Festival Super H, Good Save The Planetas

Por Armando Rendón 0

super h

Festival Super H se cierra con éxito de público y actuaciones memorables.

A veces los sueños se cumplen. A veces te encuentras con que, de repente y como sucedió este sábado en la ciudad nazarí, a alguien se le ocurre montar el festival que a ti te hubiese gustado montar y con el que has soñado muchas veces. Pueden poner o quitar a algún que otro grupo (que si echamos de menos a los Apartamentos Acapulco o a Carolina Durante, que si los cambiaba por tal y cual…..) el caso es que la “alineación titular” como diría el bueno de Julio Ruiz (ahora en Radio Subterfuge) era capaz de golear musicalmente a cualquier cartel que se precie. Todo esto con o bajo la excusa de homenajear al grupo que nos ha servido de banda sonora vital, tanto a los que actuaban como a los que íbamos a disfrutar más allá de los escenarios.

No sé si la “malafollá” se pega, me parece que es algo muy autóctono y granadino, lo que sí sé es que el gusto por lo que llevan haciendo Los Planetas tantos años es algo muy arraigado en mucha gente y de distintas generaciones (por ejemplo entre los participantes e integrantes del cartel podíamos encontrar generaciones entre los veinte y los cincuenta años, casi nada). Aunque la Feria de Muestras de Granada (Fermasa) no deje de ser un gran “descampado”, para nosotros parecía aquello el  maravilloso Cuarto Real de Santo Domingo de la capital granadina (vayan a verlo si no lo conocen) y el espacio del escenario, la “qubba” o salón de recepciones del citado monumento declarado Bien de Interés Cultural en 1919.

Y allí estábamos todos los puretas a los que nos gustan Los Planetas, como dirían los Novedades Carmiña. Puretas y a mucha honra, algunos bajando la media de edad y otros disparándola más allá de lo que se puede contar ya por culpa de artrosis u otras dolencias provocadas por la vivencia ya gastada. Grandes calvas, talegas a doquier y “peterpanes” nuevos runners, pocos, por cuidarse en la subida a la quinta planta de la vida. Todos y cada uno de los presentes felices como un niño el día de Reyes cuando uno no sabía que los Reyes también roban (no los magos, los otros). Permítanme la licencia de decir que yo tenía la suerte, mucha suerte, de estar acompañado por planetarios venidos de todas las partes del territorio patrio y una “granaína” que de los conciertos “ni fu ni fá” pero que de hacer trajes es una experta de primera categoría y mira que es buena persona.

Y por otro lado Ellos, Los Planetas, han hecho posible que esté con Ella compartiéndolo todo y todo fue aún más especial para este que les escribe. Centrándonos en el Festival, que ponía en valor la revisión del Super 8, bien los accesos, mal los baños (como casi siempre), muy bien el “merchandising” y los Djs entre conciertos, así como una buena y cuidada organización (bueno uno de los “seguretas” de la puerta daba mucho miedo por lo grande que era, tanto que parecíamos hobbits y nos iba a aplastar sin un porque). Comenzamos, los algo más de cien presentes que estábamos allí bajo el sol, escuchando y disfrutando de la apuesta fresca y novedosa de Edu Requejo. El barcelonés nos regaló un concierto cargado de eclecticismo, mezcla de influencias y, sobre todo, buena música entre la que sonó “Manchas Solares” incluida en el Super H.. Tras la sesión intermedia de Dj´s, que amenizaron todos los intermedios entre conciertos, y jugando en casa, Las Dianas. Fieles representantes del nuevo powerpop nacional, las cuatro componentes del grupo desplegaron toda su energía y gran parte del repertorio de sus dos largos, sonando entre otros temas  “Putivuelta” o “Me jode”, como no podía ser de otra manera. Cerraron con “Brigitte”, contando con coros y violines para marcarse una versión difícil de olvidar.

De Granada a Argentina de la mano de Santiago Motorizado, que representó a su grupo El mató a un policía motorizado que han versionado “Estos últimos días” y que nos presentó parte de los temas de su nuevo disco “El Retorno”. Para cerrar, dos canciones a capela de la banda “madre”, interpretando el archiconocido “Joni B” para dejarnos a todos auténticamente en una nube. Luego, casi nada, de forma consecutiva conciertos de Triangulo de Amor Bizarro, marcándose un “set list” con gran parte de sus éxitos, Los Punsetes donde por primera vez vimos a Ariadna moverse, Alcalá Norte que crecen y crecen pero que aun deben ganar en que su sonido en directo suene más redondo y potente y Cala Vento a los cuales les sobran las tablas y un sonido absolutamente demoledor (¿Por qué no están esta gente de cabezas de cartel en más sitios y llenando estadios?).

Y llegó el momento para los verdaderos protagonistas y homenajeados del día, Los Planetas. Aunque si les soy sincero, yo creo que fue más un homenaje colectivo y onanístico que otra cosa. Eric llegó de milagro porque se rumoreaba que la gente no se iba ni a palos de su bar y casi tiene que llamar a los GEOS para evacuarlo. Jota estaba contento, como si por fin ella hubiese ido al Amador y ya no hubiese recibido el segundo sino el primer premio. Todo era y se hacía especial, siendo el público y la atmósfera grandes culpables de que así fuese. Volvíamos a Los Planetas, volvíamos a casa como Chihiro tras su viaje junto a Haku. Y te sueltan nada más empezar “Segundo premio” y “Qué puedo hacer”, dejando para la meseta tranquila del concierto obras maestras como “Nunca me entero de nada”, “Corrientes circulares en el tiempo”, “Señora de las Alturas” (¿la canción de las canciones?), “Islamabad” (junto a Alvaro Rivas de Alcalá Norte) y  “Santos que yo te pinté”. Y como colofón y para llegar a diecisiete temas de la vida, nos regalaron “Un buen día”, “Alegrías del incendio” y “Cumpleaños total”, interpretada junto a la mayor parte del elenco de grupos y artistas que intervinieron en el super festival.

Tras el éxtasis final, los que allí estábamos nos mirábamos unos a otros con complicidad y emoción, congratulándonos de ser coetáneos de estos señores que, con sus historias personales como cualquier hijo de vecino, nos han acompañado tantas y tantas veces y nos han hecho que el camino haya, sea y siga siendo un poquito mejor y haciéndonos pensar que siempre puede ser, como lo fue el sábado, UN BUEN DÍA.