Las de Mungia presentaron su nuevo disco Plastic Drama.
Nueva normalidad, desescalada, rebrotes… palabras que estos días no paramos de escuchar y leer por todos lados y que bien podría usar para contaros lo que fue el pasado jueves mi primer concierto en meses, el de Belako y en un autocine.


Quizás la idea de ver un concierto metida en un coche no fuera la más atractiva a principios de año, pero visto lo visto esta opción es mejor que verlo a través de una pantalla de ordenador. Así que mascarilla, gel desinfectante y rumbo al norte de la capital. Tras pasar el control de temperatura me informan que podré ver el concierto en la zona delantera, en un área con sillas y mesas, correctamente distanciadas las unas de las otras. El ambiente es extraño, hay muchas ganas de volver a lo de antes aunque la gente guarda cautela y si no ahí están las camareras obligando a los olvidadizos a ponerse mascarilla para pedir.
Un dj ameniza el atardecer mientras no paran de llegar coches que ordenadamente se van colocando por la explanada. Refresco en mano disfruto de esta extraña sensación: “¡de nuevo en un concierto!” Dentro de esa extraña sensación eufórica un miembro de la organización se acerca por si quería tener un recuerdo y llevarme a casa un póster firmado. Tímidamente me acerco junto a mi acompañante y Josu nos recibe jovial con una extensa dedicatoria en el póster y un grito hacia Lander para que haga lo propio. A todo esto, no paran de grabarnos. El grupo está rodando un documental sobre esta mini gira de autocines con Koldo Serra en la dirección.


Sin darme cuenta hemos pasado las diez de la noche y el grupo se lanza sobre el escenario. Por un instante siento el cosquilleo de los concierto y me olvido del maldito coronavirus, pero ver a la gente tan alejada entre sí y con mascarilla me recuerda que este no será un concierto normal. El grupo sin embargo parece no haber notado nada el parón. Dicen estar nerviosas, pero sobre el pequeño escenario montado delante de la pantalla de cine el grupo no apenas tarda un par de minutos en poner al público en pie. Tras el arranque con “Monster” la contagiosa “Lungs” consigue que algo se te mueva por dentro. Cris sigue igual de jefa que cuando las vi cerrando gira en La Riviera hace año y medio. El escenario se le queda pequeño, como a Josu y su Steinberger su clavijas.
A pesar de venir a presentar los temas de Plastic Drama, su nuevo disco que tiene una pintaza estupenda a tenor de sus adelantos, el grupo opta por darle primero salida a piezas de su tres anteriores trabajo. Quizás los nervios eran esos, el esconder lo nuevo para el final una vez que estés rodado. Caen entra otras “Render Me Numb”, “False Step” o “Nice Church” antes de darle voz a las nuevas, alguna que otra desconocida para la mayoría de presentes.
Reivindicativas, siguen gritando por la libertad de amar a quien queramos y en contra de los asesinatos machistas, pero en realidad son pocos los momentos de pausa y agradecimiento sentido que se dan entre las canciones. Una vez metidas en arena con sus nuevas composiciones tengo que subrayar lo bien que pasan al directo: desde la oscura “All Nerve”, la coreable “Profile Anxiety” y la bomba que es “Tie Me Up”, ojo, la cual sirve para cerrar la primera parte del show. Porque si por un momento llegaste a pensar que la cosa acaba ahí estabas equivocada.
El bis arranca con una poderosa “Track Sei”, que con todo el subidón hacía que el escenario subiera el techo de su estructura y se descolgara la lona de la portada de Plastic Drama justo con los primeros acordes de “The Craft” y las primeras filas casi celebrando un pogo. Su primer gran hit “Sea of Confusion” y “Over the Edge” ponen el broche a una noche mágica, con los coches usando las luces y cláxones para acompañar, en la que volver a creer en la música en directo y además con una banda en estado de gracia.
Galería del concierto Belako en Autocine Madrid Race
Fotos por Ignacio Sánchez-Suárez.