Los argentinos están colgando el cartel de “no hay entradas” en casi todos sus conciertos
Como ya decíamos, cuando anunciábamos la gira de Él Mató a un Policía Motorizado por España, parece que 2019 fue el año de la música argentina. Las visitas de Las Ligas Menores, Bestia Bebé e incluso 107 Faunos nos hacían echarlos de menos. Algún listillo osará decir que la música de este país está gozando de un gran momento de forma. Ay qué estrechez de miras… Argentina siempre nos ha dado grandes grupos, aunque es cierto que estos años hemos tenido la oportunidad de conocer la música más allá del mainstream, con un cierto halo de independencia.
Pero por fin los teníamos de vuelta por aquí, con una extensa gira que los ha llevado a diez ciudades españolas. Y podrían estar más tiempo, hacer más conciertos, pues lo que está claro es que han logrado una creciente y fiel masa de seguidores. Son tantos que hace más de un mes agotaron las entradas para el concierto de Él Mató a un Policía Motorizado en Madrid y decidieron anunciar una segunda fecha, en vista de las peticiones que había. Si el pasado domingo no colgaron el cartel de “no hay entradas”, sería por muy poco.
Y eso que era un concierto un tanto extraño. Un domingo, a las 16,00… parecía que todos los que allí estábamos nos sentíamos desubicados, incluso Santiago Motorizado, que de vez en cuando nos daba las buenas noches, o nos deseaba una buena velada. Jet-lag, la costumbre de que los conciertos sean más bien por la noche… Detalles sin importancia, pues lo importante era la sesión de energía que nos esperaba. Ríete tú de las nuevas terapias, pero un concierto de Él Mató a un Policía Motorizado equilibra tus sensaciones, son una auténtica voladura para todo aquello que te reconcome, parecen transportarte a un espacio idílico.
Así dicho, parece algo lánguido e intensito, pero ni mucho menos. Aunque en los primeros instantes costara un poco (los vapores de la siesta dominical), como buen concierto de Él Mató… el público se entregó a corear cada una de las canciones que sonaron, a un divertido pogo en las primeras filas, a aplaudir y celebrar cada uno de los temas que sonaban: con ellos parece que todos los temas necesarios, tanto que siempre echarás en falta alguno. Pero ese buen rollo no se queda sólo ahí: parte de la culpa la tienen las canciones, que son pequeños episodios en los que reflejan el bienestar cotidiano. No hay lamentos ni dramas: hay una constante búsqueda de aquello que gustas, de disfrutarlo. La vida sin enfoques pretenciosos.
La Otra Dimensión (Primavera Labels, 2019) era el disco protagonista del concierto, que se fue intercalando con los grandes temas de La Síntesis O’Konor (Laptra, 2017): debía costar desprenderse de él después de tanto tiempo girándolo 😉 “El Perro”, “Nuevos Discos”, “El Tesoro”, “Excálibur”, “Las Luces”… grandes temas, que cuando terminaron con la primera parte se hizo inevitable el no pedir bises. “Fuego”, “Ahora Imagino Cosas”, “Más o menos bien”… era divertido porque parecía que esta parte era necesario intensificar la fiesta: ya nos quedaba poco. Pero lo curioso era que tan bien debían encontrarse que les costaba marcharse del escenario y se preguntaban entre ellos si podían tocar otra canción más. Así cayó “Chica de Oro” y “Chica Rutera”. Hubiéramos deseado que una de ellas fuera “Mujeres bellas y fuertes”, pero no fue así.
Aún con toda esa extrañeza horaria, dudo que tengan tanta libertad en el tiempo el próximo 20 de febrero. Pero da un poco igual: sus canciones no van a abandonar jamás los buenos efectos que producen.
Galería de Él Mató a un Policía Motorizado en Madrid
Fotos por Ignacio Sánchez-Suárez.