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Entrevista a Ugly Mac Beer: maestro del beat y lo cinemático

Por Redacción EER 0

Entrevista a Ugly Mac Beer

Ugly Mac Beer es una especie de veterano de guerra. Uno que batalla con la magia del sampleo y la vidilla que otorga un buen tempo roto. El productor debutó a finales de los años 90 como DJ de la banda La Formule, junto a Wax Tailor. Durante la década del 2000, y con el deseo de desarrollar sus propios proyectos, comenzó una carrera en solitario.

Ahora mismo es una de las figuras clave de la escena francesa dentro del arte del ‘beatmaking’ (creadores de ritmos) y el lofi hip hop. Acaba de publicarse su nuevo álbum de estudio en solitario, The Valley of the Kings (X-Ray Production / Beatsqueeze 2023).

Un disco inspirado por las producciones de maestros del downtempo y el hip hop instrumental abstracto de los 90, rebuscadores de cubetas de vinilos que luego rediseñaban muestras inéditas con nuevas bases. El concepto de este álbum es básicamente eso, instrumental, además de ser una buena inyección de sonidos cinemáticos, místicos y orientales.

Entrevista a Ugly Mac Beer

¿La chispa que encendió en ti un interés real en cuanto a lo musical, y ya no a un nivel usuario o aficionado? ¿Cuáles o quiénes fueron tus primeras influencias?

La primera influencia seria que tuve fueron los Beastie Boys, concretamente el álbum “Licenced to Ill”. Tenía yo por aquel entonces como unos 12 años y formaba parte de una panda de skaters (mitad de los 90) en la que yo era el más joven. Me empapé de muchísimo rock y hip-hop siendo la banda de Brooklyn perfecta para mi modo de disfrutar la vida y la música.

Para muchos artistas, la originalidad está precedida por una fase de aprendizaje y, a menudo, de emular a otros. ¿Fue ese tu caso? Sea como fuere, cuéntanos tus primeros pasos sobre los platos, con cajas de ritmos, sampleando…

Y de nuevo me tengo que dejar caer en los mismos brazos, los de Beastie Boys. Porque justo, fueron los primeros álbumes de los Beastie Boys los que me animaron a pinchar discos. Me encantaban los scratches de DJ Hurrican en “Paul’s Boutique” o “Ill Communication”, pero en especial fue el descubrimiento de “Invisibl Skratch Piklz” compuesto por DJ Q-Bert, Shortkut, D-Styles y Mix Master Mike en su discográfica Dirt Style la que me influyó del todo. Lo de samplear vino tiempo más tarde, a principio de los 00, cuando empecé a juntarme con Mister Modo.

¿Tu primer experimento exitoso creando música?

Pienso que fue la creación y luego publicación del álbum “Mo Dougly Weird Stories”, vio la luz en 2007 y lo produje junto a Mister Modo.

¿Cuáles fueron tus mayores desafíos creativos al principio y cómo han cambiado estos con el paso del tiempo?

A mitad de la década de los 90 quise crear una discográfica especializada en música realizada con ‘scratchings’. La idea sería publicar en discos de DJ Tools y ritmos instrumentales. Todo en vinilo. Al final, y un tiempo más tarde, en 1999, acabé creando mi propio sello Beatsqueeze Records. Y de nuevo, años más tarde, ya no solo el ‘rasgado’ de discos y las bases me pusieron en el escaparate, también me puse las pilas con la producción. Esto en 2005 y de la mano de, como no, Mister Modo.

¿Cómo definirías el camino creativo y compositivo que has seguido hasta crear tu nuevo LP The Valley of the Kings?

Para mí se trata siempre de perseguir una historia. Son sentimientos que se guían por mi estado de ánimo. El cual no es siempre el idóneo, debo confesarlo. Soy de esos que lo mismo tarda una semana en producir 12 temas, que igual me bloqueo o sencillamente no me apetece sentarme a hacer nada durante dos meses. Lo cierto es que para arrancar con el proceso creativo tan solo necesito de una buena idea, un concepto chulo y ¡ahí que me relío como si no existiese mañana!

¿Eres de ese tipo de artistas capaces de escribir ritmos o música mientras viajas en el autobús o, por el contrario, necesitas estar aislado y concentrado en un estudio?

