Forman parte del cartel del sábado en el CanelaParty
Desde hace años, tu existencia se puede resumir con que parece una canción de Camellos. Exagerada, ácida, un poco hastiada de las tonterías que te rodean, pero lo más importante, sin perder la sonrisa, el comentario sarcástico que te hace consciente de la vida y que te ayuda a sobrellevarlo.
Esa sensación la tuvimos hace años, cuando salió Embajadores (Limbo Starr, 2017) y procurábamos no perdernos ninguno de sus directos. Y se mantenía, crecía en un estilo propio, que sonaba a Camellos y a nadie más, que evolucionaba y que sumaba seguidores, multiplicaba el público de sus directos. Y este año llega Manual de Estilo (Limbo Starr, 2022), un trabajo redondo que confirma lo que todos esperábamos: 2022 es el año de Camellos.
Y entre risas, con Fernando Naval, Francisco Ríos y Jorge Betrán, guitarras, voces y batería de Camellos, descubrimos parte de lo que hay en el nuevo disco. La otra parte se tiene que descubrir escuchándolo 😉
En 2019, a finales, sacasteis Calle para Siempre, pero la gira de presentación en directo se quedó a medias.
Paco: Pues tú verás…
Fer: La presentación fue chula, en el Independance, que lo llenamos. Eso fue lo más grande que habíamos hecho hasta entonces y se quedó un poco ahí, en la nada, porque después iba a haber cosas mejores y se quedó en la nada. El 23 de abril íbamos a llenar el Ochoymedio (Madrid).
Eso te iba a decir.
Fer: Y se nos jodió. Pero bueno, la presentación se pudo hacer, más o menos, mucho mejor que otra gente que publicaba en enero o en febrero. En Málaga llenamos la Fábrica Victoria, en Granada la Planta Baja, esa misma noche tocábamos en Sevilla, en la Malandar.
Jorge: Hicimos dos pases en Murcia, en La Yesería. Habíamos tocado en Barcelona igual, en la Upload.
Fer: No, no, en la Sidecar, y llena también.
Jorge: Sí, sí, llevábamos una racha de bolos muy guays.
Fer: Pero se nos jodió Zaragoza, y otros 24 conciertos. Realmente lo pudimos presentar más o menos. No como queríamos, pero más o menos.
¿Y qué cuerpo se os queda, con un segundo disco que podía haber sido con el que lo petarais? Porque antes de sacarlo llevabais una racha en la que el volumen del público iba creciendo en vuestros conciertos.
Jorge: Yo, a título individual, me consolé mucho con que era una situación que nos afectaba a todo el mundo. Si me dices, imagínate, me he roto un brazo, paramos unos meses de tocar, pues dices “hostias”, porque ves a todo el mundo que sigue su camino y tú de parón… Mal de muchos, consuelo de tontos: pues yo sería el tonto que se consolaba con esto, pero era lo único que me consolaba.
Es decir, bueno, tío, cada uno se pierde una mierda: nuestros compañeros de Biznaga iban a girar por Latinoamérica, que ahora lo han hecho hace poco, se les jodió; las Cariño iban a ir al Coachella y se jodió. Es decir, que todos, cada banda a título personal, teníamos unas cosas a la vista con muy buena pinta y todo se fue a tomar por saco. Entonces nunca sabremos lo que podría haber sido el 2020 si no hubiera pasado esto, pero mira, no sirve de nada pensarlo. Estamos aquí, estamos haciendo una entrevista porque sacamos un disco nuevo que ha nacido también gracias a ese parón. Así que bueno, dentro de lo malo…
También lo pregunto por el título del disco, Manuel de Estilo, que parece hacer una metareflexión sobre Camellos, el sonido… ¿Os sentasteis delante del ordenador para hablar entre vosotros y decidir que dabais un girito?
