Garbage: Strange Little Birds

¿Quién tiene la verdad absoluta? ¿Cuál es el criterio solemne del buen gusto? La verdad es que Garbage nunca lo han tenido fácil. Alejados de los parámetros de las líneas editoriales que propagan la excelencia musical como algo culto y refinado, el ser tratados como una banda de laboratorio nunca les ha ayudado. Pero a ellos nunca les ha importado, no están aquí para cambiar el mundo con mensajes trascendentales, ellos se revuelven entre la clase media para expulsar sus fantasmas, nuestros fantasmas, sobre el amor, la madurez… la vida. Strange Little Birds es eso, una nueva demostración que se puede entregar un álbum dignísimo a pesar de ser un grupo con un sonido radiable.

En este Strange Little Birds Shirley Manson y compañía vuelven a jugar las cartas de su debut, intentando recuperar atmósferas más sombrías, alejándose de estribillos pegajosos y tarareables como había ocurrido desde que el éxito de masas les llegó con Version 2.0. Pero no nos engañemos, hay momentos para la sonrisa, el grito y la alegría marca de la casa (“We never tell” o “Magnetized”), pero por una vez en bastante tiempo son un pequeño alivio dentro de una tónica más sobria. Un álbum más de escucha reposada que para ponértelo antes de salir de fiesta, y que nos plantea dos mitades bastante diferenciadas, y he aquí el requiebro perfecto de cómo una banda acostumbrada a mostrarnos sus hits inmediatos al comienzos de sus trabajos en esta ocasión prefiere ocultarlos al final de mismo y que tengamos que arrastrarnos por las pantanosas “Sometimes”, “If I lost you” o “Even though our love is doomed”, de lo mejor de todo el álbum, y así llegar a las ya citadas “Magnetized” y “We never tell” que se suman a “So we can stay alive” para terminar desembocando en la grandiosa “Amends”, un cierre a la altura de “You look so fine” o “Milk”, ahí es nada. Sigamos creyendo en ellos que hay Garbage para rato.