El momento idóneo para mí es bien tarde, ya por la noche. Me siento en el sofá con los cascos puestos y el ordenador portátil echando humo.

De otro modo, ¿qué circunstancias, historias y por supuesto sonidos inspiran tu nuevo largo? Percibimos muchas ‘especias’ de Oriente Medio, de Egipto por ejemplo. ¿Has estado allí?

Podría confesar que mi inspiración es muy televisiva. Que también cinematográfica y por supuesto musical. Este disco nuevo podría considerarse como una beat tape, es harto personal, sin concesión. Me auto-inmunizo de cualquier culpa. Si nos sumergimos en él, algo que os invito a todos con la mente bien abierta, es un poco como la banda sonora de una película imaginaria. Un viaje retro-futurista con un tonillo pelín extraterrestre que mezcla los misterios y las bellezas del antiguo Egipto. No solo quería probar a hacer cosas con la música tradicional de Medio Oriente, sino contar una historia a mi manera. Y vale, confieso que siempre me ha fascinado una barbaridad la historia del antiguo Egipto, desde que era un niño. ¡Debo ir allí este año!

Culturalmente hablando, ¿qué crees ha contribuido más al crecimiento de sus respectivas sociedades? Y extrapolándolo a la actualidad, ¿qué cree que deberían hacer los gobiernos para promover la cultura, especialmente la música, entre la gente?

El cine, la televisión, la música son, y esto al menos en mi opinión, los manifiestos culturales que más contribuyeron a nuestro crecimiento hasta principios de los 2000. Hoy en día, lamentablemente, la mayoría de las personas ya no buscan descubrir cosas nuevas por sí mismas, y estamos claramente en la era de la desmaterialización. La nueva cultura la deciden las redes sociales. Consumimos lo que nos dan de comer según nuestros respectivos algoritmos. Ya no solemos perdernos tanto en librerías, tiendas de discos, incluso en los cines más independientes… Ni nos paramos a mirar de verdad lo que realmente sucede en otros lugares. Soy consciente de que hago música para una minoría, tengo un ejército sumamente pequeño y claramente para gente mayor ¡como yo! Y de los gobiernos… mejor no hablar por ahora (risas)

Por cierto, existe una delgada línea entre el intercambio cultural y la apropiación. ¿Qué opinas sobre los límites de la copia, el uso de símbolos culturales dentro del arte… y claro, del sampleo?

¡Este es siempre un tema complicado! Hay formas y formas de hacerlo. Bien puede ser mediante un mero guiño, a modo de tapadera, que también descaradamente convirtiéndose en plagio o un saqueo. Al final son cosas completamente diferentes, y esto debe tenerse muy en cuenta. Hoy en día estamos muy pendientes de la “cultura de la cancelación”, con la inteligencia artificial de por medio que todo apunta a que va a reemplazar poco a poco la creación del ser humano para paliar este tipo de problemas los cuales serán parte de los viejos tiempos, del pasado.

Sabemos que una de tus influencias es RZA. Estoy recordando ahora su película “El hombre de los puños de hierro”. ¿La viste? Genial si nos dejas saber tu opinión sobre los grandes maestros del hip hop haciendo locuras en el cine…

Considero a RZA como una influencia importante, importancia que proviene de los primeros álbumes de Wu-Tang, Gravediggaz; los discos en solitario de Raekwon, Genuis, Ol’Dirty y Ghostface. Al mismo tiempo la banda sonora y la película “Ghostdog” tuvieron también mucha influencia sobre mí, pero aquello se detuvo más o menos ahí. La cosa fue cambiando luego con el tiempo. ¡Ah, y me temo que nunca he visto su película!

Inequívocamente el concepto de tu nuevo disco es muy cinematográfico… ¿Qué sugieres que hagamos mientras lo escuchamos? Intenté leer un cómic de Peter Milligan ¡disfruté de la experiencia!

Ah, esa es una buena opción. Sugiero escuchar el nuevo álbum durante tus viajes en metro, o en el coche, el avión o algo así, cualquier medio de transporte el cual te ayude a escaparte un poco de la rutina habitual. Y por favor, déjate llevar.

¿Algo más que quieras agregar?

¡Seguid buscando e investigando cosas por vosotros mismos!

Foto de portada por Stephane Gizard.

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