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Entrevista a Triángulo de Amor Bizarro: Puro inconformismo

Por Redacción EER 0

Entrevista a Triángulo de Amor Bizarro

La banda gallega publicó hace pocas semanas su quinto álbum.

¿Quién iba a pensar cuando arrancó el 2020 que medio mundo estaría hoy encerrado en sus casas por culpa de un virus? Un mundo oscuro con un futuro más negro en el que apareció, casi al mismo tiempo que el Estado de Alarma, el quinto álbum de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro, el homónimo Triángulo de Amor Bizarro (Mushroom Pillow, 2020), que se ha convertido en la tabla de salvación de muchos de sus seguidores. Un álbum aperturista donde se abren nuevas vías de investigación sonora pero clavando el colmillo igual de despiadado que en anteriores entregas a una sociedad que se ve demasiado tambaleada en estas últimas semanas.

Al otro lado del correo nos responde muy amablemente Rodrigo Caamaño para desgranarnos mejor todo lo que esconde el que para muchos es ya uno de los discos del año, y del que esperamos poder disfrutar pronto en directo.

Entrevista a Triángulo de Amor Bizarro

A pesar de ser «Vigilantes del espejo» el 1º single oficial del álbum, quisisteis presentar antes «Ruptura» y «Fukushima». ¿Fue en plan “mirad el cambio que vamos a meteros en el disco”?

Es que arrancar con el single pop ya lo hace casi todo el mundo. Nosotros siempre hemos hecho lo contrario, con Año Santo por ejemplo el primer avance fue «La malicia de las especies protegidas». Es nuestra forma de enseñar todo lo que somos, no solo la faceta pop, que ya la gente se va a quedar con ella sí o sí.

“Yo tengo claro mi enemigo, y no soy yo ni mi vecino, es ese 1% de millonarios”

Debéis vuestro nombre a una canción de New Order. Sin embargo, hemos esperado 5 discos para escuchar un tema con clara influencia de los de Mánchester («Fukushima»). ¿A qué se debe?

Siempre nos apasionó la electrónica analógica, los sintes antiguos, los filtros, las cajas de ritmos añejas y esas cosas, Kraftwerk, los Silver Apples y New Order, y en todos los discos hemos utilizado sintes analógicos. En Salve Discordia y Victoria Mística hasta algunas guitarras están pasadas por el filtro de un sintetizador Yamaha monofónico de finales de los 70 que nos acompaña desde el comienzo del grupo. Lo que pasa es que hasta ahora tal vez no nos habíamos alejado tanto de nuestro formato de banda, de sonido de batería, bajo y guitarra. Con este disco empezamos a experimentar más en ese sentido, de hacer canciones completas sin guitarra y sin pensar tanto en la batería. Esta vez intentamos componer alejándonos del local de ensayo, alejándonos un poco de Salve Discordia, que es un disco compuesto más como un cuarteto de rock and roll, porque ese fue su planteamiento. En este fue más bien, vamos a buscar las canciones allí donde estén.

Gran Pantalla de Biznaga, Neovalladolor de Erik Urano, el vuestro… todos estos discos presentan la realidad como una distopía que acaba de llegar. ¿Qué ha pasado para que se cuestione la constante presencia de la tecnología en la vida?

Yo creo que llevamos cuestionando el mundo desde que somos grupo, lo que pasa es que tal vez este disco está más centrado en el presente, de hecho tal vez fue una de las pocas pautas que marcamos cuando empezamos a hacer las canciones. Pero no creo que hayamos compuesto nunca una canción que no sea un cuestionamiento de algo.

“Es fundamental para nosotros encontrar ese punto entre las canciones pop más directas y conocidas, pero que suelen ser las que hacen que las bandas se estanquen, y las más experimentales y valientes, que son las que abren nuevos caminos”

Este es el disco que habéis llevado más cerrado a la hora de grabar. ¿Queríais controlar especialmente la evolución de vuestro sonido?

Casi todos los discos los llevamos muy avanzados al estudio, las maquetas de Salve Discordia son extremadamente parecidas al disco, salvo en la calidad de sonido, por ejemplo. En este disco, debido a esa parte más electrónica, tuvimos que encontrar otras formas más allá del formato cuarteto, como te decía antes. Algunas canciones las empezamos al revés, componiéndolas sobre arreglos más impresionistas, o sobre notas de voz, o sobre pequeños pasajes instrumentales, y dejando la parte de banda para el final. Muchas canciones del disco están compuestas sin un instrumento en las manos. Llevamos mucho material ya acabado al estudio, por ejemplo, con la intención de regrabar allí solo las partes necesarias. Digamos que esta vez las maquetas y las versiones del disco son en muchas canciones, la misma. Eso es algo que también nos planteamos. Muchas veces el trabajo de estudio es simplemente recrear algo que habías conseguido en la maqueta, y eso es algo que queríamos romper. Quisimos unificar mucho más todo el proceso.

