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Entrevista a Biznaga: Ejercicios de autoconsciencia

Por Ana Rguez. Borrego 0

Biznaga

Las canciones de Biznaga siempre tienen un poco de terapia, de autorreflexión, pero no porque ellos mismos lo busquen. Probablemente, también haya gente que se sienta molesta por la realidad que describen, pero es lo que hay: Biznaga tiene el don de diseccionar una realidad poco agradable, lo que hay cuando por un casual decides levantar un poco la moqueta y descubrir toda la podredumbre que allí se esconde.

Que es lo que hay en Gran Pantalla: un disco que se vuelve más que necesario pues debería hacernos pensar sobre nuestra creciente dependencia digital. Un trabajo ambicioso, que ha evolucionado en el sonido y en la idea de crear un disco conceptual. ¿Complicado? Ni mucho menos: tiene lo mejor de Biznaga y su capacidad de crecer, de mantener su identidad y de ser necesariamente incómodos.

Pero no merece la pena dar más vueltas: escuchad (y disfrutad) de este tercer trabajo, como yo lo hice antes de charlar con Álvaro García (voz y guitarra), Jorge Navarro (bajo) y Jorge Martínez ‘Milky’ (batería).

Después de escuchar Gran Pantalla (Slovenly Recordings, 2020), se percibe cómo ha variado vuestro sonido. Es cierto que hay una conexión con los anteriores, pero hay una clara evolución. ¿Cómo surge, cómo habéis llegado a él?

Álvaro: Teníamos claro que queríamos cambiar, darle una vuelta de tuerca, y empezamos a investigar otro tipo de sonidos. Pablo se pilló otro amplificador (uno de transitores, que es muy diferente al sonido de válvulas), añadió además un pedal chorus, que le da un tono más frío, más ochentero, y eso se nota, creo.

Jorge: Como de ensoñación un poco sintética, ese rollo onírico…

Sí, de hecho, tuve momentos que me preguntaba si había sintetizadores. Diría que no…

Álvaro: No, no está en todas las canciones, pero en algún momento lo puede parecer.

Jorge: Yo creo que Raúl (Pérez) también en la mezcla jugó un poco a eso, en algunos momentos puntuales del disco. De hecho, me acuerdo que eso mismo lo dijo: vamos a usar aquí este acople, multiplicado con el pedal de chorus, para que cree un efecto, que parezca un sintetizador. O en momentos puntuales: me acuerdo que en el punteo final de “Libertad obligada”, el ponerlo en primer plano nos hubiera llevado la canción a algo más comercial, pero si lo escondías era una especie de refuerzo, de sintetizador. De hecho, si le prestas atención, está otra vez, se vuelve a repetir, pero como que refuerza, no está en toda tu cara. Él intentó un poco ese asunto.

Precisamente quería saber cómo había sido la grabación en La Mina, por qué apostasteis por Raúl, si llevabais los temas cerrados o había un margen para experimentar con él.

Álvaro: Había dudas sobre con quién grabar, pero de Raúl ya habíamos escuchado muchas cosas que había hecho, y eran buenas: como que le da una vuelta de tuerca a lo que le entregas, es un productor que le gusta experimentar, para él su referente es Paco Loco. Es un tío que le gusta probar muchas cosas, y nosotros queríamos hacer un disco un poco más experimental: fue como yo creo que este chico va a ser el que va a hacer lo que nosotros queremos. De hecho, yo no me arrepiento de nada: creo que dimos en el clavo

Otra opción que estuvimos tanteando fue Santi García, pero yo creo que hubiera quedado un disco muy diferente.

Más rockero.

Álvaro: Más rockero, exactamente.

Jorge: De hecho, ésa era la premisa: no buscar algo demasiado rockero, sino otras opciones. Y es lo que dice Álvaro: yo creo que hemos quedado muy contentos. Había momentos que le apetecía probar más a él que a nosotros: sólo con eso ya te lo digo todo. No es que nos apeteciera poco, pero es que es incansable.

