La banda de Bérgamo Pinguini Tattici Nucleari en un nuevo Descubriendo Italia.
“Se necesitaría alguien que inventase un tubo de pasta de dientes con dos agujeros para que ninguna esposa se enfadara con su marido porque presiona el tubo por el lado/extremo equivocado”.
Así empieza el primer verso de la primera canción del primer álbum de los Pinguini Tattici Nucleari, Il Re è Nudo. Era 2013 y los chicos de Bérgamo tenían tan solo 20 años. Un tipo de música totalmente nuevo que se puede definir como post rock, con letras irónicas y al mismo tiempo sutiles y desafiantes. En su carrera se pueden encontrar canciones que hablan de una denuncia al acoso escolar recurriendo a metáforas con Pokémon, así como canciones que hablan de revolución social utilizando nuevamente metáforas, pero esta vez con los lápices como protagonistas. En resumen, dando la sensación de que estos temas no se toman muy en serio. Son letras dedicadas a un público generacional que creció con los dibujos animados de Mediaset y el programa italiano Festival Bar. Una generación que vivió la crisis económica como el final de toda esperanza y la utilidad de las protestas en las plazas. Una generación abandonada a sí misma para la que quedan solo dos héroes: Antonello Venditti y Pippo Franco.
En el 2015 publican un nuevo trabajo y expanden así su paleta musical mucho más allá de lo que encontramos en su meritorio debut. Con Diamo un Calcio all’Aldilà se confirman como músicos profesionales: arreglos bien tratados, canciones que parecen realizadas por un grupo con amplia experiencia… Sin embargo, tienen en realidad solamente 20 años. Desde este momento empiezan un tour en toda la península italiana, tocando en algunos de los clubs más importantes. Pero el mayor éxito aún estaba por venir: en el 2017 publican Gioventù Brucata.
Este último álbum plasma una evolución natural desde su debut hace ya cinco años, aunque sigue manteniendo el punto más melódico y rocknrollero. El camino de huir de lo más obvio garantiza un gran logro/éxito y las canciones empiezan a ser trasmitidas en la radio. El proyecto de cinco niños de Bérgamo, empezado casi por casualidad, ahora va a conquistar todo el país, e incluso puede que la característica ironía de las letras afecte también la música española.