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Rendidos a la evidencia

Por Julián Echazarreta 0

por Julián Echazarreta
Richard Hawley volvió a Barcelona y volvió a dejar huella en la audicencia con un concierto marca de la casa.

Hace apenas 6 meses Richard Hawley cerró la edición 2012 del Primavera Sound de Barcelona. En una decisión no falta de polémica el festival decidió ofrecer algunas de sus actuaciones para todo el público y en pleno centro de Barcelona se pudieron escuchar una serie de conciertos gratuitos el primer y último día. Al señor Hawley le tocó cerrar aquel domingo lluvioso de principio de junio. Por aquel entonces el cantante de Sheffield tenía una pierna escayolada y se vio obligado a tocar postrado en una silla de ruedas. Con todo, la actuación fue sublime: uno recuerda su versión de “The Ocean” como uno de los temas tocados en directo más deslumbrantes escuchados jamás y en esto coincidimos todos los allí presentes.

por Julián Echazarreta
Que en tan poco periodo de tiempo Hawley haya vuelto a Barcelona tiene su parte de osadía. Tampoco ayudaban demasiado la espectacular subida del IVA desde el mes de septiembre y que el disco que ha venido a presentar no sea precisamente el más fácil de su carrera, Standing at the Sky’s Edge (EMI Records, 2012). Aún así, la sala Apolo presentaba un aspecto razonablemente saludable: lleno pero sin llegar a estar como en el metro en hora punta… Una vez más constaté que buena parte del público que llena los conciertos en Barcelona es extranjero y, en este caso, además, con un abanico de edades de lo más sorprendente.

Con puntualidad inglesa Hawley se presentó en el escenario a la hora anunciada. Previamente habían actuado Smoke Fairies teloneras apadrinadas por el de Sheffield, que apenas consiguieron reunir a una cuarentena de curiosos. Creo que su sonido folkie no acaba de coincidir demasiado con los gustos españoles, justo lo contrario que debió pensar el bueno de Richard que se prendó de ellas desde que las vio: teloneras en octubre de 2009 en la gira británica de Truelove’s Gutter y en 2010 publica un EP, False Lights from the Land, que incluye un par de temas de este dúo. El aspecto de Hawley no ha variado sustancialmente desde que empezó su carrera: chupa de cuero, botas, gafas de pasta, tupé que mantiene con dignidad y por supuesto la compañía obligada de su guitarra aunque en este caso habría que hablar más bien de guitarras, hasta siete creí contar, un auténtico desfile de Rickenbackers, Gibsons, Gretsch… que iban apareciendo como si de un invitado más al concierto se tratase.
Si estéticamente no ha evolucionado, sí lo ha hecho a nivel musical: en sus siete discos ha progresado desde las melodías suaves y demodés de sus primeras grabaciones a la oscuridad y barroquismo que ya se dejaba entrever en su disco anterior, Truelove’s Gutter (Mute Records, 2009) y que se confirma en este Standing at the Sky’s Edge. Uno escucha “Something is” de su primer y emblemático disco Late Night Final (Setanta, 2001) y el “Leave your body behind you”, primer sencillo de este último álbum y pareciera que estemos hablando de artistas diferentes.

Precisamente la actuación empezó con el tema que da título al disco y justo al acabar dirigió unas palabras a una parte del público que estaba hablando mientras tocaba “ustedes deben ser muy ricos… para poderse permitir pagar esta entrada (31 euros en taquilla) y pasarse el concierto hablando. ¡Cállense y escuchen la música! y si no quieren escucharla ¡váyanse!” (edito los insultos pero recuerdo que cayeron unos cuantos). Silencio sepulcral. Primera estocada de la noche, Hawley tenía al público donde quería. Tras la ambiental “Don’t Stare at The Sun”que básicamente sigue la típica estructura de la mayoría de sus canciones (comienzo suave, in crescendo progresivo hasta el final ) volvió a temas más clásicos como “Hotel Room”, pieza suave y sinuosa antesala de uno de los platos fuertes de su repertorio: “Tonight the Streets are Ours” con la que aprovechó para hacer un comentario sobre la situación política actual de nuestro país dedicando algún apelativo poco cariñoso a los que nos gobiernan… Continuó con el “Seek it” que supone el último single hasta la fecha y para mí uno de sus temas más prescindibles, con todo, se deja escuchar con agrado como todo el repertorio del británico. “Soldier on” es un tema tan lento que hasta el ruido del aire acondicionado parecía molestarle. El viejo aparato de la sala Apolo se convirtió en inesperado protagonista ya que, unos temas después, llegó a pedir encarecidamente que lo apagaran y cuando acabó el concierto lo despidió como a un músico más en una de las pocas muestras de humor británico de las que hizo gala esa noche.

