«Buffalo soldiers» de Robert O’Connor, vigente tres décadas después
Por 24 mayo, 2021 14:120


A golpe de narrativa tensa y altamente descriptiva, así es como funciona la única novela publicada por Robert O’Connor.
Clásico contemporáneo desde el mismo momento de su publicación, a lo largo de su lectura nos adentra en las interioridades de una base militar estadounidense de Alemania Occidental. Estamos a finales de los ochenta, en una época de ocupación sin guerras mundiales, en la que, ante todo, predominan las pautas de comportamiento del pasado. Se trata de tiempos trastocados por su propio contexto, en la que confluyen un grupo de soldados heroinómanos y toda clase de ambiciones por subir de rango en un ejército de almas torturadas, aunque rudas y plenas de estallidos emocionales. Así es como funciona el tic-tac vital de unos personajes inolvidables, a los que O’Connor da vida por medio de una historia que, más allá de la crítica implícita, es una oda al humor negro como el azabache. Risas con la boca cerrada para describir un mundo de corrupción y racismo que ha llevado a esta novela a ser descrita como un híbrido entre Trampa 22 y Menos que cero, aunque habría que sumar cierto deje a los clásicos de la novela negra, dentro de un conjunto final que explota a raíz de la mecha prendida en la investigación por la muerte del soldado. Parsons McCovey, a quien uno de los protagonistas centrales, el corrupto Ray Elwood, tenía en cartera a la hora de llevar a cabo sus trapicheos varios dentro del lucrativo negocio de la heroína.
En definitiva, estamos ante una novela que, más allá de sus más que apetecibles excusas argumentales, transciende por el propio estilo narrativo de O’Connor, capaz de apresar al lector en su telaraña de diálogos cortos y a la yugular, y a su capacidad para dibujar un marco de acción tremendamente sugestivo.
De todas a todas, una novela que, casi tres décadas después de su edición, emerge como un bofetón de literatura con ambiciones cumplidas, absolutamente, imprescindible para quien quiera vivir una experiencia, tan divertida como terrible, que te volará la cabeza. Literalmente.