No Age contra el agosto madrileño
Por 12 agosto, 2015 19:120


El mes de agosto no solo se nota en Madrid a la hora de pasear por sus calles o coger el coche, también en sus conciertos. Digo esto por lo que se pudo comprobar el pasado viernes en la una fría sala But para recibir a los estadounidenses No Age.


Cuatro años distaban de su anterior paso por la capital con una estupenda entrada en la sala Heineken; tiempo en el que quizás hayan perdido algo de presencia en los medios, cada vez más enfocados en encontrar el siguiente pelotazo inmediato en lugar de cuidar las propuestas asentadas, y quizás esa, junto a la evidente fuga de personas en este maldito mes, hicieron que la entrada del concierto apenas llegara al centenar de personas para un recinto donde entran más de quinientas personas. Aún así, este aparente ambiente frío no desdibujó la que sin duda fue una estupenda noche de punk rock. Sin nuevo material editado recientemente, a excepción de las versiones de Black Flag (“Six Pack”) y The Gun Club (“Sex Beat”) incluidas en Thirty Three and a Third Box Set, el dúo angelino se dejó la piel por agradar a los allí reunidos con un show directo y sobre todo muy potente.
Y ciertamente pocos les costó agradarnos mostrándonos su cara más fiestera, lejos de la contención de su último disco, conectando casi desde el primer segundo y provocando algún que otro pequeño pogo; momentos que seguramente habrían sido de mayor efervescencia de haber tenido una mayor audiencia, ya que por momentos se notaba como si mostrar la pegada de sus temas fuera delito. Un magnífico concierto que nos hubiera dejado completamente empapados en sudor de no haber sido por un aire acondicionado puesto a mala idea.


Con peor presencia de público tuvieron que lidiar al comienzo de la noche unos Fuckaine que ganan peso y poder sobre las tablas con cada directo. Si fresco álbum de debut Totally Contagious, publicado hace un año, aún da juego y engancha a nuevas víctimas incapaces de esquivar temas tan adictivos como “Get Fit”, “Tronquito De Brazil” o “Hooray”; amén de su gran carta de presentación hace un par de años: “Aitork”; que esperemos no se pierda en el tiempo.