San Miguel Primavera Sound 2010: la crónica
Por 10 junio, 2010 14:390


10 años y más de 100.000 personas para celebrarlo. Con cifras de récord es como cerró el San Miguel Primavera Sound su décima edición, consolidándose así como uno de los festivales punteros en España y Europa, de donde provienen cada vez más asistentes. Un festival donde una vez más la letra chica tiene casi tanta importancia como los grandes nombres que atraen a las masas, así que vámonos a ponernos manos a la obra.


El jueves empezaba fuerte ya desde primera hora con la presencia de los escoceses Bis en el escenario San Miguel a las seis de la tarde. Bis volvían a los escenarios desde que en 2003 dejaron este proyecto y eso hizo que muchos nostálgicos se acercaran para revivir sus años mozos. Y ciertamente que dieron un concierto muy animado con algunos destellos de calidad, ayudados de un batería y bajo que sirvieron de apoyo para no utilizar excesivamente los pregrabados. La parte negativa, la elección de los temas, centradas más en rarezas que en sus verdaderos hits, aunque el final con “Kandy Pop” y “Eurodisco” fue todo un puntazo.
Mientras el escenario Vice se llenaba de curiosos por ver el show de los israelíes Monotonix, en el cercano escenario Adidas los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado intentaban captar nuevos adeptos gracias a su pop/rock clásico con letras oscuras, donde la muerte tiene un peso específico. Destacamos “Noche de los muertos” o “Mi próximo movimiento”, o el saludo dirigido hacia J (Los Planetas) que estaba presente entre los pocos espectadores.
De vuelta al Vice nos encontramos con la última actuación de Half Foot Outside antes de disolverse. Una actuación intensa y emotiva donde cada tema nos iba recordando que el final de una de las bandas más interesantes del panorama nacional estaba cada vez más cerca. Hasta pronto.
Uno de los “hype” de este año son The XX, banda británica que con su “XX” ha cautivado a un público con ganas de devorar todo lo que provenga de las islas británicas. Con un escenario Ray Ban hasta la bandera se dieron un baño de multitudes, pero ofreciendo un directo flojo e insulso, donde lo más destacado fue la sobreexcitación de muchos fans.
A menor escala, y salvando siempre las distancias, los sevillanos Pony Bravo también han experimentado un ascenso en cuanto a la popularidad y aceptación de su propuesta musical sin ser ésta de fácil asimilación. De Sevilla se trajeron a Curro (mascota de la Expo’92) y un puñado de buenos temas que conforman su “Si bajo de espalda no me da miedo” como “Guarda forestal”, “El Pony Bravo” o “El rayo”, amén de presentarnos algún que otro tema nuevo y cerrar con “La rave de Dios”.


“Forgiveness Rock Record” es el disco que volvía a traer a Broken Social Scene al Primavera Sound (su última visita fue en 2005). Gracias a este gran disco, podría decirse que el más redondo de su carrera, pudimos disfrutar de un mejor concierto aún. Una banda súper conjuntada, con un buen sonido y un Kevin Drew muy comunicativo con el respetable. Así, su concierto fue una mezcla del nuevo trabajo y grandes clásicos como “Fire eyed boy”, “Stars and sons” o “7/4 shoreline”. Curiosa colaboración con Owen Pallett (Final Fantasy), y grande el momento final “KC Accidental” seguido de la tremenda “It’s all gonna break” y “Meet me in the Basement”. Sin dudarlo uno de los conciertos de esta edición.
Y fue cuando la lluvia empezó a hacer acto de presencia de manera un poco más insistente, aunque sin llegar a ser del todo molesta, por momentos malos pensamientos vendrían a la mente de más de uno seguramente.


