Fly Me To The Moon cumple las expectativas
Por 1 agosto, 2011 18:220




Llega Julio y con él un alud incesante de festivales llena nuestra geografía. El buen tiempo y las vacaciones de gran parte de la gente hace que muchos aprovechen su tiempo libre para disfrutar de la música en directo. Curiosamente Barcelona, una de las ciudades con más movimiento festivalero durante el año parecía estar huérfana por estas fechas. Con la inclusión del Fly me to the Moon, ese hueco queda cubierto, y ¡de que manera!.
El formato elegido es perfecto ya que son solo dos conciertos al día y los horarios “tardíos” permiten asistir al evento tanto a los que están de vacaciones como a los currantes que nos toca pringar en estas fechas. Si a eso se le suma un recinto de conciertos como el Poble Espanyol (nostálgico para unos y nuevo para los más jóvenes), junto con una propuesta musical tan variada y de tanta calidad hacen de Fly me to the Moon un evento muy apetecible para estas fechas del año.


El festival estuvo dividido en dos días; el primero con una propuesta basada en la música más experimental sacada a base de samplers y sintetizadores y una segunda jornada donde las mujeres tomaron el mando y a través de sus preciosas voces nos regalaron una noche de fantasía que tardaremos en olvidar.
De esta forma, los primeros en abrir fuego fueron los españoles The Suicide of Western Culture. El dúo Barcelonés (convertido a trío por las exigencias del directo), han conseguido con su álbum homónimo de debut abrirse un hueco y convertirse en unas de las revelaciones de la temporada. Al escucharlos es casi imposible no acordarse de grupos como Holy Fuck o Fuck Buttons. En aproximadamente una hora de concierto, pudimos apreciar su sonido y vibrar con algunos de sus temazos como “This Is The Last Time I Shake Your Hand” o la aún más conocida “The End of Luxury”.
Los siguientes en actuar eran los verdaderos reyes de la noche, Animal Collective. Los de Baltimore, que nos tienen acostumbrados a unos directos muy experimentales y con altas dosis de improvisación, no cambiaron su estilo aunque hay que reconocer que la nueva estructura de banda más clásica, con batería, bajo y guitarra le da otro aire al directo haciendo las canciones más reconocibles desde su inicio.
Como ya hicieran en el concierto del Primavera Sound, el setlist estuvo repleto de canciones del nuevo disco y precisamente con una de ellas, “Change”, abrieron el concierto. Gran parte del repertorio elegido fueron canciones inéditas, dando pequeñas concesiones al público al tocar tres del Merriweather Post Pavilion y una del Feels, más concretamente “Did You See the Words”, canción que abre el disco. Algunas de las nuevas tienen muy buena pinta aunque un servidor cree que si se dedicarán a tocar más para el público en vez de para ellos mismos todos saldríamos ganando. Como momentazo de la noche me quedo con “Summertime Clothes”, donde todo el público bailó sin parar. Para terminar, unos bises con dos temas inéditos y la conocida “Taste”, que dejó un buen sabor de boca entre los asistentes.
Después de una primera jornada movidita, el segundo día se presentaba algo más calmado aunque no por ello iba a ser peor. La noche empezó con el concierto de Joanna Newsom, que salió al escenario vestida como salida de un cuento de hadas y nos deleitó con su voz y su gran técnica tanto a los mandos del arpa como del piano. Aunque no era un concierto para todos los públicos, hay que reconocer que la americana tiene un directo muy trabajado que hizo las delicias entre las primeras filas.


Y ahora sí, llegaba el turno de Beach House. Desde que sacarán su último disco “Teen Dream”, el dúo americano de dream pop arrasan allá donde van. Mucha era la expectación que había por ver a la banda otra vez y como no podía ser de otra forma, no decepcionaron. Empezaron tocando “Gila” y desde el inicio del concierto consiguieron crear una atmosfera perfecta que se alargaría durante toda la hora que estuvieron sobre el escenario. Tocaron casi todos sus hits, mezclándolos con algunos temas inéditos que hacen presagiar un gran futuro a la banda. Si nada se tuerce, todo parece indicar que dentro de poco tendremos otro gran disco de estos genios.
Como momentos más destacables, destacaría las canciones “Silver Soul” y “Zebra” que fueron ejecutadas con una dulzura difícil de igualar. Cuando ya parecía que se despedían (se encendieron las luces del Poble Espanyol y la gente empezó a desfilar), volvieron a salir al escenario para regalarnos un pedacito más de su música. Un poco antes de las 12 de la noche, acabó el concierto y dimos por finalizada la primera edición del Fly Me to the Moon.
Desde aquí dar las gracias a los organizadores por ofrecernos la posibilidad de ver a estos grupos en un marco incomparable como es el Poble Espanyol. Decir también que el sonido fue impecable durante todo el evento y que no hubo ningún tipo de problemas a la hora de pedir en las barras ni de ir a los aseos. Si nada se tuerce, esperamos poder disfrutar de este festival de aquí en adelante.