Milky: O perder un poco el norte y él, sabiendo qué sonido quieres, o como es tu banda, decirte algo que es coherente con lo que quieres. Comprende la banda que tiene delante, y también se atreve a experimentar. Está equilibrado el tipo, además de que es el puto amo grabando: va superrápido editando, supertranquilo, transmite buen rollo, es simpático… Fenomenal.

Lo único que me han comentado es que habla poco.

Milky: Sí, estos chicos también, Biznaga también habla poco.

Jorge: Era básicamente Milky hablando todo el rato, y cuatro personas en silencio todo el rato.

De hecho, ese aspecto experimental se aprecia también en que algunas canciones rompen con el esquema típico de un tema «pop» y no tienen estribillo. La escuchas pensando ahora toca… pues no… a ver ahora…

Jorge: Todo pa’lante hasta acabar. Ya está.

Milky: Fíjate, que cuando yo no estaba en Biznaga, las primeras canciones que tenían, que eran destartaladas y tenían otro rollo, ya ocurría eso: no tenían en cuenta el esquema típico, de cuatro, dos partes y estribillo y así. De repente, había un puente cuando tenía que haber un estribillo y a mí eso me llamó mucho la atención, cuando no estaba dentro. Y se ha seguido quedando, a lo mejor con menos complejos y con un poco más de riesgo, pero esas cosas se han seguido haciendo.

Repasando los discos anteriores, un poco analizando las temáticas de las canciones, se podrían decir que Centro Dramático Nacional (2014) se centra en el individuo, Sentido del Espectáculo (2017), es la sociedad, y en Gran Pantalla es el elemento alienante, ficcionante. ¿Es así la evolución o me he hecho un paja mental?

Jorge: Eeeh… pues no me lo he planteado así, pero me gusta que dé lugar a que sean diferentes momentos, a nivel de situarse como narrador de las canciones, que se perciba esa diferencia entre un disco y otro. Me gusta.

Desde luego sí que hay una diferencia, no sé si tanto a ese nivel. Igual sí, tengo que reflexionarlo, nunca me lo había planteado.

Milky: En Centro Dramático Nacional se habla mucho de la mierda interna, de los fantasmas que se llevan dentro, excepto algún temita.

Sí, creo que “Máquinas Blandas” prepara un poco “Sentido del Espectáculo”, y “Mediocridad y Confort” Gran Pantalla.

Milky: Efectivamente, en cada disco hay un poco de previsión de lo que va a haber, de lo que va a explotar este chalao en el siguiente disco.

Jorge: Eso sí que es verdad. Siempre hay pautas, bien visto. Siempre he pensado que en el primero era más, de una manera más superficial y poco elaborada (“Ciudad de la Imagen” se acercaba, que es un tema que tenemos un poco olvidado), a esa temática que hemos desarrollado aquí. Pero de alguna forma, “Máquinas Blandas” también la roza; en el anterior estaban “Mediocridad y Confort” y “A Tumba Abierta”. Al final siempre se va. Una cosa sí que es cierta (eso sí que lo he analizado) es que a lo mejor Biznaga tiene cuatro temas. En cuatro o tres temáticas podríamos meter todas las canciones. Uno es la tecnología, otro es los vampiros (esto va a sonar raro, pero son vampiros psicológicos, emocionales…), y la otra… la pensé en su momento pero se me ha olvidado.

Milky: Ir por la calle… bueno, eso puede tener relación con los vampiros. Estar en la calle un poco jodido, deambular.

Jorge: Digamos que hay canciones más callejeras, nocturnas, digamos de celebración pero más bien de desesperación borracheril, las de la tecnología, y otras que son más de fustigarse a uno mismo, como vampíricas y tal. Quizás sea esa la división pero creo que me estoy dejando algo.

Milky: Habrá que escucharse los tres discos, ¿no?