Fer: Yo diría que no. Evidemente, sí que hay un cambio de sonido, y eso estaba premeditado. Pero por ejemplo, en cuanto a lo sonoro, realmente, es muy reconocible: lo mismo tú escuchas una canción, igual un poco más lenta, igual un poco más rock, un poco más densa, con más poso, pero igualmente suena a Camellos. Entonces sí hubo una intención de cambiar un poco las movidas, pero no creo que se note que hubo una pandemia en el disco. El que quiera esperar, detectar qué pasó aquí, y “ah, aquí ha habido una pandemia”, “aquí ha habido un encierro”, yo creo que no lo va a detectar.
Jorge: Habíamos comentado anteriormente, a nivel de banda, que sí que teníamos una intención, que nos gustaría hacer un disco más de rock, o canciones en plan un EP. Pero internamente ya habíamos hablado los cuatro de “oye, hubo canciones que hicimos en el disco anterior, en Calle para Siempre (2019), más rockeras, que nos gustaron mucho cómo quedaron. ¿Por qué no estiramos, investigamos un poco más por ahí ese sonido?”. Pero todo eso fue previo a la pandemia.
Fue como una idea de “lo siguiente que nos sentemos a hacer, irán por ahí los tiros”. ¿Qué pasa? Llega la pandemia, te jode todos los conciertos y entonces empezamos a plantear que igual se podía aprovechar para empezar a preparar canciones nuevas. Paco y Fer empezaron a construir el esqueleto de todas esas canciones que tenemos ahora grabadas, que sí que fue durante la pandemia, pero lo de preparar las canciones ya fue cuando pudimos volver a juntarnos para ensayar, como a finales de 2020, principios de 2021.
Suena a Camellos, eso es innegable, pero sí que creo que hay un giro, que quizás tenga que ver con que hay un nuevo productor, Raúl Pérez, que parece que es el productor del año. Lleva una racha que parece que todo lo hace él, porque además toca estilos de lo más dispar.
Jorge: Eso es, es impresionante.
Yo le pregunto a los grupos con los que trabajado por él, porque parece apreciarse ese pequeño giro, ese suena a ti pero con algo más. ¿Cómo os lanzasteis a grabar con Raúl?
Fer: Realmente creo que hay muchos factores que nos llevaron a Raúl Pérez. Antes estábamos hablando de que Vera Fauna nos lo recomendaron mucho, pero también es verdad que uno de nuestros grupos favoritos es Pony Bravo. De hecho es un sitio en el que coincidimos todos, cuando íbamos a formar la banda, antes de hacerlo.
Él es productor de Pony Bravo desde el inicio, es decir, que las maquetas las grabó él, el primer disco, el segundo, el tercero, el cuarto… Todo lo ha grabado él.
Y ahora también va en directo con ellos.
Fer: Aparte de que hay cosas que ha hecho que nos gustan mucho, de diferentes grupos que nos gustan un montón. Hay una pila de discos producidos por él, y queríamos probar también, he de decir, las fotos en la piscina, de esa casa gigantesca, con la barbacoa… [risas]
Jorge: Era muy guay, perdona que te interrumpa. Hasta entonces la idea que teníamos de estudio era te levantas, vas al estudio, echas el día y te vuelves. Y de repente la idea esta de estar un poco de retiro, mientras grabas, nos pareció atractiva.
Fer: Vimos que la opción era dormir en la casa, que el trato con el tío era muy guay, que todo lo que había producido nos gustaba, queríamos probar otro productor… Pero no porque no nos guste lo que habíamos hecho sino porque nos gusta ir cambiando y experimentando un poco. Cada disco ha sido grabado con un productor diferente y Raúl era una persona que no habíamos tocado todavía.
Paco: Y él es muy poco invasivo. Es como si fuera un poco un espía. Él te manda que empieces a tocar, está grabando, premezclando y cuando llevas lo mismo cuatro tomas te dice “ya está, ya lo tengo todo”. Porque él ha buscado como si estuviera espiando, como si fuera un poco un voyeur. Él está viéndote tocar, tú en tu salsa, y te dice “aquí tengo suficiente para que luego elijamos”. Y a mí eso me sorprendió, porque no te daba a priori mucho consejo. A posteriori a lo mejor sí, pero a priori no metía mucha mano. Había pensado previamente qué era lo que podía quedar mejor, en cuanto a equipo y tal, y entonces él parecía muy callado, como que no iba con él.
