El viernes del BIME
Por 5 noviembre, 2014 16:350


Los festivales ya no son solo cosas del verano, aunque por el tiempo que hizó en Bilbao podríamos pensar lo contrario. ¿Tendrán culpa los festivales otoñales del cambio climático? ¿Serán los responsables del llamado “veroño“? .


El BIME dió cita a más de 10.000 fieles por día que se resisten a terminar la temporada de festivales con un cartel con muy buen gusto y repleto de “delicatessens”. Abríamos la sandía de artistas con The Barr Brothers en el cuarto escenario del recinto, un auditorio con las llamadas “gradas supletorias” de esas que ponen cuando un estadio de fútbol se queda sin butacas. The Barr Brothers ofrecieron un concierto lleno de folk y dulzura en forma de arpa tocada por una fémina de vocal profunda. Bonito y sensible. Un bolo adecuado para el lugar, no diremos lo mismo de The Divine Comedy, pero eso vendrá más abajo.


Tras los Barr Brothers, nos iríamos al extremo contrario con Thurstoon Moore que nos surmegió bajo el noise, el shoegaze, el post rock, las distorsiones frente a un bucle de una mano incapaz de coger una manzana al vuelo. Como me decía un compañero “es lo más parecido a escuchar un concierto de Sonic Youth“, no me cabe la menor duda. Sensacionales.


Como también lo fue una hermosa Anna Calvi que mostró su espectacular voz y su técnica en la guitarra eléctrica en el auditorio. Al término, nos quedábamos cogiendo sitio para The Divine Comedy (Foto de portada), y perdernos a Basement Jaxx ¡ay los solapes! Nos cuentan que fue un fiestón pero teníamos ganas de ver a Neil Hannon. Charlatán y conectivo con un público sentado, que acabó de pie con “National Express”, ya lo decíamos que no era lugar para ver a The Divine Comedy. Neil, venía con un dedo de la mano roto (eso contaba) y simplemente cantaba. Desfilaron “Generation Sex” o la tranquila “A Lady of a Certain Age” pero se dejó At the Indie Disco. Gran concierto, algo que no se puede decir de Placebo, que están en baja forma. Actuaban en el principal y encima sin solape alguno. Tiraron de su último disco, que no llega a enganchar con un público que esperaba más temas que “Special K” o “The Bitter End“. Y tras una espera larga con los vascos Zea Mays, comentar que hicieron una versión del Get Lucky, ¿serán ellos Daft Punk? decía la masa; por fin FM Belfast, divertidos, enérgicos, vitamínicos. Nos recuerdan a los Kakk pero más eléctricos. Se atrevieron con Wonderwall ofreciendo una versión más ecléctica. Nos hicieron bailar hasta el final. Conciertazo para terminar exhausto e irte a dormir con una sonrisa.



