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Entrevista a Elphomega: Efecto sideral

Por Marcos Gendre 0

Entrevista a Elphomega

Hablar de Elphomega significa hacerlo de una de las mentes más avispadas del panorama hip-hop nacional. Y más, después de Nebuloso, su reciente LP, sobre el que nos da las claves de lo que, por derecho propio, se ha convertido, junto al díptico esencial de Malandrómeda, en el esfuerzo más ambicioso de la historia del hip-hop en este país.

Llevas una carrera bastante más prolífica de lo habitual en el terreno del hip-hop estatal. Cinco LPs desde 2005 es una cifra muy importante. ¿Cómo has conseguido ir avanzando sin estancarte como tantos otros? ¿Quizá tu habilidad para avistar más lejos de lo habitual de los cotos hip-hop?

No creo que se base solo en rapear mejor o peor, tiene que haber algo más detrás. Un “algo” propio de ti que te marque diferente y que se note real. Funciona así. Y es fundamental darle a la música su valor, que no sea solo un vehículo de lucimiento para uno, pienso. Yo no quiero ritmos al servicio de mi voz donde dos parrafadas mías sean las protagonistas, mi deseo es hacer buenas canciones, atemporales, lo más universales posibles a pesar del idioma y poder tener ritmos que ya me parecen perfectos sin mi participación. Luego me limito a rellenar los huecos con mis palabras sin estropearlos mucho. Para eso hay que tener claras las ideas y gusto y ojo con los productores de los que te rodeas. Y luego hay que estar con los ojos abiertos y ser permeable a los nuevos sonidos y a cómo cambia el mundo a tu alrededor.

Escuchando tus discos, se entienden tus palabras sobre “En España hemos aceptado cuatro conceptos originales del estilo musical, que están implícitos en su raíz y son importantes, pero no nos podemos cerrar a eso o tomarlos como un dogma. Todo lo rimado es rap y esa libertad es lo que me pone a mí. Me pone hablar de cualquier cosa, sea realidad o ficción”. ¿Es tan cerrado el hip-hop nacional?

Pues tengo serias dudas ahora mismo sobre eso de que “todo lo rimado es rap”, quizás debiera volver sobre mis palabras… No sé, estoy mosqueado con todo esto del rap y la poesía que tanto se cita ahora y que me parece una cosa muy grande. Los raperos tratados en la actualidad como poetas… como si hacer rap no fuera suficiente y hubiera que “prestigiarlo” de alguna manera para que todo el mundo lo acepte de buen grado… ¿A un poeta lo consideraríamos mc por recitar sus versos sobre un ritmo? No sé que decir, estoy confuso con todo eso. Siento que el rap nacional no es nada cerrado ahora mismo, más bien podría tildarse de monotemático a mi parecer, podría ser, ha habido una refrescante aparición de artistas con estilos y maneras diferentes, sólo que unas pocas fórmulas muy parecidas tienen mucha más repercusión que el resto. Tendencia, supongo.

La constante habitual del rap estatal (casi) siempre ha provenido de la herencia funk, pero en tu caso también me vienen a la cabeza propuestas más “cósmicas” como Cannibal Ox o Clouddead. ¿Dónde encuentras tu equilibrio entre tradición y evolución?

Yo escucho géneros muy variados y debe reflejarse. Incluyo muchas “músicas” distintas en la mía propia, porque es lo que me mantiene vivo, si tuviera que cuadrarme a un sonido por el resto, pues yo que sé… Me tengo que sorprender todo el rato para mantener la vida en esto. Con cada disco intento viajar al futuro sin perder de vista el pasado y lo que he hecho antes, sobre todo, siempre intentando no caer en la repetición evidente.

En esta paleta sonora tan poco masticada en nuestro país, ¿cuánta relevancia ha tenido la entrada de Doc Diamond en tus formulaciones musicales?

A eso me refiero, es por eso que trabajo desde el principio de mi carrera con él como productor de cabecera, con mucho peso en los discos a nivel de producción de ritmos y de sonido final, porque tiene esa versatilidad y capacidad de permear la música que me apasiona en sus producciones. Por eso también tratar con otros productores y músicos que me parecen abiertos, actuales y rompedores, no peña que va con el piloto automático.

Hasta la llegada de Nebuloso, Phantom Pop era el punto de inflexión más determinante en tu carrera. Las letras escapaban del arquetipo habitual del egotrip del hip-hop, para apostar por un enfoque más personal. Asimismo, en el aspecto musical, el cromatismo sonoro tocaba con géneros nada habituales dentro de los términos acordados en el hip-hop nacional, e incluso canciones de estructuras tan particulares como “Primos raros”. ¿Qué supuso este disco para ti? ¿Cómo te tomaste las voces críticas desde los sectores más integristas del panorama nacional?

Sí, para mí fue un punto de inflexión artístico y también mediático, ese álbum me hizo mucho más visible. En el aspecto creativo, Phantom Pop me demostró que podía llevar mis ideas y mis sensaciones a lo práctico, sin miedo, y que la cosa podía resultar. Me sirvió para desprenderme de prejuicios y ganar confianza en mis canciones, que aún habiendo asumido cierto inconformismo o heterodoxia en mis propuestas anteriores, sentí que el “salto” en riesgo entre disco y disco podía ser mayor. En cuanto a las críticas, pues me lo tomo bien, yo que sé, no se le puede gustar a todo el mundo, y no es mi intención tampoco.