Jorge: Sí, es momento de hacer repaso. Estaba preparado para hablar del último, pero no de los primeros.

En otras entrevistas ya has comentado que, tras publicar el disco anterior, ya estabas pensando en centrarte en un único tema en el siguiente, la gran pantalla: de hecho, ya hay menciones en “Mediocridad y confort”. No es nada extraño, porque internet, la tecnología, las fake news… están por todas partes. ¿Pero cómo surge esa idea?

Jorge: Porque me interesaba mucho el tema. Ya me interesaba como has dicho tú, y como comenté en alguna otra entrevista, lo que acabo de decir antes. Por eso ya ha habido canciones: de hecho, hay una canción muy potente como “Mediocridad y Confort”, que es con la que salimos en el anterior disco como primer single, con video y todo, que además fue bastante representativa. Entonces era ya un tema que me importaba, pero ya de pronto era una obsesión. Ya era como que necesitaba desarrollar más ampliamente este asunto que nos está pasando a todos. Porque de alguna manera, sin renunciar al resto de temas, digamos que este canal, este filtro que nos permitir conocer al resto de personas y a nosotros mismos, enseñar quiénes somos, quiénes queremos ser, está condicionando de esa manera natural, es importante. Entonces yo iba comprándome libros, relacionados con este asunto, y cuanto más iba leyendo, más me iba envenenando, más apuntes tomaba, más ideas salían, y al final, se lo comenté a este gente.

¿Y cuál fue la reacción?

Jorge: Silencio.

Milky: Fue silencio, y decir chavales, batacazo.

Jorge: Pero claro, como siempre nos gusta jugar a pegárnosla, pues dijimos, pa’lante, que sea lo que dios quiera. Pero tampoco se abrazó, se recibió la noticia con muchísimo ánimo.

Álvaro: A mí desde luego no me entusiasmó, nada, porque yo creo que un disco está hecho a base de canciones, y cada canción puede ser un mundo diferente. Y me gusta plasmarlo así. Que sea conceptual creo que se puede hacer pesado, aunque le des otro aire a cada canción, pero al final sigues hablando de lo mismo: o interesa mucho ese tema o dices menudo coñazo. Te tiene que interesar mucho eso.

Yo al principio no lo vi, pero como me fío de Jorge al 100% pues al final quedó una cosa con la que estoy muy contento. Pero que sea un disco conceptual no es santo de mi devoción, eso te lo digo ya.

Jorge: Yo creo que un poco para convencerles argumenté (sigo creyendo que estoy en la razón) que, joder, los dos primeros son discos de canciones, y en este tercero podíamos intentar algo diferente. Lo hemos intentado desde el punto de vista sonoro, de las estructuras, que ya lo has mencionado antes, y creo que también era interesante que fuera sobre un tema que me interesaba: también lo digo como letrista, para mí era un reto personal. Igual si me hubieran puesto el período de apareamiento de las cabras, no te hubiera hecho un disco conceptual, pero este era un tema que me importaba, y me apetecía ponerme a prueba en ese sentido, y también al grupo, que a raíz de este planteamiento conceptual en la temática, nos diera alas o ganas de hacer un disco de sonido diferente. Y creo que está bien.

Ahora el cuarto, muy probablemente, volvamos a las canciones. Ya está. Simplemente ha sido un ejercicio diferente, que creo que estábamos ya en condiciones de poder aceptar, para no aburrirse también.

Desgranando el disco, más allá del concepto, hay una historia: parte de un planteamiento, que define qué es la gran pantalla como Dios; luego hay un corte de transición, “La Pantalla: Usos”, que es una invitación a entrar; el nudo, que son cuatro experiencias de uso, que acaban resultándote familiares, por experiencias propias y ajenas; el siguiente paso, “La Pantalla: abusos”, que ya nos advierte de que se ha llevado más allá y que está afectándonos; y el cierre, que son dos temas que me dan la sensación de que son un momento epifánico, de revelación.

