Juego de Tronos puede ser perjudicial para la salud mental
Por 16 junio, 2015 20:490


[Artículo con spoilers de la quinta temporada de Juego de Tronos]
Doctor, tengo un problema: Juego de Tronos me causa bipolaridad. Sí, es cierto, no consigo posicionarme en el debate de Libro Vs Serie y no sé qué hacer. Es decir, a ratos estoy de acuerdo con una opinión y a los cinco minutos pienso justo lo contrario. Cada vez que veo el nombre de la serie las voces de mi cabeza empiezan a hablar todas a la vez y creo que me queda poco para volverme loca. Sé que puede parecer una exageración, pero voy a exponer mi problema a ver qué les parece a los que lean este artículo.
Como ya todo el mundo sabe, la serie Juego de Tronos se inspira en la saga Canción de Hielo Y Fuego escrita por George R. R. Martin. Los productores David Benioff y D. B. Weiss (D & D para los fans) llevaban años con la idea de llevar a cabo la adaptación televisiva de esta obra, hasta que por fin consiguieron que Martin colaborara en el proyecto y que HBO les financiara la idea. Y claro, como se trataba de una producción de grandes dimensiones, no se escatimó en gastos para localizaciones, efectos especiales ni elenco. Entre los protagonistas tenían a Sean Bean (El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo), Aidan Gillen (The Wire) o Peter Dinklage (The Station Agent, Death at a Funeral). Éste último era el único actor que tanto Martin como los productores tenían en mente para el papel de Tyrion, así que probablemente si no hubiese aceptado no tendríamos serie hoy en día.
La saga de Canción de Hielo y Fuego cuenta una amplia legión de seguidores prácticamente desde la publicación de su primer libro en 1996, que da nombre a la serie. El principal problema lo tenemos en que actualmente esta saga está inacabada: se supone que debe constar de siete libros, pero actualmente sólo se han publicado cinco. Y no es que Martin tenga mucha prisa por acabarlos, ha llegado a tomarse hasta 6 años entre libro y libro. Algo que en principio no es criticable, ya que son libros muy extensos y que cada vez abarcan más personajes y más tramas. Sin embargo, la primera temporada de la serie se estrenó en 2011, mismo año de la publicación de Danza de Dragones, la última entrega hasta ahora. Y de momento no hay fecha concreta para la publicación del sexto libro, y mucho menos del séptimo. De Vientos de Invierno se han adelantado algunos capítulos, pero no parece que se vaya a publicar el libro entero pronto.
La duda que se supone que le surge a todo el mundo a estas alturas: ¿a nadie se le ocurrió pensar que la serie se iba a poner al día con los libros antes de que terminara de escribirse la saga? Pues claro que se pensó en ello. La brillante solución era que Martin revelara el final de la saga a D & D en caso de que le pasara algo a él, para que la serie pudiera aportar un final a los libros. Mientras tanto, Martin compaginaría la labor de terminar los libros con la supervisión de la serie, ya que ésta sólo cuenta con diez capítulos por temporada y por desgracia no se podía incluir todo lo relatado en sus textos.
Y ahora, en 2015, con la quinta temporada recién finalizada, es cuando mi bipolaridad alcanza su cuota máxima. Mi experiencia tanto con los libros como con la serie es algo particular, ya que no soy muy aficionada a la fantasía. Por poner un ejemplo, nunca he conseguido ver del tirón las películas de El Señor de los Anillos, me da pereza sólo pensar en ellas. Sí soy muy aficionada a las series de televisión, pero cuando se estrenó la primera temporada de Juego de Tronos ni se me pasó por la cabeza ver la serie ni mucho menos leer los libros. Simplemente no me llamaba la atención, por muchos comentarios positivos que leyera por ahí. Al año siguiente, un par de meses antes de que se estrenara la segunda temporada, decidí darle una oportunidad, pero no por la trama en sí, sino por un pequeño detalle que quizá a otras personas se les habría escapado. En la ficha técnica del piloto de Juego de Tronos, Winter is Coming, me fijé en que el director era Tim Van Patten. Igual hay gente que no se fija en los créditos de las series o que incluso se salta las secuencias de apertura a propósito (¡Sacrilegio!). Pero como buena adicta a las series de HBO, yo sabía que el señor Van Patten había dirigido varios episodios de Los Soprano, The Wire o Sexo en Nueva York. Es esto lo que me motivó a empezar la serie, cuya primera temporada terminé de ver en menos de una semana. Ya estaba enganchada y quería más, pero la segunda temporada se estrenaría a un capítulo por semana y necesitaba saber más sobre los Stark y las diversas conspiraciones que ocurrían en Poniente. ¿Qué hacer para satisfacer este deseo? Estaba claro: leer los libros.
Ya desde el principio los lectores se quejaban de la adaptación en la serie, ya que no reflejaba todo lo que acontecía en los libros. Algo imposible, que ya deberíamos saber a estas alturas que no se puede plasmar en la pantalla hasta la última coma de una novela. Aún así, algunas de las quejas puede que tengan fundamento. ¿Por qué sólo diez capítulos por temporada? Quizá con un par más se podrían desarrollar más las tramas. Ahí yo no me meto, que el presupuesto de la serie ya es lo suficientemente elevado, si le ponemos dos o tres capítulos más se les disparan los gastos y puede que sea demasiado arriesgado. Eso sí, hay dos quejas con las que yo estoy totalmente de acuerdo y que son precisamente las que me provocan sentimientos encontrados con respecto a este debate. Una es, ¿por qué introducir cambios innecesarios si los elementos originales del libro funcionan a la perfección? Y la segunda, ¿realmente es justo para los lectores que la serie adelante hechos que aún no han ocurrido en los libros?
