Hay noches que quedan para el recuerdo. Noches espectaculares en la que por cualquier motivo los astros se alinean y consiguen crear una atmósfera especial. La semana pasada esto ocurrió en el concierto de 65daysofstatic en Madrid; una noche que pasará para la posteridad de los amantes del rock instrumental y que sirvió para borrar el agridulce sabor que dejaron en su anterior visita a la capital hace tres años. Tal era el ansia de sus seguidores que varios minutos antes de la apertura de puertas de la sala But una nutrido grupo de ellos estaba esperando en la pertinente cola, todo para dejarse llevar por la fascinante banda sonora que han creado para el videojuego No Man’s Sky, intentando evocar otras galaxias y batallas. Por suerte para nosotros la música ha ganado la partida al juego.
Como aperitivo antes de recibir a los 65days, salieron a escena sus paisanos Thought Forms, quienes en su batidora de estilos no terminaron de dejar huella. Momentos interesantes con guitarras rasgadas pero con algo de impersonalidad, dejando una sensación de haber visto a un grupo similar en otra ocasión sin que llegaran a calar.


Esperando encontrarnos el espectáculo con el que enamoraron al público del Sónar 2016, los de Sheffield sin embargo hicieron acto de presencia sin ningún atractivo visual, abrigados por unas luces oscuras que intentaban introducirnos en su viaje. Unos primeros compases en los que sonaron emotivos gracias a un sonido robusto que reflejaba fiel la intensidad requerida. Buceando entre No Man’s Sky, fueron colándonos composiciones de Wild Light, su anterior trabajo y que conecta a la perfección con su nueva obra gracias a una mayor importancia de los teclados y los aires épicos.
Pero la grandeza de esta ocasión está en cómo construir un discurso coherente con tu momento actual, conseguir plasmarlo con la mayor verosimilitud a la versión en disco y además dejar algún que otro regalo para los que ha seguido la progresión de la banda casi desde sus comienzos. Así, cuando habían conseguido llevarnos a las estrellas fueron desempolvando la furia de sus guitarras rompiendo nuestros corazones con “I Swallowed Hard, Like I Understood”, una clara muestra de lo que en un tiempo fueron capaces de crear, así como “Radio Protector”, sin dudarlo uno de sus grandes hits. Si no eres capaz de emocionarte escuchándola y notando como todo tu cuerpo vibra es que no estás vivo. Con las pulsaciones en todo lo alto el cuarteto decidió que el hasta luego lo debía de dar la épica magia de “Safe Passage”, el mejor tema de Wild Light. Y cuando parecía que todo estaba acabado el grupo decidió regalarlos dos temas en un bis frenético con la ravera “Crash Tactics”, el único guiño que tuvieron con el genial We Were Exploding Anyway, y la mágica “Retreat! Retreat!”. Las dos caras de una banda en una constante evolución que no sabemos que nos deparará en un futuro, pero que si nos hace afirmar rotundamente que el presente es suyo.