rápidamente, por su estilo tan personal y sus magníficos riddims. El siguiente grupo que pasó por el escenario Coolway, fue Mellow Mood, banda de reggae internacional con una fama consagrada.Un punto negativo que nos transmitieron los asistentes y nosotros también pudimos comprobar, fue que la banda estuvo muy poco tiempo actuando, el escenario apenas lo gastaron y la gente eso lo nota, querían más. Por otra parte el escenario de rap Canna, se llenó de público hasta reventar para ver a la Mala Rodríguez y a su rap con algún toque de flamenco. La andaluza fue una de las pocas representantes femeninas que acudió al festival, ya que la falta de género femenino está muy clara.


La rapera se marcó un gran concierto lleno de fans incondicionales, que le acompañaron con sus voces en todas las canciones, tanto las más clásicas como las más recientes. Además de contar con colaboraciones de otros artistas, como por ejemplo el Sr. Wilson, que tras su concierto acudió corriendo para colaborar con la Mala. Tras este directo vino otra banda de rap muy esperada y muy polémica, los Chikos del Maíz. Los valencianos nos hicieron alzar nuestros brazos al ritmo de su rap y de sus letras de fuerte crítica política y social. A este grupo le han censurado conciertos en varias ocasiones, ya que se trata de un rap político que está dando mucho de qué hablar, por sus letras cargadas de crítica. Pero claro está que en el Viña no podían faltar, y se marcaron un buen concierto donde los puños en alto inundaron la multitud de público.
Ya se acercaba el final del festival, y las ganas de disfrutar y aprovecharlo iban en aumento. Debíamos aprovechar el último día a tope , para poder aguantar un año entero hasta volver a pisar tierras villarrobletanas. Así que nos olvidamos del cansancio, del aire y del lorenzo, para seguir gozando de los directos que nos esperaban la última jornada. Ya ni hablamos de la rave de la noche anterior; fue tan salvaje que mejor no contarlo. Uno de los conciertos que nos animaron la tarde fue el de Green Valley, que se llenó de público incondicional. La banda de reggae extendió su mensaje positivo por todos los asistentes y los inundó de buenas vibraciones, que hicieron que no pudiéramos parar de bailar y cantar. Las buenas vibraciones se palpaban en el ambiente, todos los que fuimos coincidimos en que fue un concierto especial, no se muy bien por qué, pero lo fue. A continuación fuimos al directo de una banda de rock legendaria ya en el Viña, a la que no se puede faltar; Los Suaves, fue un concierto para cantar y chillar al ritmo de sus temas más clásicos y conocidos por todos los rockeros. Increíbles suaves, no hacéis honor a vuestro nombre, porque sois de lo más duro que hay por ahí moviéndose. Después de este era el turno de La Raíz, que era el cuarto año que asistía al festival y fue uno de los más abarrotados de público.


La banda valenciana era una de las más esperadas y eso se notó en la multitud de gente que concentró, tanta que en muchas zonas era imposible pasar. Pero fue el ambiente ideal para los amantes de los pogos, ya que se crearon muchos de ellos y además enormes. El directo de los de Gandía fue divertido y se escucharon muchos de sus temas más famosos como “A la sombra de la sierra“, “Zarzuela y Castañuelas“, “Jilgueros“, “De mar en mar“, entre muchas otras. Esa noche en el escenario de reggae pasaron multitud de artistas muy reconocidos y esperados como Protoje, Morodo y Dub Inc. Protoje era uno de los más esperados en el escenario Coolway, ya que es un artista reconocido internacionalmente y proveniente de Jamaica. Todo un placer para los amantes de la música jamaicana poder asistir a un directo de este rastaman en nuestro propio país. Bueno y como no, uno de los fundadores de la parte de reggae del Viña, y uno de los más destacados y legendarios cantantes de reggae nacional, no podía fallarnos. Si si, sabeis a quien nos referimos, al mítico Morodo, que como siempre lleno a reventar de público el escenario de reggae. El cantante no defraudó a sus fans, ya que cantó muchos temas de antes, de siempre. Y también nos complació cantando temas de su nuevo disco “Reggae Ambassador”. Morodo consiguió con sus ritmos de reggae y dancehall que no pudiéramos parar de mover el cuerpo en todo el concierto, y también hizo que nos dejaramos las cuerdas vocales junto a él. Ya llegaba el final de los directos, y los encargados del cierre del Viña Rock 2015, fueron los míticos rumberos, Los Chichos, que se encargaron de despedir el festival con un buen ritmo flamenco para que todos moviéramos nuestros esqueletos, algo tocados ya, por no decir reventados. A la misma hora, en el escenario de rap Rapsusklei cerraba también esta edición. El cantante de rastas nos sorprendió con un nuevo look, sin ellas. Aunque igual de enérgico y activo que siempre en sus directos, realizando saltos mortales y volteretas por todo el escenario, lo que animó y sorprendió a algunos. Su energía se transmitió hasta el público, haciendo que no pudiéramos tener los pies quietos, y que aún tuviéramos menos ganas de que acabara. Pero no, la noche no acababa aquí, aunque los conciertos si. Aún quedaban horas hasta que la noche se fuera a dormir y diera paso al amanecer. Y para aprovechar esas horas, nada mejor que visitar las raves de Viñatek, y dejarnos el cuerpo entero junto a los altavoces, que inundaban nuestros oídos con música energética y rápida como el trance, techno-hardcore o acid house. Una buena forma de despedir el festival hasta el año que viene. Aunque muchos volvimos en el coche casi sordos. Así, acababa una de las mejores ediciones de Viña Rock, y una de las más multitudinarias también.


A pesar de la cantidad de masa de gente, del calor, del polvo y del aire, podemos decir que esta edición ha sido grandiosa, y creo que costará mucho que nos olvidemos de ella. Todos salimos de villarrobledo mirando atrás y diciendo “Nos vemos al año que viene”. Ya estamos contando los días que quedan para el próximo Viña Rock. Por si acaso, nos hemos tatuado los días que nos quedan para volver. Larga vida al viña y a todos los que hacen posible que nuestros recuerdos del paso por ese festival sean tan duraderos como la música que nos lleva.
Escrito por Eva Gil Monteagudo.