Jorge: Yo creo que está muy bien encaminado. En un principio iba a ser una historia muchísimo más clara de lo que estás apuntando tú, con un personaje y todo, con cosas que le ocurrían, pero se descartó.

¿Un autónomo?

Jorge: Un héroe de nuestra época. Pero por un lado te da mucho hacer un disco conceptual, porque te salva de perderte en ideas abstractas, que te pueden llevar a un tema, que pasado mañana cambie y te lleve a otro: cuando tienes que abarcar un concepto, el campo lo tienes más cercado y lo tienes muchísimo más claro. Pero por contra, también te constriñe un poco, no te permite salirte mucho de ese asunto, porque no puedes perder de vista que estás tratando un tema en concreto. Entonces yo creo que si lo llevábamos a un siguiente nivel, que además de ser un disco conceptual, tuviera un argumento, se convertiría en una especie de ópera rock, que creo que hubiera provocado un malestar en la banda. Hubiera sido complicarse, y autolimitarse mucho.

Entonces me apetecía que fuera conceptual pero quizás de esa manera más abstracta, que hubiera una línea argumental pero más abstracta, más rota, que no fuera narrativo, sino algo más lírico. Pero sí que es cierto que hay ciertas pautas que ya estaban en las canciones escritas, y que se han mantenido, que dan a entender, que dan pie a que si se hubieran seguido retorciendo las que quedaban por hacer, se podía haber conseguido un disco conceptual. Pero como eran letras con las que ya estaba muy satisfecho, no quité nada.

Sí que es cierto que ya apuntaban hacia ese tipo de historias que de alguna manera, seguramente, nadie se dará cuenta: la primera cara utiliza la primera persona del singular, es el yo en casi todas menos una, que habla de algo unipersonal; y en la segunda cara habla de un él, que es como si el protagonista, de alguna manera, perdiera su identidad a mitad de la canción y pasa a convertirse en un él, a hablar de sí mismo en tercera persona. De tal modo que empieza en un lado de la pantalla y acaba dentro de ella, viéndose a sí mismo desde fuera: entonces no sabes quién le habla a quién, pero desde luego siempre es la misma persona, pero expresándose en tercera persona sobre sí mismo.

En ese momento, se ha convertido en su propia marca, que es lo que siempre nos venden.

Jorge: Eso es, exactamente. Al principio era una historia que iba a dejar muchísimo más claro este asunto, pero se decidió renunciar y creo que… a veces digo que bien pero otras veces digo que mal. Pero hoy voy a decir que bien.

Dándole vueltas, sobre todo a raíz de la nota de prensa, que se mencionaba esa identificación de la Gran Pantalla con Dios. Realmente lo sabe todo con nuestras búsquedas, que es omnisciente…

Jorge: Y omnipotente y omnipresente, que no aparece en la canción, pero lo es.

Y según la religión cristiana, el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, o sea, a esa gran pantalla, pero no deja de ser una imagen distorsionada

Jorge: Sí, quizás sea algo exponencial, una secuencia de imágenes exponenciadas que cada vez se deforman más. A mí me gusta pensar en nosotros, o por lo menos en la persona que está en el disco, como un apostol. De hecho, se dice en la canción, el que lleva la palabra de Dios. Llevamos un poco la bandera, que también sale en el video ese asunto. La única bandera que estamos reivindicando constantemente es la de la virtualidad, la de la pantalla, la de vivir la experiencia, el mundo, nuestra vida, a través de ese filtro. Entonces, de alguna manera, si eso es una religión, nosotros somos los apóstoles llevando el evangelio tecnológico de la pantalla. Me gusta más verlo de esa manera.

También nuestra imagen en la pantalla es la queremos dar.

Milky: Bueno, en la pantalla siempre somos mejores

Claro, pero también somos información, y por eso en el fondo la información es defectuosa, porque está sesgada, no es una realidad: es una versión.

