¡Que no cunda el pánico! Solo son polacos
Por 18 mayo, 2015 20:210


Desde hace varias ediciones, el Primavera Sound incluye un showcase llamado Don’t Panic! We’re from Poland dedicado a bandas de Polonia. No es el único festival europeo que lo hace, pues tras este simpático nombre hay un colectivo apoyado por instituciones culturales del gobierno polaco que trabaja en la proyección internacional de la música alternativa hecha en ese país.
A Polonia no solo no hay que tenerle ningún pánico, sino que además es de obligación acercarse a su universo musical. No en vano, se trata de uno de los países culturalmente más ricos de Europa. Primero, por ser, con sus casi cuarenta millones de habitantes, uno de los más poblados. Y después, por un pasado comunista en el que el respeto y el apoyo a las manifestaciones artísticas eran casi de ley (siempre y cuando no pusieran en peligro la continuidad del régimen, claro está).
Desde las composiciones de Fryderyk Chopin hasta las películas de Roman Polanski, Polonia siempre ha estado a la altura de las circunstancias artísticas.


En la actualidad, el país cuenta con uno de los mejores festivales de música alternativa del continente: el Open’er de Gdynia, que reúne en cuatro días a un descomunal elenco de artistas que hace tambalear el estatus de nuestros grandes Primavera Sound y FIB. A celebrarse a principios de julio, el evento traerá a bandas como Kasabian, Drake, The Libertines, Swans, José González, St. Vincent y Thurston Moore, entre otros. Por si fuera poco, también cuentan con el Off Festival de Katowice, una cita algo más modesta pero incluso más apetitosa pues, huyendo del mainstream alternativo, selecciona con gusto exquisito un buen puñado de bandas supervisadas por ATP. Este año, Patti Smith y su revisión de Horses lidera un cartel donde también están el regreso de Ride y el rap contemporáneo de Run the Jewels.
Más lejos de la órbita indie, es también muy significativo el hecho de que la única sucursal europea del mítico festival Woodstock esté en Polonia. Eso sí, cerquita de la frontera con Alemania, pues hay que atraer al público pudiente hasta este país, donde el salario mínimo no llega a los cuatrocientos euros mensuales.
Como es lógico, Don’t Panic! We´re from Poland apoya a las bandas con más posibilidades de hacer carrera en la escena internacional, lo cual requiere bien cantar en el idioma de los negocios transnacionales o bien hacer música instrumental. Como país más centroeuropeo que oriental, Polonia destaca por una especial predilección por la música electrónica. La cantidad de artistas es tanta como su calidad y darían para un artículo específico sobre electrónica polaca. Basta escuchar dos o tres bandas de buen synthpop para poner en tela de juicio a nuestros queridísimos Delorean.
Entre los carteles de los festivales mencionados y las bandas apoyadas por Don’t Panic! We’re from Poland, hicimos una ingente lista de grupos polacos que llegó a superar los cuarenta nombres. Pulida hasta diez, te presentamos aquí esta guía musical alternativa que te adentrará en uno de los países más excitantes de Europa.
Witamy w Polsce!
(¡Bienvenidos a Polonia!)
BOKKA
Se trata sin duda de la banda con más papeletas de codearse con los grandes de Europa y del mundo, pues ya han girado por varios países del continente y les han robado unas líneas a la todopoderosa Pitchfork. Con un sonido refrescante cercano al de bandas escandinavas como Lykke Li o The Knife, Bokka confeccionan melodías de pop misterioso y por instantes cinematográfico, que se visten de electrónica orgánica y folk futurista.
Como las drogas duras, una vez probados será difícil salir de ellos.
KAMP!
La influencia mutua que se ejercieron el house de Chicago y el synthpop europeo durante los ochenta se revive ahora con el mal llamado deep house (este concepto ya se acuñó en los noventa para aludir a algo bien distinto). Kamp!, tras varios EPs y el imprescindible álbum homónimo de 2012, pide a gritos un puesto de prestigio en la escena mundial, al igual que ya lo tienen artistas de nuestro país como John Talabot.
Para muestra, un “temón”.