¿Se podría decir que El Gatopardo es el fin una etapa de Triángulo? ¿Lo pensasteis así en su momento o llegasteis a esa conclusión una vez terminasteis este?

Nosotros no pensamos mucho en etapas, sino en un trabajo más continuo. ¡Creo que seguimos siendo los mismos o casi que en el primer disco! O por lo menos las intenciones son las mismas. ¿El Gatopardo fue una forma de reiniciar? No lo sé, creo que fue un paso más después del anterior disco, una idea muy cerrada que nos permitió afrontar este nuevo disco con más calma y más distancia. Sí, creo que seguramente es eso, El Gatopardo nos permitió distanciarnos del disco anterior para poder empezar más frescos.

“Las crisis de la mediana edad resultan un poco cómicas, empezando por las nuestras, así que por eso en «Vigilantes del Espejo» lo tomamos de forma ligera y nos reímos un poco de ello”

El primer tema, «Ruptura», ya deja clara las intenciones de este nuevo disco, pero es casi un juego pues parece conectar con «Robo tu tiempo», el primero de Victoria Mística. ¿Es algo premeditado?

El beat deriva de «Robo tu tiempo», pero cada vez la canción fue alejándose más. Igualmente, «Robo tu tiempo» supuso para nosotros un nueva ventana, nos permitió encontrarnos con muchas cosas que llevábamos tiempo buscando. Pero no solo «Robo tu tiempo», canciones como «O Salve Eris», «Clara», «Muchos Blancos en todos los mapas», «Un rayo de Sol», «Año Santo»… son las que avanzan en los discos nuestro sonido futuro. Son las canciones que nos permiten seguir nuestro camino y no estancarnos, a pesar de que no son las más populares dentro de nuestros álbumes, pero para nosotros son de las más importantes. Es fundamental para nosotros encontrar ese punto entre las canciones pop más directas y conocidas, pero que suelen ser las que hacen que las bandas se estanquen, y las más experimentales y valientes, que son las que abren nuevos caminos.

¿Se puede hablar que uno de los temas principales del disco es la crisis de identidad desde diferentes puntos de vista? Por un lado, se podría mencionar la de los 40 («Vigilantes del Espejo») pero también la falsa personalidad que nos crean las redes sociales («Canción de la Fama», «Fukushima»…)

Sí, seguramente, todo el universo está en crisis de identidad. Es una de las cosas de las que hablamos es este disco. Pero todo es a través de nuestras emociones, no queremos hacer un análisis ni nada, sino más bien reflejarnos en el presente, este disco somos nosotros en formato LP. Las crisis de la mediana edad resultan un poco cómicas, empezando por las nuestras, así que por eso en «Vigilantes del Espejo» lo tomamos de forma ligera y nos reímos un poco de ello. Otra cosa es la ansiedad que crea la pantalla y la presión social de las redes, que creo que es por lo general, una de las peores cosas de estos tiempos. La desnaturalización humana ya está aquí, como en las novelas ciberpunk de los ochenta, pero de una forma muy poco entretenida y reseñable a diferencia de estas.

¿Las redes sociales nos conducen paradójicamente a la asocialidad?

No creo que sea paradójicamente. Facebook está para ganar dinero y poder, no para conectar el mundo, sino para intentar dominarlo controlando el cauce. Hablar por teléfono es un sustituto del contacto real humano, pero por lo menos puedes escuchar voces. En las redes sociales se transmite un ideal de cada persona, o eso es lo que intentamos transmitir, con lo que no suele haber mucho espacio para las relaciones reales. Es como nuestra versión marketizada de cada uno, y por lo tanto algo acartonada. Nadie es como se muestra en redes, ¡menos mal! Si no el mundo estaría llena de gente horrible, y de verdad creo que esto no es cierto.

¿Actualmente vivimos en una situación de enfrentamiento casi bélico con nosotros mismos, con lo que nos aliena y con lo que nos hace de verdad, tal y como se cuenta en «No eres tú»? ¿Somos nuestra propia amenaza?

Yo tengo claro mi enemigo, y no soy yo ni mi vecino, es ese 1% de millonarios. El tardocapitalismo se parece cada vez más a un régimen feudal, que en vez de ligar la propiedad a la tierra, se liga a la información. El sentirte culpable por no realizarte, por no triunfar como te hacen creer ese 1% tiene cierto componente de culpabilidad cristiana, una culpabilidad tóxica y estéril. Por eso, yo, en general, no me arrepiento de nada si no he hecho daño a nadie. Desde luego no me voy a arrepentir por el camino que he escogido en mi vida.