Pero bueno, con ese buen sabor de boca todas las miradas se centraban en el San Miguel donde iba a tener lugar uno de los momentos del festival, la vuelta de Pavement, con ciertas reticencias a la calidad de su directo, pero nada más salir y empezar los primeros acordes de “Cut you hair” muchas dudas quedaron resueltas. Con un escenario repleto de bombillas colgando como si se tratara de un árbol de Navidad, los de Stephen Malkmus fueron deshojando la margarita de hits que tienen para disfrute de los allí presentes, aunque no siempre llueva a gusto de todos. Un concierto para congratularse con la vuelta de algunas bandas de los 90 sin que sean simples dinosaurios sin espíritu sobre las tablas. Para el bis “Shady Lane” y “Stop breathin’”.
Fuck Buttons no hicieron después sino aumentar el grado de felicidad sobre nuestros cuerpos. Siendo su propuesta en directo bastante simple, optaron por la limpieza y potencia de su sonido para llamar la atención a los perdidos y maravillar a sus seguidores. Actuación centrada mayormente en su “Tarot Sport”, donde “Surf solar” u “Olympians” fueron momentos cumbres. De 10 ver óomo vibraba todo el cuerpo estando por la torre de sonido.
Y como tanta actuación buena seguida nos parecía extraño, tuvo que llegar Moderat para cortar la racha. Ni el sonido del escenario ayudó, ni su propuesta llegó a conectar con los presentes. Una pena que el proyecto de Apparat y Modeselektor no llegara a cuajar en directo porque las expectativas eran altas.
La segunda jornada del festival comenzaba también fuerte en el San Miguel, con unos esperadísimos The New Pornographers que traían calentito su “Together”, que pasó de puntillas por el set list de los canadienses. Con un sonido brillante fueron cayendo grandes temas como “Use it”, “Challengers”, o el guiño de “Sing me Spanish techno” con la que abrieron. A medida que avanzaba el concierto el escenario iba acogiendo cada vez más público que quedaba rendido al clásico sonido pop de la banda, hasta llegar a la despedida con “The bleeding heart show” que sirvió de perfecto punto y final.
Seguidamente en el Ray Ban, Nueva Vulcano conseguían aglutinar a un nutrido número de fans de su pop/rock de toda la vida. Los catalanes con “Los peces de colores” han vuelto a ocupar un sitio preferente dentro de la escena nacional, y así lo hicieron constatar en directo, con una actuación contundente y sin concesiones.
Todo lo contrario ofrecieron Beak> sobre el ATP, donde llevaron a cabo la traslación del sonido anguloso y difícil de su disco a una vertiente “más bailable” con gran acierto. Además contaron con un gran apoyo del público que llenó las inmediaciones del escenario. Curioso final con una versión de “Let the sunshine in”.


Aunque Jeff Tweedy y los suyos, Wilco, se pasen con demasiada frecuencia por nuestro país su presencia siempre es motivo de celebración, y así se demostró con un escenario principal lleno hasta los topes. Empezaron con un nefasto sonido en “Wilco the song” que a duras penas se podía distinguir si no es por su estribillo, pero gracias a dios que la cosa se fue arreglando y la banda pudo dar uno de esos recitales a los que nos tienen acostumbrado.
Mientras tanto en el ATP la banda de Tim Harrington, Les Savy Fav, volvía a poner el festival patas arriba como ya hicieran hace dos años. Un comienzo arrollador con “Patty Lee” y “The Equestrian” y el pequeño ATP era ya un honor. De ahí hasta el final mucho punk/rock y la teatralidad y ganas de liarla de un Tim Harrington que volvió a ganarse a todos consolidándose como uno de los front-man más carismáticos de las escena independiente. Con las ganas que tenía el hombre de llegar hasta la barra en frente del escenario.


Pixies eran el gran cabeza de cartel del día. Habían sido confirmados por ser el grupo más votado en una encuesta realizada por el festival y la banda había aceptado gustosamente la oferta. Sobre la explanada del San Miguel no entraba nadie más, y “Cecilia Ann” fue la chispa que prendió a unos fans entregadísimos que no pararon de saltar y corear todos los temas, casi una treintena, y donde no faltaron “Wave of mutilation”, “Monkey gone to heaven”, “Debaser” o “Here comes your man”. Con “Vamos” se fueron dejando con ganas de más, y menuda vuelta “Gigantic” y “Where is my mind” sirvieron para dejar a los fans flotando. Otros dirán que la banda sigue con su pose fría y distante, y que tocan con el piloto automático… La música no es tan rebuscada algunas veces…


