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Entrevista a Blonde Redhead: Héroes del dream pop

Por Juan Antonio Huertas 0

entrevista a Blonde Redhead

Blonde Redhead no son muy de girar por nuestro país, nos han visitado pocas veces. Por eso para los fans españoles que pisen Razzmatazz y Joy Eslava es música celestial. Y para los que como yo, somos reporteros y fans una oportunidad para conocerlos cara a cara y hablar de su música.

Quedamos en los camerinos de la sala madrileña Joy Eslava con los gemelos Amedeo y Simone Pace. El tour manager que ve la decepción en mi cara por no contar también con Kazu Makino en la entrevista me dice que está haciendo mil cosas. Aunque ella entra antes de la entrevista y toma algo de sushi del catering mientras silba una canción que no reconozco y el perrito que está a sus pies me mira con desconfianza y me ladra instintivamente. Kazu me mira, me sonríe y me saluda, devuelvo el saludo, pero tal son mis nervios que ni siquiera me atreví a acercarme, presentarme y estrecharle la mano. Entran los hermanos, Amedeo se sienta más cerca y Simone, creo que con la querencia del batería, se sienta un poco más separado y comenzamos esta entrevista a Blonde Redhead.

Esta pregunta os la habrán hecho muchas veces con la promoción del último EP llamado 3 O’clock. ¿Qué ocurre a esa hora?

Amedeo: (Risas) No ocurre nada. No, en serio, tendrías que preguntarle a Kazu, ella eligió el título.

Barragán es un apellido usual en castellano y no sabía por qué habíais titulado así el disco hasta que un amigo arquitecto me dijo que Barragán es uno de los mejores arquitectos latinoamericanos. ¿Por qué ese nombre para vuestro disco? ¿Hay alguna relación entre la música y la arquitectura?

Amedeo: Kazu fue a ver uno de sus edificios en Ciudad de México y le encantó. Además se enamoró de la sonoridad del nombre del arquitecto: Barragán. Creyó que tiene mucha fuerza para titular un disco así.

Cuando comencé a documentarme para esta entrevista descubrí que hay un álbum de remezclas para Barragán llamado Freedom of Expression on Barragán ¿Por qué lo habéis editado ahora y no antes?

Simone: Lo íbamos a editar para Penny Sparkle, pero no estábamos implicados en el proyecto ni sabíamos quiénes eran los artistas y al final no fue hacia adelante. Con Barragán lo hemos hecho mejor y hemos podido elegir a los remezcladores y la mayoría son amigos nuestros.

Mi remezcla favorita es la que hace Alessandro Cortini, Slumberman, de “Penúltimo”, ¿cuál es la vuestra?

Simone: La de Alessandro Cortini es muy buena, a mí me gusta mucho la de Chris Bear.

En Penny Sparkle (2010) hay una canción titulada “Spain” ¿Por qué ese título? ¿Qué se siente al tocar en nuestro país?

Amedeo: En Penny Sparkle hay un par de canciones sobre lugares, “Oslo” y “Spain”. No tenemos mucha relación con España porque no hemos tocado mucho, creo que las últimas veces fueron en festivales, en el Primavera Sound y en uno que estaba como a dos horas de distancia de Madrid. Nos lo pasamos muy bien, pero no hemos venido mucho. Te voy a enseñar una cosa. (Saca un par de fotografías de un librito que tiene en una bolsa) Ayer me dieron estas fotografías de nuestro primer concierto en España, en Barcelona hace ya años. ¿Ves esto? (Se ven unos micrófonos cubiertos con plásticos y le pregunto si es para amortiguar de alguna manera el sonido) No, son porque no tenían conexión a tierra y daban bastantes calambres.

Fue vuestro primer concierto en España y pudo ser vuestro último concierto en general.

(Risas) Sí, daba un poco de miedo.

¿Cuál es la diferencia entre un tour americano y otro europeo?

Simone: Los Estados Unidos son un sólo país y Europa son muchos países diferentes.