por Julián Echazarreta
Como tema, “Soldier on” sintetiza perfectamente la esencia del cantante de Sheffield: una música que empieza increíblemente suave con una melodía muy bien entonada a la que luego se le incorpora con fuerza el resto de la banda y muy especialmente los solos de guitarra eléctrica que le dan ese tono tan distintivo, para acabar finalmente con un final suave y lento similar al principio. Creo recordar que fue en este tema en que se quedó unos segundos en silencio como reprochando a parte del público que todavía siguiera hablando. Mientras su carácter se iba desquiciando su música seguía imperturbable como demostraron “Leave your Body Behind You”, muy rockera, con unas guitarras totalmente descontroladas, y “Before” ambas pertenecientes al disco que estaba presentando. “Open up your Doors” y “Remorse Codes” suponían un reencuentro con sus melodías más clásicas, mucho más lentas y reconocibles; de paso se pudo gustar con su indudable habilidad para tocar solos de guitarra (con una elegancia como pocos en la actualidad, todo sea dicho) muy especialmente en el último donde se lució sobremanera alargando el tema hasta los casi 10 minutos.

Para acabar de completar la faena y con un público totalmente volcado (“los ricos” que él decía o se habían marchado o habían quedado rendidos ante la evidencia) fusionó en un solo tema “Time Will Bring You Winter “ y “Down in the Woods”, nuevamente los riffs de guitarra sumieron al respetable en pleno éxtasis cuando la banda dejó el escenario entre ovaciones. Tras varios minutos de aplausos salieron con sus correspondientes bebidas. Todavía quedaban dos temazos para completar las casi dos horas: “Lady Solitude” y muy especialmente “The Ocean”, clásico moderno con el que acaba indefectiblemente todos su conciertos. Aunque he de reconocer que ya no experimenté la magia de unos meses atrás, los casi nueve minutos que se marcó de tema quedarán en la memoria de muchos durante tiempo. Si bien el último disco no es de mis favoritos y que me quedé con las ganas de escuchar temas como “Valentine”, “Serious” o “Something is”, tengo la intención de ir a cada una de sus actuaciones mientras pueda… Como dice un buen amigo, “la grandeza de este tío es que toca suave”. Una suavidad capaz de atravesar las pieles más duras y de desvelarnos al rockero sensible que todos llevamos dentro…
Julián Echazarreta

SETLIST:
STANDING AT THE SKY’S EDGE (STANDING…. 2012)
DON’T STARE AT THE SUN (STANDING…)
HOTEL ROOM (COLES CORNER 2005)
THE STREETS ARE OF US (LADY’S BRIDGE, 2007)
SEEK IT (STANDING…)
SOLDIER ON (TRUELOVE GUTTER, 2009)
LEAVE YOUR BODY BEHIND YOU (STANDING…)
BEFORE (STANDING…)
OPEN UP YOUR DOOR (TRUELOVE GUTTER, 2009)
REMORSE CODE (TRUELOVE’S GUTTER, 2009)
TIME WILL YOU BRING WINTER / DOWN IN THE WOODS (STANDING)

– BISES
LADY SOLITUDE (LADY’S BRIDGE, 2007)
THE OCEAN (COLES CORNER 2005)

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