Para poner el broche final al viernes una de las sensaciones de la temporada en cuanto a la electrónica se refiere, The Bloody Beetroots con su show Death Crew 77. Un espectáculo donde los italianos iban armados de batería, guitarra, teclados, como si de una banda se tratase. Lo que allí se vivió durante una hora y poco se resume fácilmente: una de las mayores fiestas vividas. Sólo había que dejarse llevar por el ambiente y ver cómo intercalaban temas de su trabajo “Romborama” con nuevas mezclas donde entraban desde Refused hasta la banda sonora de “28 semanas después”, que unida con “Cornelius” desató la locura. Lo mejor de todo fue comprobar las caras de alegría y satisfacción con las que los asistentes salían de las inmediaciones del Ray Ban.
Al contrario que la primera jornada, el sábado comenzó con un sol pegando de lo lindo y una subida de las temperaturas considerable. Con este caluroso panorama saltaban al ATP a las cinco de la tarde The Psychic Paramount cuya propuesta sonora choca con todos los
condicionantes dado. Su potencia y ruido iban impactando a los descuidados que se iban acercando poco a poco al recinto. De haber tenido otro horario hubieran llamado aún más la atención.
Para abrir el San Miguel contamos con la presencia de Dr. Dog y su Indie-rock de vieja escuela. Un concierto que comenzó bastante guitarrero para ir dejando poco a poco paso al lado más apacible del grupo.
Sobre el Pitchfork y aún con el sol repartiendo salió a escena Bradford Cox, o lo que es lo mismo Atlas Sound. El de Deerhunter estuvo acompañado por una guitarra para presentarnos “Logos” su segundo disco en solitario. Una propuesta que por momentos se mostraba débil a tener que defender sin acompañamientos las texturas de su sonido, pero el vocalista de Deerhunter se valió de su clase para salir airoso del envite y bajar del escenario con una sonrisa.
Otra de las decepciones del festival vino de la mano de The Antlers presentando “Hospice”, uno de los mejores discos del 2009. Los temas que en el disco son intimidad y desnudez, en directo Peter Silberman y los suyos parecen empeñados en sobredimensionarlos con la grandilocuencia de los últimos Coldplay. Y es que resulta una verdadera pena no poder disfrutar del recogimiento de “Kettering” o la dulcura de “Two” sin ver como la banda se empecina en revestir en demasía la música.
Para quitarnos el mal sabor de boca nada mejor que una velada con Built to Spill. La banda de Doug Martsch encajaba a la perfección en este cartel con tantos aires de revival noventero, y la excusa perfecta para tenerlos de nuevo en el festival era su “There is no enemy”. Un poco menos de una hora para poder disfrutar del Indie-rock inconfundible que practican y que alcanza grandes cotas gracias a temas como “Goin’ against your mind” o su final con “Carry the zero”.
Y si continuamos con la resurrección de bandas Sunny Day Real Estate era sin duda uno de los platos fuertes de todo el festival. Con un set list que bebía casi en su totalidad de sus dos primeros


trabajos, los de Jeremy Enigk dieron todo un señor concierto ayudados por un sonido potente que engrandecía temas como “Friday”, “Seven” (cayó de las primeras) o “J’Nuh”. Una pena que en pleno clímax la banda soltara las guitarras y se marchara, sin llegar a la hora de concierto, dejando a los asistentes con mono de más. Nadie se movía del escenario pidiendo más y pensando que saldría. No fue así, una pena.
Como cierre del escenario San Miguel los incombustibles Pet Shop Boys volvían al festival para presentar su Pandemonium Tour. Todo un juego escénico con bailarines, coristas, teatrillos y unas paredes de cubos que dieron mucho juego. Delante de todo este show Neil Tennant y Chris Lowe repartiendo singles y más singles que han llenado la vida de más de uno de los asistentes allí. Difícil destacar un momento cuando tienes la suerte de poder vivir todo el show, pero los grandes clásicos como “Always on my mind”, “Go west”, “West end girls” o “It’s a sin” siempre son remarcables, al igual que los nuevos como “New York city boy” o “Love etc”.
Tras esta concatenación de conciertos con aires noventeros llegaba el turno de ver algo novedoso, la propuesta ruidosa e híper activa de Health, que tras los buenos comentarios sobre su directo hacía decidirnos por los americanos y dar de lado a Orbital. Empezó mal la cosa cuando habían pasado veinte minutos y no empezaban, y cuando lo hicieron el sonido no era lo mejor que se esperaba, con el consiguiente cabreo del cantante que llegó a maldecir a los técnicos tirando el micro. Menos mal que la cosa empezó a enderezarse y durante unos tres cuartos de hora pudimos vibrar con la locura de “We are water” o “Die slow”.
Y para poner la guinda al pastel no podía faltar la sesión de Dj Coco que congregó a un gran número de asistentes que se resistían a abandonar las instalaciones del Fórum. La sesión de Coco varió desde The Strokes, pasando por Elvis Presley, Bad Religion, The Beatles o Arcade Fire. Mejor imposible.
Así acaba una nueva edición del festival barcelonés, con la misma buena sensación que siempre, y con la misma frustración de habernos perdidos tantos conciertos debido a los solapes, así es la vida…
Nos vemos en el Primavera Sound 2011.