¿En este aspecto se puede considerar a EEUU como un sólo país, no hay diferencias entre tocar en Nueva York o en Seattle por ejemplo?

Simone: Sí, hay diferentes climas, pero se nota una unidad, hay las mismas cosas en diferentes sitios, hay las mismas tiendas, por ejemplo. Es todo un mismo sistema.
Amedeo: Está todo igual organizado y eso beneficia por ejemplo si eres una banda grande. Aunque cojas aviones a grandes distancias, es siempre como el mismo sitio. Europa es más interesante y divertido. Hay muchos cambios. Incluso la comida es mejor.
Simone: Sí, eso es verdad.
Amedeo: Ah, y el vino, en Europa hay muy buen vino.

Descubrí a Blonde Redhead gracias a los títulos de crédito finales de Hard Candy con “Elephant Woman”, esa canción me hizo clic en la cabeza pero… ¿Esta aparición os abrió muchas puertas u os hizo que os conociera mucha gente?

Amedeo: No, no creo que salir en esos títulos de crédito supusiera un gran salto. Sí que es verdad que hubo gente que nos conoció por esa aparición. Pero hubiese sido dentro de la película y no en los créditos. No es el mejor momento porque la gente en la sala ya se está marchando y mucha gente desconecta entonces de la película, no presta atención. Si aparece en la película podría formar parte de la acción y hubiera sido mejor.

Cuando la prensa musical habla de vosotros os cataloga como noise rock, alternative rock y dream pop según la época. ¿Os encontráis cómodos en estas etiquetas? ¿Cómo definirías la música de Blonde Redhead?

Amedeo: No lo sé. Es muy difícil definir la música en pocas palabras. Las etiquetas sirven para eso, para simplificar. Nunca tuvimos el deseo de situarnos en esta u otro sitio. Pero si tengo que elegir entre las que me has dicho, utilizaría la de dream pop porque es un concepto más abierto, más sugerente, un sueño puede ser terrorífico, loco, bello o varias cosas a la vez.

¿Cuál es tu material favorito en el estudio y en directo? ¿Qué instrumentos te gusta utilizar, tienes algún secreto? ¿Hay muchas diferencias entre la grabación y la ejecución de las canciones?

Amedeo: Sí, los dos procesos son muy diferentes, hay que aprender las canciones al grabarlas. Es muy interesante escribir y crear las estructuras de las canciones en el estudio. Respecto a instrumentos, me encanta mi guitarra y un teclado Yamaha CS-60 que da un sonido genial es analógico y es bastante antiguo. También tenemos un clavinet que da un sonido muy bello. Y esto es todo lo que puedo decir por precaución. (Risas)

Blonde Redhead tiene 23 años, ¿cuál es el secreto de vuestra longevidad?

Amedeo: Sí, son muchos años. La familia, eso es lo que nos mantiene juntos. Somos un grupo muy pequeño y solo hemos cambiado una persona. Mira Grateful Dead que han pasado por él muchas personas y diferentes estructuras, a nosotros no nos ha pasado eso. Con eso no quiero decir que seamos mejores que Grateful Dead (risas). Lo que pasa es que hacer música, y buenas canciones, es muy adictivo. La música es algo incontrolable, nunca llegas a dominarlo, ni terminarla, solo quieres seguir adelante para explorar todas las posibilidades que te da.

¿Qué tiene Blonde Redhead de Japón y qué tiene de Italia?

Simone: Nosotros adoramos Japón y a ella le encanta Italia. Hay una fuerte relación entre esos países y nosotros. Japón está muy lejos y las diferencias son extremas, pero nos encanta. Estamos empezando a mudarnos a Italia, a una isla, a Elba.

Compré Barragán en una tienda de 4th Street, llamada Other Music, que ya cerró, cerca de Bowery Street y me quedé en un hotel Chinatown situado en Bowery Street, así que cuando escuché penúltimo y esa letra que dice: “Bowery is tame / not the way it used to be” la amé al instante y la considero la banda sonora de mi viaje a Nueva York. Y también vi que en el videoclip de “The One I Love” aparecen esos lugares del Lower Manhattan. ¿Cuál es la influencia de los lugares en la música del grupo?

