La vuelta del Tomavistas Ciudad fue una de las mejores noticias del otoño: novedad y calidad se unen en este ciclo que siempre ofrece citas interesantes. Tras Laetitia Sadier (exvocalista de Stereolab) y la despedida de Exsonvaldes, quedaba un tercer concierto que prometía ser un desfase: Perro y Za! Una mezcla perfecta de propuestas musicales que invitan a la diversión desde diferentes puntos de vista.
La premisa de este concierto ya prometía pero a medida que se aproximaba la fecha conocíamos detalles que lo hacían aun más especial. Por un lado, Perro volvían de su año sabático con una novedad: acababan de grabar su tercer disco, Trópico Lumpen, que saldrá en 2018. Pero unos días antes ellos mismos comentaban que tocarían algunos de los temas nuevos. Por otro, Za! cerraban la gira de Loloismo y quizás una etapa, porque tal y como comentaban sería “la última salida con amplis y con guitarra, porque el nuevo set del próximo disco es otra mandanga“.
Las capas sonoras del tropicalismo de Za!
Cuando los escuchas en disco, te sorprende su capacidad para mezclar capas musicales. Pero no es un “efecto” de lo grabado: es la esencia de Za!, es su seña de identidad. A la hora prevista, Papa DuPau y Spazzfrica Ehd se hicieron con el escenario de la But y se quedaron con el público que allí estaba. Ataviados con camisas tropicales y pantalones cortos, dejaron claro que ellos veían a calentar la fría noche madrileña.
En menos de una hora montaron una fiesta. O un espectáculo, si tenemos en cuenta la exhibición que se marcaron entre batería, guitarra, pedaleras y cajas de ritmos, que no está al alcance de muchos. No lo está porque en ningún momento desatienden un aspecto fundamental de los conciertos: la conexión con el público. Su empatía se desarrolla a través del humor de ellos mismos, de esa “preocupación” porque sea divertido, de llamadas al público para que participen…
Hubo guiños al cierre de gira y de etapa. Como ellos mismos dijeron, la protagonista de la noche no era Inés Arrimadas sino su maleta, la Gran Matriarca. Ella reflejaba ese cambio: tras 400 conciertos llevando sus trastos, era el momento de despedirla. Como se merece, eso sí: en el centro del escenario y entre las manos del público.
No creo que conciban sus conciertos sin fiesta y risas.
Comienza el rodaje de Trópico Lumpen de Perro
El testigo de la fiesta se lo cedieron a Perro, que abrieron su concierto con “Catán”. Había cierta expectación, después de más de un año sin verles en Madrid y por la posibilidad de escuchar algunos temas nuevos. Sin embargo, aunque la gente fue llegando poco a poco, la sala no estaba tan llena como muchos esperábamos si pensamos en su último concierto en la capital. Está claro que la Navidad y las fiestas de empresa no son buenas amigas de la escena musical.
Aunque resultaba extraño, Perro no rebajó el nivel al que nos tiene acostumbrados. Quizás en esta ocasión era un poco más complicado, sin contaban con el factor novedad. Pero fueron probando, para modular los ánimos de los que allí estaban. Tras “Azul Mayoría Absoluta”, hicieron la primera incursión en su nuevo trabajo. Un primer tanteo al que siguieron “Droga Porro” y “Camiseta”, para dar paso a la parte central del concierto. Otros cuatro nuevos temas que dejaron buen sabor de boca: parece que su evolución prosigue hacia un tono más embrutecido e interesante.
Salvado el problema técnico de una cuerda rota (a ritmo de “OLRAIT”) y tras la cuota de novedad, volvieron a sus canciones habituales. Los ánimos ya estaban en todo lo alto. El público gritaba su tema ya clásico: tenían ganas de caña entre ellos. Pero tocaba “Ediciones Reptiliano” y los que allí estaban se lanzaron a montar un pogo que continuó prácticamente hasta el final. Las cosas como son: un concierto de Perro sin pogos no existe.
Seguían gritando “Marlotina” y su petición fue escuchada: corear a Finidi, Karpin y Hasselbaink también es una condición indispensable de todo concierto de los murciano. El concierto ya entraba en su recta final y “Martillo” sonaba a cierre. Parecía que se terminaba pero les apetecía tocar una más: la elegida fue “La Reina de Inglaterra”.
Esperamos que el primer trimestre de 2018 no se haga muy largo para poder escuchar al completo Trópico Lumpen. Y sobre todo para volver a tenerlos en directo: Perro se merece un sold out.