Crítica: 33, el musical
Por 1 marzo, 2018 12:160


Ayer se presentó en Madrid “33, El musical” y en El Enano Rabioso no nos lo hemos querido perder porque, oye, nunca se sabe si habrá vinito de bienvenida.
El evento se ha llevado a cabo en Torre Espacio (para los paletos como yo, un rascacielos de Castellana). Concretamente, en el piso 33. Fíjate, qué casualidad, cuánto 33. ¿Qué les habrá dado con este número? Pues si hubiera ido mi abuela lo habría tenido bien claro. Siempre que oye “33” dice: la edad de Cristo. Y es que esa es precisamente la temática de este musical.
Escrito y compuesto por Toño Casado, sacerdote español que ya participó en algún tema de La Llamada, esta obra está basada en la vida de Jesús de Nazaret, pero, según palabras de su autor, desde un punto de vista más actual (y alejado de Jesucristo Superstar). Aseguran que no es un espectáculo sólo para católicos, sino que refleja valores universales a través de la vida de Jesús. Por un lado, es difícil imaginar una historia sobre Jesús que no esté destinada a los católicos. Pero claro, las películas sobre Hitler no están especialmente hechas para nazis. Arderé en el infierno por esta comparación, pero ya me entendéis.
Aunque no nos han adelantado mucho sobre el proyecto, la obra tiene pinta de súper producción. Será representada en el “Espacio 33”, un teatro italiano recreado dentro de una carpa con capacidad para 1.200 espectadores que se ha levantado específicamente para esta obra en el recinto ferial IFEMA. Contará con 33 actores y 33 temas originales. La simbología lo es todo. Y, según nos han contado, será un espectáculo interactivo. Sí, el público tendrá su momento de participación (para bien o para mal). La producción corre a cargo de White Kite Producciones, que se han mostrado bastante seguros de las grandes virtudes del musical.
A la presentación también ha acudido el Padre Ángel, pues, al parecer, el proyecto tiene fines solidarios. Planean grabar un disco con los principales temas de la obra interpretados por diversos artistas españoles, destinando todos los beneficios a Mensajeros de la Paz. De hecho, hemos tenido la oportunidad de escuchar dos de esas canciones interpretadas en directo al finalizar el acto. Una de corte dramático y otra buenrollista. La obra se estrenará previsiblemente en octubre, aunque las entradas se pondrán a la venta en las próximas semanas.
Ha sido un evento cuidado. Unos (modelos vestidos de) ángeles nos han recibido en la puerta para guiarnos al cielo (piso 33). El espacio era cómodo y las vistas envidiables. Eso sí, al final no ha habido vino.