ARTUR ROJEK
El que fuera líder durante más de veinte años de Myslovitz, una de las bandas más populares de Polonia, combina su carrera de músico con la de promotor, ya que es el responsable del festival Off de Katowice. Sus canciones parten del pop alternativo para apuntar todo lo alto que se pueda.
Y acierta, pues está llenando los recintos más grandes de su país .
OLIVIER HEIM
Nadie debe juzgarle por usar el inglés. Ni por recurso vacuo ni por estrategia de ventas, pues Olivier nació en Estados Unidos, pese a que reside en Varsovia desde hace varios años. Sus canciones toman el camino del pop clásico que en los setenta anduvieron desde Marvin Gaye a los Beach Boys, pero se cubren con un manto sonoro de underground contemporáneo que lo conecta con bandas como Ariel Pink o Tame Impala.
Otra pepita de oro a desenterrar.
SUTARI
Su nombre deriva del lituano sutartines, que es como conocen en estos lares del Báltico a la música vocal femenina. Y en eso está inmerso este trío: en la consonancia con la tradición del Este, al rescatar el folclore polaco y lituano y adaptarlo con respeto a los sonidos de hoy. De este modo Sutari se ha ganado la admiración de los amantes de las músicas del mundo así como van abriéndose camino en el refinado mundillo hipster.
Personalmente, es la banda polaca por la que siento mayor fascinación.
THE DUMPLINGS
El dúo de Zabrze irrumpió con fuerza en la escena independiente polaca durante 2012. Con buena parte de su repertorio en inglés y tomando como nombre la traducción de pierogi (las populares empanadillas de pasta polacas), The Dumplings vinieron dispuestos a comerse el mundo indie con un electropop incontestable que combina por igual emoción y desenfado.
A finales de este mes, desembarcarán en Japón.
PUSTKI
Con una trayectoria que arrancó a principios de milenio, la banda ha venido reconociendo su inspiración en distintos artistas de Gran Bretaña y Estados Unidos, como PJ Harvey, Tortoise o Sonic Youth. Pero lo cierto es que sus canciones suenan más a las del nuevo pop alternativo: brillantes, vigorosas y, además, con unos textos repletos de referencias poéticas.
Sorteada la barrera del idioma polaco (uno de los más complejos entre los indoeuropeos), la corpulencia de su sonido y la redondez de sus melodías no dejarán indiferente a nadie.
KASECIARZ
Quizá sea inevitable mencionar a una banda internacional de referencia para poder guiar al lector sobre la línea musical de cada uno de estos artistas. Banda internacional o de Úbeda mismamente, que para este caso va como la seda, pues los cracovianos Kaseciarz son en esencia los Guadalupe Plata polacos, aunque con menos dosis de blues y muchas más de psychobilly, surf y garage.
Canela en rama.
THAW
Junto con la música electrónica, el post-rock es el género musical contemporáneo más devorador de fronteras. Pero lo de Thaw (uno de los elegidos para el Primavera Sound de este año) no tiene en absoluto nada que ver con los sonidos ambientales y cinematográficos de Mogwai o Godspeed You! Black Emperor. Lo de estas fieras de Sosnowiec habría que etiquetarlo con algo como post-metal, death progresivo, rock macabro o, en definitiva, algo que asuste.
Porque cuatro polacos disfrazados de la muerte y haciendo estas canciones, acojonan sí o sí.
KULT
Cerramos este informe polaco con una leyenda viva de la música alternativa. Formados en 1982 en la Polonia de la ley marcial (años de durísima represión militar) la banda no tardaría en sufrir la censura del régimen comunista. Sus sonidos progresivos y post-punk pronto se enriquecerían con instrumentos de viento y ritmos afines al reggae y al ska, en un ejercicio de fade-out y fade-in desde Joy Division a The Clash.
El fin del Comunismo no hizo más que engrandecer la figura de Kult durante los noventa, consiguiendo una popularidad sin precedentes. Su discografía en los dos mil no ha apasionado tanto a sus seguidores, sin embargo el nombre de Kult sigue siendo gigante. Y sus directos, citas imprescindibles.
Foto de portada: Arte de la banda Kult.