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Dave Matthews Band: deuda saldada

Por Alberto Castro 0

Dave Matthews Band @ Barclaycard Center por Cris Castellanos

“Creo que han pasado unos 20 años desde la última vez que actuamos en Madrid, no sé por qué… tal vez nos perdimos en la carretera”. Así empezaron las casi tres horas del concierto que Dave Matthews Band ofrecieron en Madrid tantísimo tiempo después. Y es que la banda norteamericana, una de las más populares al otro lado del charco, no se suelen prodigar tanto por Europa como nos gustaría. Sin ir más lejos, su anterior visita a la capital dista de marzo de 1995 en la Sala Revólver, y fue en el ya lejano 2009 cuando actuaron en el BBK Live de Bilbao.

Ahora, visto lo visto, solo podemos decir que la espera mereció la pena, con un recital majestuoso y cargado de buen hacer y que, pese a su extensa duración, no se hizo largo en absoluto (como mucho, durante algún solo extendido más allá de lo necesario, pero nada que empañase el resultado final). La fórmula es tan sencilla como complicada; cuando los músicos disfrutan de forma tan clara sobre el escenario y se dedican a tocar como si estuviesen entre amigos y desprovistos de todo afán mesiánico, la recompensa es casi instantánea.

Dave Matthews Band @ Barclaycard Center por Cris Castellanos
Dave Matthews Band por Cris Castellanos

En Madrid, y al contrario de lo que estaba sucediendo en el resto de la gira, el show no consistió en dos conciertos separados por un largo descanso, sino que en este caso decidieron hacerlo todo del tirón. Pasaban cinco minutos de las nueve de la noche cuando sonaron las primeras notas, y no se detendrían hasta 140 minutos después (cuando hicieron la pausa de rigor para dar paso a un bis de más de 15 minutos que les llevó a las puertas de la medianoche). Pero remontémonos al comienzo: con Dave Matthews en solitario al piano interpretando ‘Death On The High Seas’, y recibido por una estruendosa ovación (tan fuerte que parecía que el aforo del Barclaycard Center no era de apenas media entrada). Sonido impecable desde el escenario, aunque con más reverberación de la deseada por el vacío existente desde el centro de la pista hacia atrás. Acto seguido, cambio a la guitarra acústica y espectacular versión de la eterna ‘A Whiter Shade Of Pale’ de Procol Harum, recibida calurosamente por un público más que respetuoso para lo que estamos acostumbrados en grandes recintos.

Fue ya con el tercer tema, ‘One Sweet World’, cuando entraron poco a poco el resto de los músicos de la banda y la intensa luz azul que iluminaba el escenario fue inundándose de destellos milimétricamente sincronizados con cada golpe de baqueta. Así, ya con batería, eléctrica, bajo, violín y sección de vientos (saxo y trompeta) acompañando a la acústica y a la voz de Matthews, ya estaba todo listo para el resto de la noche, pero todavía quedaba espacio para unos acertados trucos escénicos. Si hasta ahora solo veíamos un enorme fondo plateado tras ellos (casi a modo de cortina), en el siguiente tema se convirtió en una portentosa pantalla presidida por la imagen de una llama que acabaría en fuego, más que apropiado para remarcar aquello de “until the fire dies” en ‘You Might Die Triying’.

Dave Matthews Band @ Barclaycard Center por Cris Castellanos
Dave Matthews Band por Cris Castellanos

Pasados 45 minutos fue cuando Dave Matthews avisó (en castellano) de que este concierto no tendría dos partes y que iban a tocar todo de una tacada. Para deleite de sus seguidores, además, lo harían como marcan las reglas de la casa: cambiando mucho las estructuras de las canciones respecto a sus tomas en disco e improvisando continuamente, algo que casi siempre es de agradecer y que convierte su directo en algo especial.

Con hora y media ya a sus espaldas, se atragantó una parte en la que encadenaron innecesariamente dos solos de violín, uno de guitarra y otro de batería durante casi 10 minutos, pero justo después llegó el gran momento de la noche con la inmensa ‘Don’t Drink The Water’ y una ‘The Space Between’ que nos retraía a la época en la que los anuncios de politonos en la tele nos instaban a descargar dicho tema como sonido de llamada para el teléfono móvil (de largo, uno de sus mayores éxitos en nuestro país). Poco después, casi sin darnos cuenta, ‘Too Much’ y ‘Ants Marching’ pusieron fin a dos horas y veinte minutos sin tregua, en los que Dave Matthews Band combinaron funk y rock americano con sobrado desparpajo, dejando todo listo para el intenso bis de más de 15 minutos basado únicamente en ‘Two Step’ (brevemente intercalado con el ‘Higher Ground’ de Stevie Wonder). En resumidas cuentas, una entrega, duración y ejecución que hicieron buenos los más de 50 euros que costaba la entrada y que supuso un auténtico regalo para quienes llevaban esperando verles en directo tras tantos años sin apenas actuar en España.

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