[Los spoilers empiezan ahora, advertidos estáis]
Empecemos por lo difícil: definir qué es un cambio “innecesario”. Comprendo que la serie haya tenido que suprimir algunos personajes secundarios porque era imposible incluirlos a todos. Que sí, que algunos tenían su gracia y le aportaban una mayor profundidad al universo creado por Martin, pero desgraciadamente, el formato televisivo es mucho más limitado en ese aspecto. Incluso hay cambios que se agradecen, como el nuevo papel de Brienne en la serie, que dudo que ninguna persona en su sano juicio haya disfrutado con sus soporíferos capítulos en los que se dedicaba a interrogar a todo campesino que se encontraba en su camino para ver si encontraba a Sansa. Y ya no os digo los capítulos de los Greyjoy. Sé que no soy la única que quería quemar Festín de Cuervos y Danza de Dragones por su falta de acción, así que vamos a agradecerle a la serie habernos librado de sufrir ese tormento nuevamente. Sin embargo, hay otros cambios que no tienen sentido por más que se les busque. Por citar el ejemplo más reciente y que más ha dolido a los fans: la muerte de Jon Snow (ejem, “muerte”… os recomiendo buscar teorías por foros de internet, yo soy ilusa y me gusta creérmelas, si luego no resultan ser ciertas no me echéis la culpa). En los libros lo apuñala Bowen Marsh, un personaje que no ha salido en la serie porque no había hueco para él. Pero claro, sí nos podemos inventar a Olly, que es un niño que da mucha penita porque los salvajes se cargan a su familia delante de sus narices, y si él le da la puñalada final a Jon igual al público le da más rabia. Sí, eso es lo que han conseguido, pero a mi parecer es una forma rastrera de jugar con las emociones de los espectadores para que la gente comente más la escena. La muerte de Jon ya es chocante de por sí, no hace falta que se le añadan elementos propios de un culebrón.
La segunda queja no es mucho más sencilla de responder. Entendemos que haya gente que sólo haya leído los libros, sólo haya visto la serie o que compagine ambas actividades de forma complementaria. Sí es cierto que algunos lectores son bastante pesaditos, pero hay que comprender que son personas que llevan años entusiasmados con estos personajes, y no es justo que la seria haya ganado tanta popularidad y ahora se les adelanten cosas que iban a salir en libros aún no publicados. Otro ejemplo de esta quinta temporada: la muerte de Shireen. En los libros la princesa Shireen, la reina Selyse y Melisandre no acompañan a Stannis a Invernalia, así que ya dedujimos por dónde iban los tiros con este cambio. En los libros no hay nada que indique que iba a ocurrir el sacrificio de Shireen, que por más que diga Martin que en los libros sí que iba a morir de todas formas, qué quieres que te diga, no me parece bien. En este ejemplo concreto, no tiene sentido el desarrollo del lado paterno de Stannis en esta temporada para luego hacer algo así tan precipitadamente. Se supone que la gracia de leer una novela es disfrutar con tranquilidad, ir leyendo poco a poco y visualizar el texto en nuestra mente. A este paso, nos van a adelantar cada vez más cosas y ya no vamos a leer los libros con las mismas ganas. Lo mejor que tienen los libros es que no te ves venir los momentos importantes. La muerte de Robb Stark se despachó en un menos de un párrafo. Ahora cuando se publiquen los libros que quedan ya no podré contar con el factor sorpresa, sino que los leeré con el ansia de encontrar X escena que ya ha salido la serie. Lo siento, pero por mucho que intento darle vueltas a este asunto, sí que me parece una metida de pata bien grande.
Seguramente mucha gente pensará: “Bueno, si le ves fallos tan gordos a la serie, ¿por qué no dejas de verla y te ahorras disgustos?”. Amigos, ojalá fuera tan fácil. Como todos sabéis ya, internet es oscuro y está lleno de spoilers. La gente no tiene reparo alguno en comentar capítulos a menos de 24 horas de su emisión. Hasta ahora no me preocupaba, porque conocía los eventos más importantes que iban a ocurrir en la serie, pero ahora que ha alcanzado a los libros ya no va a ser así. Para que alguien más me adelante la serie y me fastidie eventos futuros de la historia, prefiero hacerlo yo misma, aunque suponga arruinar la futura lectura de los libros. Como veis la cosa se complica, la bipolaridad se mezcla con el masoquismo. Además, tampoco puedo ser una abanderada de los libros, ya que me subí tarde al carro y antes de que se estrenara la serie ni me había enterado de su existencia. Los libros que tanto defiendo los conozco gracias a la serie que a ratos aborrezco… ¿veis como es un asunto complejo?
¿Y cuál es la solución? Me temo que de momento no he encontrado ninguna. Pasaré el rato leyendo discusiones y teorías en foros, riéndome un rato con las opiniones extremistas tanto de un bando como de otro. Eso sí, recomendación para todos: paciencia. Si los lectores han podido esperar años entre libro y libro, los demás podemos esperar unos meses entre una temporada y otra. Si no habéis leído los libros os los recomiendo (al menos hasta Tormenta de Espadas). Si no os llaman la atención, podéis leer otra cosa. O ver otra serie, o ver películas que tengáis pendientes… será por cosas que hacer en esta vida. Yo de momento aprovecharé esta pequeña pausa para apaciguar el conflicto interno que me provoca Juego de Tronos, porque mucho me temo que con la sexta temporada sólo puede incrementar. Ay, Juego de Tronos. Ni contigo ni sin ti.