Simone: El vídeo está realizado por Jem Cohen, amigo nuestro, y realmente documenta muy bien los lugares, la gente en ellos. Es verdadero, auténtico. Se concentra en cómo las personas interactúan con el entorno, no son como esas tonterías de grupos de música estando en Nueva York. Rueda de manera muy inteligente. Me encanta aunque parece muy triste. Respecto a si influye, creo que no depende mucho del sitio, sino de en lo que te inspiras a la hora de crear las canciones, tu cabeza puede estar en otro sitio.

¿Entonces no cambiará mucho la música de Blonde Redhead si os mudáis a Italia?

Amedeo: No lo sé. Pero seguro que haremos cosas diferentes que inspiren a las canciones, las ideas que surgirán a raíz de lo que vivamos. También las canciones dependen de cosas de las que no eres conscientes, son algo muy libre. Depende del momento en el que estés, de los ánimos en el momento de escribir las canciones.

¿Cuál es el papel de una banda multicultural e inmigrante como Blonde Redhead en los Estados Unidos de Donald Trump?

Amedeo: ¿Cuál es nuestro papel? Nuestra música en sí no es política. Sí nos han pedido que apoyemos y que estemos en eventos contra Trump y sí que hemos asistido y ayudado como músicos. Pero nuestra música y nuestras canciones no tienen nada de política.
Simone: También es verdad que cuanto peor es el sistema contra el arte, eso motiva que resurja con más fuerza. Gente haciendo propuestas culturales más vivas y es un momento muy rico para un tipo de arte más combativo. Cuanto más difícil se pone la cosa habrá una cultura más dura y eso me gusta.

¿Cuál es la canción más triste y la más alegre que habéis escuchado?

Simone: Hay una de George Harrison que es muy triste, pero ahora no me sale el nombre. (Se pone a pensar y luego coge el móvil para poder buscarlo porque no le viene a la cabeza, Carlo, el tour manager, que está en todo, al ver que esperamos la respuesta, coge su móvil y con una aplicación va poniéndole canciones de George Harrison una a una a ver si la localiza)
Amedeo: Creo que no se puede decir que una canción sea triste. No encuentro la tristeza en la música, depende de la persona que la perciba. Siempre hay algo bello en la música. No se puede decir que hay una música triste como tampoco se puede decir que haya una música fea. Siempre encuentras melodías y armonías interesantes. La tristeza y la alegría depende de la energía y la actitud.

¿Pero hay alguna canción que te levante el ánimo y te haga feliz?

Amedeo: Hay una de un artista italiano Lucio Battisti que se llama “Ancora Tu” que me hace muy feliz. Una canción de la que nunca me canso.
(Le pregunta Amedeo a Simone) ¿Tienes la canción? Le pedimos un e-mail y así le mandas la canción cuando des con ella.

Voy a estar en el concierto. Si te viene a la cabeza coges el micro y la gritas, yo estaré entre el público y la anotaré.

Simone: Estoy a punto de pillarla. La tengo en single en casa y es que lo estoy viendo, pero no tengo el título.
Amedeo: ¿Y cuáles son las tuyas?

A mí me parece muy alegre y salto cada vez que la escucho: “Just Can’t Get Enough”, la ponen en muchos sitios y al ser tan pegadiza es la que más pinchan de Depeche Mode. Y me pasa como a ti, depende del momento algunas me parecen tristes y otras veces alegres o canciones que contienen un mensaje triste, pero la melodía y la canción en sí me parece alegre. Me pasa con “Elephant Woman” que habla de algo muy triste, pero realmente me parece una canción feliz.

(El tour manager probando una a una las canciones de George Harrison, Simone reconoce una y señala que es esa)
Esta es, ¿cómo se titula? Esta, por fin “It’s a pity” de George Harrison me parece muy triste, pero muy bella.

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