Elphomega, por Álvaro Manof
Elphomega, por Álvaro Manof

El imaginario en el que se mueven tus canciones pica mucho del 7º arte, la ciencia-ficción y el mundo del cómic. De Twin Peaks a Buck Rogers. Me recuerda a panorámicas como las de MF Doom o GZA. Me resulta interesante en el sentido de que aportas un plano de ficción desde el que poder avistar con mayor panorámica la realidad social. Me da la impresión de que, tal como se abría, Phantom Pop, tu constante a la hora de avistar la creación es “Buenos días, ¿por qué no abrirse al mundo y mirar?”

Das en el clavo ahí. Sí, es lo que sugiero con una frase como ”mis gafas son dos lentes de cine”, esa óptica personal. Siempre me ha fascinado como, desde siempre, la ciencia ficción ha sido utilizada para retratar y criticar la realidad social del momento. Trabajo mis letras para que lleguen a funcionar a esos niveles, de metáfora, aún con un par de líneas crípticas.

Aunque desde, sobre todo, El Testimonia Libra, cada uno de tus LPs siempre desprende un poderoso halo a ambición, tengo la sensación de que tu nuevo LP es tu opera egipcia particular. Supura kilos de ideas, bases y puntos de fuga. ¿Cómo ha sido el proceso de grabación? ¿Te has dejado algo en el tintero o se ha materializado todo lo que te hervía en la cabeza?

Pues gracias, eres muy generoso. Bueno, para mí está completo así, es lo que tenía claramente dibujado dentro de mi cabeza por lo menos desde hace tres años. Desde entonces se han caído colaboraciones y han quedado fuera canciones que he ido liberando en internet, y todavía tengo más que iré compartiendo, pero puedo decir que es el álbum al que más tiempo y amor he dedicado. Tenía una idea de disco clara y he conseguido que los contratiempos no me alejaran de ella.

Nebuloso es un disco más exuberante, diferente, y homogéneo de lo habitual. Es como si hubieras condensado todo el carrusel de colores en un mismo flujo. Creo que son tus bases más rotundas, pero sin perder tu ADN camaleónico. ¿Ha sido más duro de lo habitual el trabajo sobre las bases? ¿Cómo lograste sintetizar todas las ideas?

Todo ha sido trabajo duro y paciencia, por el método de Prueba y Error. Dedicar al disco cinco años te da mucha perspectiva a la hora de desechar material y quedarte solo con el oro, es como tallar una piedra, funciona si no eres ansioso y haces canciones lo suficientemente buenas como para no aburrirte de ellas y mantener intacta la ilusión por mostrarlas al público. Es laborioso hacer joyas que superen el paso del tiempo.

¿Hubo alguna canción-guía en el camino ideado para Nebuloso?

No, ha sido una criba de canciones considerable, pero no he tenido ningún tema modelo en concreto o que fuera un referente para el resto. Me he guiado por sensaciones, intentando no traicionar el sonido y la atmósfera que tenía pensados para el álbum.

¿Qué ha cambiado en tu forma de trabajar para este nuevo LP?

En lo creativo nada. Lo he construido prácticamente igual que los anteriores discos. El cambio más importante ha venido con la autoedición. Lo hemos trabajado desde Navaja Suiza, una plataforma propia que creamos para el proyecto Catarata. Después de la experiencia y barajando lo que me ofrecían las discográficas pensé que era el momento de aventurarse con el “hazlo tú mismo”.

¿Es Nebuloso el punto de rotación que buscabas para tu música o la búsqueda no tiene fin?

Bueno, está hecho sin intención de que signifique más de lo que te he dicho anteriormente, he querido hacer un disco oscuro, hermoso y coherente, pero realmente no sé a donde me llevará en el futuro, tampoco lo sabía cuando acabé los anteriores discos, y ahí está la gracia, la expectativa que a mí mismo se me crea. Digamos que con Nebuloso he asfaltado la carretera y ahora tengo que recorrerla.

Hace años que el hip-hop se ha convertido en el nuevo pop. Pero creo que esto ya lo tenías tú muy claro desde 2011 con Phantom Pop, y en Nebuloso queda más que certificado. ¿Qué consecuencias percibes en este cambio de perspectiva?

Bueno, eso viene muy de lejos… No sé, también soy muy contradictorio con esto, por un lado está bien esa apertura al gran público, que nos ha hecho estar más presentes de una u otra forma, pero añoro también la pureza de todo el movimiento cuando era más eso mismo, una movida reducida a cuatro locos frescos. Soy un nostálgico, no es nada nuevo, pero no un purista. Bueno, son sentimientos encontrados. En lo musical consigo disfrutar de todo el espectro, de lo más mainstream a lo más minoritario o experimental, aunque a veces duele el estómago ver y oir según qué cosas.

En estos últimos tiempos, se han ratificado fenómenos del rap nacional, como Jarfaiter, El Coletas, PXXR GVNG o Agorazein, que parecen estar avistando una regeneración en un panorama hip-hop que, por otro lado, parece cada vez más disgregado y rico en posibilidades. ¿Cómo ves este panorama desde la perspectiva desde tus más de veinte años de carrera?

Soy de los que piensan que hay que estar con la sangre nueva que esté haciendo cosas increíbles. A mí eso me mantiene vivo, me motiva y no me duele decir ahora que veo algo de chicha y relevo, que mola, desde luego más que hace unos años. Con otras formas, es evidente, ha de ser así, si no ¿qué tipo de relevo sería? Pero es así. Y a muchos artistas esto les pilla viejos y acomodados. Y habrá a quien le joda dejar la silla. Yo por ahora me siento cómodo con este panorama, más que con el anterior, antes yo era el más raro… ¡pero ahora los hay todavía más raros que yo!

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