“Si hubiésemos pensado con la cartera lo hubiésemos retrasado un año, pero entonces la gente no lo hubiese podido escuchar”

«Acosadores» tiene un mensaje claramente feminista, que entrelaza temas como el acoso y los estereotipos. ¿Cómo surge? ¿Son sensaciones vividas por Isa o detalles, anécdotas… que han observado el resto del grupo?

Tiene más bien cierta intención poética, pero el mensaje es claro y cristalino. Todos los cambios positivos que tienen que llegar pasan por los movimientos feministas y de igualdad de clases.

Por el tono de las canciones y cómo se enfrenta a ellas Isa, ¿es Kate Bush el referente sonoro de «Folía de las Apariciones» y «Cura mi Corazón»?

Sin duda es una de sus referentes. Esta temporada estuvo a saco con ella, la verdad es que todos somos fans en la banda, y sí que escucharla le dio la valentía para atreverse a cantar en registros más altos, con melodías con más recovecos, menos naif, menos indie. Este tipo de armonías empezaron con Salve Discordia, pero aquí están más realizadas. Para nosotros esto sí que es donde más hemos cambiado, aunque a lo mejor a la gente le llame más la atención la sonoridad de otras canciones, donde hay más diferencia en este disco respecto a otros es en esto.

Hablando de «Folía de las Apariciones», ¿somos malpensados o hay un cierto aire de «Left outside alone» de Anastasia por ahí en el estribillo?

Jajaja ni de coña, no es nuestro rollo para nada. La Folía es una progresión medieval con ciertas características bastante peculiares. Para que la gente se situe, la pieza principal de Barry Lyndon de Kubrick es una folía de Haendel. Es una especie de progresión mayor y menor a la vez que se va entristeciendo y que tiene un componente circular.

A la hora de ver quién canta un tema cómo surge si es Isa o tú. ¿Te quedas con los más violentos e Isa los más melódicos? Aunque «Vigilantes del Espejo» podría ser de Isa perfectamente.

Cada canción es un mundo. Es cierto que cada vez solemos ver antes quién va a cantar la canción, y eso ayuda a su creación, así podemos enfatizar las peculiaridades de cada voz. Vigilantes sí que nos costó decidirnos. Tenemos una demo cantada por Isa, pero aunque sea la música más melódica, ella decidió que iba mejor con mi voz, con un toque más impostado y llorón, que iba muy bien con el tema de la canción.

Cuando anunciasteis la salida del disco nadie podría pensar que estaríamos metidos en una movida como esta. Otros artistas han decidido retrasar sus lanzamiento pero vosotros lo mantuvisteis. ¿Era ya demasiado tarde?

Bueno, es una decisión de cada uno. Si hubiésemos pensado con la cartera lo hubiésemos retrasado un año, pero entonces la gente no lo hubiese podido escuchar, y seguramente en ese año nosotros estaremos empezando otro disco. Y es que el proceso de un disco ya es demasiado largo, y a veces corres el peligro de que en el tiempo de espera te olvides de lo que significó para ti. ¡Es importante sacar el disco con los recuerdos de la grabación frescos! A lo mejor se convierte en nuestro disco maldito o algo así, ya que nadie sabe cuándo podremos tocarlo en directo, y no podrá tener por ahora su final en los conciertos, porque los discos realmente se acaban cuando los has tocado un par de años. Para nosotros es el disco más excepcional que hemos hecho, y justo por eso sentimos que su momento es este y no otro.

Además también “os fastidió” la bonita propuesta de escucharlo antes en distintas tiendas de discos y regalar una copia especial (test pressing). Unas tiendas de discos que como muchísimos sectores están ahora mismo temblando, pero más si cabe una industria como la cultural. ¿Cómo veis el futuro del sector? ¿Es para echarnos a llorar?

Prefiero no pensar en el futuro más o menos inmediato, y menos en lo que pudo ser. Para nosotros, que llevamos un año apenas sin tocar debido al disco, este era el momento de ganar algo de dinero que nos permita avanzar hasta el siguiente. Llevamos 13 años viviendo de la música, así que a ver qué pasa. ¡Ojalá tuviésemos un erte o paro o algo! Por ahora nuestra perspectiva es el 0% del sueldo. Tenemos muchos amigos y conocidos del gremio en el mismo saco, pero por ahora lo importante es pasar esta etapa y ya se verá la siguiente. Por lo menos el disco está sacado y nos ilusiona mucho la respuesta de la gente, como lo están usando estos días.

Para terminar… Hace ya algunos años que no os acordáis de Esperanza Aguirre en vuestros en Madrid. ¿Se terminó el amor? ¿Ayuso da más juego que “La lideresa”?

Aún no hemos ido a tocar a Madrid con la nueva lideresa! Ojalá podamos ir pronto.

Foto de portada por Javier Peñalver.

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