Maryland y su revisionismo noventero del Power Pop
Por 3 mayo, 2012 9:000


Hace unas semanas pudimos presenciar la vorágine del indie más clásico gracias al concierto que nos proporcionó Maryland. Este revival sonoro que el grupo gallego repartió en la sala Fun Club en Sevilla, lo presenció una buena cantidad de personas que asistieron y llegaron a la mitad del aforo.
Los andaluces Evil Evans fueron los encargados de telonear la jornada. Me habían hablado muy bien de este grupo por lo que las expectativas eran muy altas. Aunque en un principio no me dieron buena espina, conforme avanzaba la interpretación de su disco “La Tragedia Griega”, sus reminiscencias a lo Tachenko y con unos coros que me recordaban a “La Costa Brava”, dulcificaron el inicio del espectáculo, gracias a las bonitas melodías del joven compositor gaditano.
De discos anteriores brillaron temas como “Telmayluis”, donde el sonido pop llega al culmen gracias a unos bajos ritmos muy bailables y a la narrativa de la canción, retratos de una sociedad y de una juventud que vive de una forma pasajera y pasional a la vez, los mejores años de desfase. Fenomenal conclusión de este mismo tema. Conexión con el público, “su público”, como reconocía el cantante, que hizo muy festivo el comienzo de la velada.
Canciones vibrantes y de buen rollo como “Viendo Falcon Crest” hacen vaticinar por parte de este grupo, un desarrollo fructífero para sus componentes.
Los jovencísimos Maryland me sorprendieron por su trayectoria discográfica. Su segundo largo, “Get cold Feet” rebosó desde el principio “power pop”. Se nota también su juventud ya que son temas muy frescos y rebeldes, como “Black Petrol”, que nos recuerda a casi todos los presentes a un sonido californiano. Aunque lo que hay que resaltar sobre todo es la similitud de la voz de unos del cantante y guitarrista con la del líder de los Sexy Sadie, Jaime García, que participa en la producción del disco.
En general son temas que suenan inocentes pero con picardía a la vez, y que a veces se hacen melancólicos como “I´ll be ready”, que adolece de introspectiva y que me recuerdan a los escoceses “Snow Patrol”.
Los jóvenes gallegos están constantemente hablando tanto con el público, al que pide que se acerque al escenario, así como con el técnico de sonido, con el que parecen tener problemas, pero que dada la acústica que suele tener esta sala, no sonó mal del todo.
Pero sobre todo en los vigueses vemos a Nada Surf todo el tiempo. En temas como “Revolution”, estos músicos que dominan a la perfección ese sonido, interpretan con calidez los temas finales del concierto. Los grandes hits no se hicieron esperar. “Atom Bomb” fue un chispazo de energía, que gracias a la batería suplente muy potente, pusieron un gran broche a esta noche de conciertos en Sevilla.