Milky: Todas tus pajas mentales están bien.

Jorge: Están justificadas, pero es que hemos hecho un disco para que os hagáis pajas.

Milky: Y no es tan complicado, ¿no?

Jorge: Yo creo que da lugar a múltiples interpretaciones, que me parece guay eso.

Milky: Pero ninguna totalmente loca que digas ni por asomo estaba pensando en esto. Tienen bastante coherencia entre ellas. Hay un margen de libre interpretación.

Jorge: Y muchas de ellas pueden llegar a sorprender a los propios autores de la canción. No haberle visto esa lectura, porque al final estás tan dentro que necesitas tener la frescura de fuera para decir pues sí, lo mismo tiene más que ver con eso.

La conclusión al final es que la vida es una ficción.

Jorge: Bueno, un poco el planteamiento, el postulado del disco es que no importa. Digamos que la división esa no es algo que me haya inventado yo, evidentemente. Lo ha dicho muchísima más gente, en soportes mucho más creíbles como pueden ser los libros, más que un disco de rock. Pero que no importa, esa división entre lo que es real y lo que no, la ficción y la realidad, carece un poco de sentido, porque se ha acabado convirtiendo en real precisamente porque tú lo estás viendo, lo estás tomando como cierto. En ese momento ya es real, da igual aunque sea mentira.

Milky: Porque también es una especie de consenso, de convención colectiva. Todos tenemos este cacharro, a todos nos importa mucho ese cacharro y todo lo que ocurra, que es a casi todos lo mismo, pues lo vamos a ver todos como real. Si solo hubiera un puñado de locos supertecnológicos y supersofisticados, que utilizasen los móviles entre ellos, sería algo totalmente ajeno.

Jorge: Creo que fue Kant el que dijo que Dios existe porque existe la idea de Dios. Entonces esto es igual: no importa realmente, digamos que es una figura literaria, un ente abstracto. No es necesario creer exactamente, es una metáfora que existe Dios. Mientras exista la idea dentro de un amplio colectivo de personas de que existe, existe. Pues esto creo que funciona de manera parecida o igual.

Inevitablemente te recuerda a La vida es sueño.

Jorge: Es que también está ahí. Es uno de los grandes temas de la historia. Esto no es nuevo: es La vida es sueño, es el mito de la caverna de Platón, es un montón de cosas.

Quizás por eso en “Atentado” parece que decir la verdad es eso, un atentado, cada vez más.

Jorge: “Atentado” quizás es una de las que está más desmarcada.

Milky: Bueno, es que la autoridad, los poderes o la gente que tienen instrumentalizada la violencia, o legitimada, que es el estado, el aparato represor en mayor o menor medida, también juega a esto, a la ficción, las realidades, las versiones, generar historias… Yo creo que habla un poquito de eso la canción.

Jorge: Totalmente, habla de eso. De alguna manera coge el molde del resto del disco, que es más evidente que habla de internet, de lo virtual y demás, y lo lleva a una cosa muy concreta, que ocurre en la calle, a nivel estatal, de instituciones, porque habla de todo el aparato, como dice Milky. No sólo las fuerzas y los cuerpos de seguridad del estado, sino también el poder judicial.

Más que estar fuera, es un ejemplo concreto de otros planteamientos que se dan en el disco. Creo que tiene que ver más de lo que a priori pueda parecer.

Ahora que parece que estamos muy obsesionados con las pantallas, ¿creeis que vuestro público va a recibir el disco como un mazazo, como si se sintieran cuestionados?

Jorge: Yo creo que habrá de todo. Habrá gente que diga que es totalmente verdad y luego habrá gente que diga que de qué cojones están hablando. O que digan que qué exagerados. Al final, no importa: están dentro y punto. Les guste, no les guste, que piensen bien, mal, regular… Es irrelevante. No es una cosa que ellos puedan controlar ya.

