El Fanny Fest marca el inicio de la edición de este año
El pasado jueves comenzó la carrera de fondo musical en la que se ha convertido el mes de mayo en Madrid. Primer día del Sound Isidro y primera edición del Fanny Fest. ¿Fanny Fest? Sí, Fanny Gornés, parte de la organización del ciclo, se ha lanzado a hacer su propuesta de festival. Y francamente, si mantiene un criterio y estilo parecido a la hora de elegir grupos, promete ser una cita muy divertida.
Porque así fue la noche, si sólo tuviéramos que elegir un adjetivo: divertida. Nos quedaríamos algo cortos, pues Terrier, diola y Futuro Terror mostraron sus mejores bazas sobre las variaciones que ofrece el rock, haciendo vibrar a los que allí estábamos. Porque había intensidad y ganas de pasárselo bien. Qué menos.
Los encargados de comenzar fueron Terrier. Lo suyo es el garage más esencial y su capacidad para transmitir esa familiaridad que tienen ellos. Se nota que son buenos amigos y que les gusta tocar para pasar un buen rato. La mayoría de los grupos tienen esa idea, ¿pero saben transmitirlo? Será esa capacidad de intercalar sus capas de voces, la tonalidad de sus temas… Lo viven tanto que a veces sus instrumentos peligran: el teclado de Lili Laduquesa perdió en más de una ocasión el apoyo. Pero en el fondo da un poco igual porque ya es como si fueras parte de ellos.
Te encandilan en su rollo que te invita a canturrear con ellos y pasártelo bien con/como ellos. Da igual que sean temas nuevos que jamás has escuchado, o canciones que tienen una pizca de dureza, como “Tus ojos son puñales” o “Y si no vuelves nunca más”: tú eres una capa más de voces.
Hacia terrenos más complejos nos llevaron diola. O por lo menos así lo piensas cuando ves que son solo tres personas, multiinstrumentistas, que lo mismo están con la guitarra que con la batería, o están tocando al tiempo el bajo y el sampling. Tienen una maestría adictiva y arrolladora, que te engancha desde las primeras notas. Entre la psicodelia y lo progresivo, la energía de sus canciones es prácticamente ya una seña de identidad. No se queda solo en ellos sino que inunda la sala hasta que te lleva hasta lo más alto. Y allí te quedas, desde que suena “Riñones” hasta que escuchas “Fuera de mi vista”.
Con apenas un disco y aunque prácticamente te sepas las canciones, en directo les dan una nueva vida y te sorprenden. Si esto es así, ¿qué más puede ocurrir a medida que creen nuevas canciones y evolucionen su sonido? El resultado puede ser interesante a la par que infinito.
Futuro Terror fueron los que cerraron la noche. Mantuvieron ese ánimo en todo lo alto, con ese sonido y velocidad que les caracteriza, y con la indignación que hay en sus letras. Decidieron ser rápidos, para poder tocar la mayor cantidad posible de canciones. Tanto que una de las cuerdas de su cantante se partió. Pero fue solo una anécdota que no hizo mella en esa actitud punk que tienen al tocar. Entre la personal forma de cantar de José Pazos y la contundencia rítmica de la batería y el bajo, el mensaje duplica su fuerza. De vez en cuando dan tregua con temas más sosegados, como “Aelita” y “El paso Dyatlov”, pero es solo una cuestión de ritmo, no de letra.
Quizás la noche terminó con muchas más rabia de la que comenzó, pero engancharte a los estribillos de Futuro Terror tiene un extraño efecto catártico. Son de esos con los que te quedas y cantas casi de forma refleja. La genialidad de la canción bien hecha.
Tres formas de hacer disfrutar al público, con un resultado más que redondo. Así nos parece que va a seguir el Sound Isidro este año.
Galería del concierto de Futuro Terror + diola + Terrier en Sound Isidro
Fotografías por Ignacio Sánchez-Suárez.