Disco Las Palmeras! aprueban una cita deslucida por el sonido
Por 5 marzo, 2012 19:341




Caía la medianoche del viernes 24 de febrero en Almería, y la ciudad ya estaba preparada para recibir el afterpunk lúgubre y duro de Disco Las Palmeras!. Sí, he dicho bien: la medianoche. Y es que, mientras otras ciudades nos están habituando al horario “europeo” impuesto por unas leyes que no ponen nada fácil la organización de conciertos, el almeriense Madchester Club se permite el lujo de programar un bolo después de las doce de la noche. Así las cosas, el personal se congregó frente a la sala a eso de las doce y media y, sumados los quince minutos “de cortesía”, se abrieron las puertas.


El número de espectadores rozó el centenar, cosa que no está nada mal teniendo en cuenta que Disco Las Palmeras! resultan demasiado ariscos para los “neo-indies” que suelen petar la Madchester. Aún así, hay que decir que no se entregaron tanto con los gallegos como sí lo hicieron con Galaxina, el grupo que asumió la empresa de telonear a los firmantes de Nihil Obstat. La banda almeriense desplegó una paleta sonora de noise y shoegazing ensamblada con letras tanto en castellano como en inglés. Los momentos instrumentales remiten al sonido noventero de los de siempre: Yo La Tengo, Dinosaur Jr, My Bloody Valentine,… Pero lejos de sonar a “unos más”, Galaxina tienen algo que me obliga a conjugar el típico verbo para estos casos: prometen.
Por contra, el sonido fue algo mate y la voz, ininteligible. Y este último aspecto no parecía intencionado ni relacionado con la influencia de Los Planetas, pues cuando llegó el turno de Disco Las Palmeras!, lo primero que flaqueó fue lo mismo: la voz de Diego Castro.


Los de Lugo arrancaron con una de las tres canciones inéditas que interpretaron y, tras una escueta presentación (“buenas noches, somos Disco Las Palmeras!, de Galicia”), prosiguieron con “La Soga Umbilical”, “No Lugares”, “Me La Jugásteis En China” y “Los Nuevos Nihilistas”. De esta forma, la banda fue posicionándose sobre el extraño escenario del Madchester (semicircular y haciendo esquina) y se mostraban cada vez más cómodos conforme iban desgranando el repertorio de Nihil Obstat (Matapadre, 2011). Y es que, al trío gallego parecía faltarles espacio: mientras David Lorenzo aporreaba la bateria como una fiera, Julián Goicoa descuidaba de vez en cuando sus pedaleras para zarandearse de un lado a otro, escondido siempre entre sus melenas. En pocas palabras, Disco Las Palmeras! cumplieron en furia y contundencia, pero sonaron deslucidos por culpa de un técnico que apenas subió el fáder de la voz.
A pesar de la buena entrada, la comunión con el público se limitó a unos pocos valientes que brincaban en las primeras filas, lugar donde se desató la euforia con “La Casa Cuartel” (como era de esperar). Este clímax se prolongó durante “Del Miedo A Mis Viajes”, y volvió a estallar con “A Los Indecisos”. Luego, con “Los Economistas”, Disco Las Palmeras! se encerraron en el camerino para no abrirle la puerta a ningún bis.
Al día siguiente (sábado 25), los gallegos continuaron su ruta por la otra esquina peninsular, viajando a Murcia para actuar con Odio París en la sala 12&Medio. Por su parte, la joven sala Madchester prosigue con su programación y próximamente recibirá a McEnroe (16 de marzo), Cooper (25 de mayo) y Los Pilotos (21 de abril). Un cartel que está adecentando la oferta musical de Almería, lo cual celebramos; pero también animamos a mitigar errores como el sufrido con Disco Las Palmeras!: el sonido.