Nadie se plantea si una canción de amor por qué es de amor. Pues esto me gustaría que fuera lo mismo, porque ya es tan importante o más que las canciones de amor. Me parece una temática fundamental y creo que da igual lo que piense la gente. Está todo el mundo dentro, le atañe, quiera o no

Luego están los que achacan la complejidad de las letras, ¿se os lanzarán al cuello por el hecho de que sea un disco conceptual, tachándoos de pretenciosos?

Milky: Mira, yo que soy medio tonto, si entiendo las letras, ya está.

Álvaro: Yo creo que habrá gente que piense eso, seguro.

Jorge: Pero ya lo pensaban de antes.

Álvaro: Ya se ha dicho varias veces. Ahora, lo mismo incluso más, dentro de la toda la complejidad del concepto, pero yo creo que las letras son muy accesibles, incluso más que en discos anteriores. Entonces, sí, un disco conceptual, pero te llega, ¿no? Se entiende todo bastante bien.

Milky: Por eso cuando Jorge propone ese concepto y hacer el disco de esa manera, te da una cierta seguridad, porque él se pone estupendo, pero lo allana un poco, te lo acerca. Yo he aprendido un montón con él, por lo que me ha contado, por lo que ha escrito y por este tipo de cosas. Entonces, sí, escribe sobre este tema tan jodido, además con tantas disciplinas metidas en el ajo, con un montón de libros complicadísimos que no me pienso leer, pero es Jorge, tú vas a acercárnoslo. ¡Profeta!

Álvaro: Va a haber peña que te va a criticar siempre, eso es segurísimo, pero bueno, ya estamos acostumbrados.

Jorge: Ya que te van a criticar, más te vale que tú hayas hecho algo que te apetezca hacer, porque si has hecho algo pensando en agradar y luego te acaban criticando, es que eres doblemente pringado. Bienvenidas sean las críticas también: de hecho, nos echamos a veces unas risas. Está bien, si no todo es muy aburrido.

Tenéis anunciadas ya las primeras fechas de conciertos y de festivales, el Tomavistas y el Mallorca Live Fest.

Jorge: Y algunos más que todavía no podemos anunciar. Estamos en ello,

El caso es que yo no os veo un grupo muy festivalero.

Jorge: Ya, eso nos dice mucha gente. Cada uno tiene su idea.

Álvaro: Se sorprenden. El otro día leí el tweet de «nos están robando esta banda los indies»

Jorge: Sí, que es un banda superpunk, y sobre todo la veo en festivales indies, nos la están robando, estamos dejando que nos la roben. Hay que contratarles en festivales punk, etc, que no lo podemos permitirlo, que esos modernos de mierda nos quiten a esta pedazo de banda, no sé qué… Era un poco el mensaje. El tío acabó borrando el tweet, que tenía como 40 comentarios.

Álvaro: Pero todos eran buenos.

Jorge: Sí, nadie le decía imbécil ni nada de eso, pero se montó un debatito, que supongo que cuando pones algo de ese tipo, lo que estás esperando es generar un poco de conflicto

Milky: Un poquito de lío. Yo creo que a los festivales para empezar va todo dios, o casi todo el mundo, y luego se han empeñado en diversificar su propuesta, y en meter un montón de cosas. Y luego también el gusto moderno, el gusto de la gente así, que es el eclecticismo: cuantas más cosas escuches y más dispares, pues mejor eres. Entre comillas todo esto. Entonces tenemos un perfil que a la gente que programa festivales y a la gente que va a ellos pues le gustará. Y luego hay punkis que dicen joé, buen grupo, y también les gusta

Álvaro: Nosotros vamos a seguir tocando en festivales, porque si nos pagan lo que nos tienen que pagar, pues iremos. Y también a conciertos pequeños, en sala, donde no cobremos nada, que también habrá por un tubo, que si nos gustan, lo hacemos y no nos importa el dinero. Pero no nos cerramos a festivales.

