El último concierto, un grito por la supervivencia de las salas de conciertos
Por 2 noviembre, 2020 18:540


Las salas de conciertos se unen para evitar su desaparición.
Cerradas y con pocas perspectivas de poder realizar su actividad, las salas de conciertos están inmersas en una auténtica pesadilla por culpa de la crisis sanitaria de la COVID-19. Desde que a mediados de marzo se decretara el Estado de Alarma poco margen de maniobra han tenido, habiéndose cancelado cerca de 25.000 conciertos, con unas pérdidas acumuladas que a final del año podrían llegar a los 120 millones de euros.
A pesar de que en verano se han podido realizar conciertos y festivales, la mayor parte de ellos han sido en espacios abiertos, quedando las salas al margen de estos pequeños brotes verdes; espacios que cuentan con casi cinco mil trabajadores directos, muchos de ellos afectados por ERTEs desde principios de marzo, un gran número de trabajadores intermitentes, autónomos y pymes, así como músicos, técnicos, sellos discográficos, fotógrafos, bookers, promotores y demás profesionales afectados en el cierre forzoso.
Sin un plan específico por parte de las autoridades, un gran número de salas se han reunido bajo la iniciativa de El Último Concierto, un triste guiño al que muchos de estos espacios podría verse abocado este año, es más, se sabe que al menos en todo el territorio nacional al menos 15 salas ya han cerrado sus puertas definitivamente.
El Último Concierto quiere por ello dar un toque de atención, al igual que lo ha hecho el movimiento Alerta Roja, recientemente galardonado con un Premio Ondas como fenómeno musical del año, y quiere celebrar este próximo 18 de noviembre un concierto muy especial que se podrá seguir de manera gratuita a partir de las 20:00h a través de su web, donde también se puede leer el manifiesto creado por el movimiento.