De burbujas, festivales, música y fiesta
Por 19 julio, 2024 12:190

La masificación de propuestas festivaleras está haciendo virar la experiencia vinculada a la música en directo ¿es algo nuevo o algo que se repite cíclicamente?
Con la mayor parte de los “macrofestivales” ya celebrados, podemos empezar a vislumbrar por donde se van a transitar las apuestas musicales para los próximos años y, en gran medida, prever las inquietudes del público al respecto. Hemos leído recientemente (lean y sigan a Nando Cruz) la entrada de fondos de inversión muy potentes en la adquisición de eventos musicales masivos, apostando por la incursión en un sector que, bien gestionado, es generador de grandes ingresos y de mucha relevancia. Con la entrada de este tipo de “empresas” en los negocios se suelen dar un par de escenarios o posibilidades. Que los potencien y los profesionalicen para un más sostenible y mejor crecimiento, o bien que los “vistan muy bien”, reduzcan a saco los costes, mejoren la rentabilidad y luego “les peguen un pase” (los vendan con plusvalías, para los que no estén acostumbrados a esta terminología).
Este nuevo escenario, nunca mejor dicho, viene provocado por la democratización del acceso a la música, por el indiscutible crecimiento económico de la clase media y por la generación de una experiencia cada vez más festiva en este tipo de eventos (problemas del primer mundo, como dice mi pareja) ¿Qué es mejor o peor que antes? Pues mire usted, todo es relativo y lo mejor es utilizar siempre el RESPETO.
En la parte del público, puede haber distintos prismas. Para algunos que amamos la música y que ir a un concierto/festival carece de sentido si todo no gira en torno a lo que vamos a escuchar, pues claramente se está perdiendo el foco (toca refugiarse en las salas). Para los que la música es algo que disfrutar pero que la fiesta también es importante, pues la situación es confortable….y para aquellos que lo primordial es lo festivo, pues han encontrado un espacio nuevo donde disfrutar y mucho. En esta visión de asistente, este que les escribe, se considera un “cascarrabias”, un “viejoven peterpanesco” que quiere que esto siga siendo cosa de los frikis que toda la vida de Dios hemos valorado la música, que nosotros entendemos buena (que ya hay que ser egoísta para creernos el ombligo del mundo) y que no nos roben nuestro espacio. Nos tenemos que reír de nosotros mismos cuando no recordamos que grupos de culto históricos han tenido también una repercusión extraordinaria y han pasado a la esfera del “mainstream” de la noche a la mañana (son tantos que mejor no dar ejemplos). Que más gente acceda a nuevas propuestas y puedan disfrutar de ellas no deja de ser un gustazo y un gran desarrollo cultural. Eso sí, de todos para todos, el respecto debe ser siempre el punto de partida….y de llegada.
Desde el punto de vista de la industria, hay que empezar a pensar cuanto durará la burbuja, cuanto tiempo serán aguantables los precios, los festivales “calcamonía”, la resistencia de las salas, de los grupos con seguidores menos globales, de los festivales de medio formato más cercanos e innovadores, donde buscar profesionales especializados en los eventos, como mejorar experiencias, etc. La clave, como en todo tipo de negocio, está en la sostenibilidad (palabra ahora tan de moda) y en la rentabilidad en el tiempo. Los fondos raras veces apuestan por ese largo plazo, por lo que habrá que ver cuanto dura la apuesta y como evoluciona, o involuciona, temporalmente.
Yo quiero creer que hay cabida para todo, siempre y cuando “todo” sea para bien y sirva para mejorar las experiencias de los artistas, sin los cuales no se olviden que esto no existiría, de los profesionales que trabajan en la industria y, por supuesto, del público. Rompo una lanza por los Monkey Weeks, por los Detergentes Líquidos, los Sr. Chinarro, los Apartamentos Acapulco, las Noches del Botánico, los Fotomaton, los Canela Party, las Salas X y demás apuestas que se acercan más a eso del “do it yourselft” que tanto supuso para la escena musical independiente en su nacimiento. A ver adonde va todo esto y quien lo aguanta.