Milky: Porque el dinero nos importa.

Álvaro: Y por qué no. En los festivales han tocado cantidad de bandas punk. Los festivales están abiertos a muchísimos estilos. Yo es que no sé, si te cierras… Al principio hubo un gran debate sobre esto. Yo me acuerdo la primera vez que nos llamaron de un festival fue ¿realmente queremos tocar en un festival?

Jorge: Fue ese momento crucial, pero eso ocurrió hace mucho tiempo. Ahora mismo no nos genera problemas.

Álvaro: Ahora no, ninguno.

Jorge: El único problema lo tienen ellos si no pagan la pasta.

A mí lo que me molesta a veces, sobre todo en los festivales grandes, es el ninguneo que se hace a ciertos grupos españoles con los horarios y la contraprogramación que les hacen. Concretamente recuerdo el caso del Mad Cool, con la carpa vacía porque al mismo tiempo estaba tocando Pearl Jam, empezasteis un poco más tarde porque los anteriores se retrasaron, y os cortaron el sonido, cuando además no había nadie después.

Jorge: Yo me cogí un cabreo…

Álvaro: Tuvimos una buena bronca con el que llevaba el escenario.

Jorge: Yo no esperaba que nos cortaran.

Álvaro: Pero no somos unos ilusos, que van ahí diciendo increíble, vamos a crecer, estamos en Mad Cool, como bandas que se parten la puta cara, como algo increíble…

Jorge: Nosotros no medimos el éxito por estar en carteles de festivales.

Álvaro: Pero hay mucha gente que parece que mide el éxito por los festivales a los que va y en la cantidad de festivales que hagas en el verano. Y eso me parece una basura.

Jorge: Exceptuando esa vez, que fue especialmente jodido y doloroso, no hemos tenido malas sensaciones. En algunos nos hemos sentido más en nuestra salsa que en otros, que ha habido momentos de decirnos ¿nosotros qué coño hacemos aquí? Pues mira, cobrar.

Milky: Y a lo mejor viendo alguna banda que nos flipaba.

Jorge: En general, creo que hemos tenido suerte en la programación, que es lo que comentabas tú antes. Creo que siempre nos han tocado horarios relativamente buenos… pero a ver, es que es complicado, en megafestivales, no coincidir. Me estoy acordando del FIB: tocamos a las once y media, que me parece una hora muy buena. ¿Pero quién estaba sonando? Red Hot Chilli Peppers. ¿Sabes lo que te digo? ¿Entonces a qué hora quieres tocar…?

Milky: Es eso o a las siete, tú solo, con el festival vacío.

Jorge: Exacto. O a las seis, o a las cinco, en pleno agosto, a ver quién está ahí viéndote.

Para terminar, repetís en el SXSW, en el cual no tuvisteis una gran experiencia, porque no le visteis la productividad.

Álvaro: Porque nos pilla de paso. 

Jorge: Vamos a hacer un festi gordo en México, que nos paga básicamente los vuelos y la estancia allí al otro lado del charco, y por lo visto nos han dado una subvención de Sounds from Spain, para ir al SXSW, con la que han ido muchas bandas, y nunca nos la habían dado, bueno, la otra vez que fuimos no nos la dieron.

Milky: Y vamos a tocar, que ése era uno de los requisitos, porque el SXSW, por un lado fue una buena experiencia, por otro un poco de indiferencia. Hubo de todo en esa experiencia.

Jorge: Se supone que este año vamos a cuidar más los conciertos que vamos a hacer. La logística es mejor, los sitios son mejores…

Álvaro: Tocamos en cada sitio que no veas, macho.

Milky: Pero mira, como ya sabemos lo peor que nos puede pasar, que es tocar en sitios de mierda, pues ya voy, cogiendo a estos de los manos diciendo qué bien lo vamos a pasar.

Jorge: Y si no, algún disco en alguna tienda de Austin caerá.

Milky: Eso también. Ropa y discos

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