Aunque parezca mentira, esto no hace de menos a los productores de nuestros discos, pero a mí su estilo me ha gustado especialmente. Esa forma de parecer que está ahí, un poco observándote.
Fer: Es muy poco intervencionista, por compararlo con los otros productores. Ellos lo eran más, ponían más de su parte. Pero al final ni siquiera es algo que estés pensando: de repente llegas y es una persona que te deja ser tú mismo todo el rato. Entonces creo que acabas siendo más tú mismo de lo que venías siendo, porque como te deja serlo todo el rato, no interviene, acabas metiéndote en tu bucle y potenciando ese tú mismo que eres. Los productores como Raúl lo hacen especialmente.
Tú hablabas de su estilo: yo creo que su estilo es dejarte ser tú. Creo que eso es tan respetuoso que es 0% habitual, no porque sea irrespetuoso intervenir, sino porque al final te coartan.
Te deja fluir.
Jorge: Yo creo que se han juntado eso, como factor A. Y como factor B yo creo que ha sido la vez que hemos tenido más tiempo para estar en un estudio trabajando en las canciones. En Embajadores (2017) grabamos 15 canciones en dos días, en directo y tal, pero dos días. Calle para Siempre (2019) no fueron muchos más días, a lo mejor fueron 4 ó 5, y nos pilló en medio de la gira: teníamos que volver de madrugón, después de tocar en un sitio, para meterte el domingo en el estudio.
Y de repente te ves con este disco, que lo hemos grabado en 12 días, y cuando llevábamos un poco más de la mitad de los días consumidos, el disco estaba grabado y ya el resto del tiempo lo tenías para experimentar, para probar cosas. Entonces claro, eso, sumado a una persona que te da libertad absoluta para probar, que te da sugerencias pero que te dice “bueno, al final es lo que veas tú”, “si quieres mi opinión te la doy, que es lo que decidáis vosotros”. Al final, todo eso se ha metido en la batidora y ha salido lo que ha salido.
Esa forma de grabar, de dejaros fluir, ¿tiene que ver con las partes instrumentales? Después de escucharlo tengo la sensación de que hay más y quizás tenga que ver con este detalle. ¿Fue premeditado o fue surgiendo?
Fer: El hecho de que tuviéramos más tiempo, de que nos dejara un poco ser nosotros mismos, dejo ese espacio para que sucediera. Como dice Jorge, al final se han juntado muchas cosas: hemos tenido tiempo, hay una persona que nos dejaba hacer lo que quisiéramos… En otra entrevista, Paco contaba cómo nos dejó, nos conectó la grabadora y estuvimos tres horas pegando gritos, especialmente él, dando gritos en una sala y eso con la canción puesta. O gritando cosas encima, repitiendo letras, haciendo voces de pirado… y hay partes de eso se han utilizado. Pianos que no íbamos a grabar, percusiones que no íbamos a grabar, instrumentos que ni siquiera pensábamos, ruidos, guitarras que no teníamos pensado grabar, experimentando con una guitarra de 12 cuerdas, yo que sé…
Que el sello confiara en nosotros para darnos todo ese tiempo, que Raúl nos diera esa confianza en nosotros mismos, y que nosotros ya viniéramos un poco con ella, ha hecho que estuviéramos dispuestos a poner toda esa instrumentación. Saxofones, pianos, percusiones por todos los lados… Yo estoy superorgulloso. Creo que al final hemos metido todo eso en la batidora y que siga sonando a Camellos es lo increíble realmente.
Quizás por eso optasteis por titular el disco Manual de Estilo, porque suena a vosotros pero una (r)evolución. Parece que os retasteis y os habéis crecido sobre vuestro sonido. Marcando una nueva personalidad, ¿un nuevo estilo?
Fer: Yo diría que más que una nueva personalidad. Nos gustan mucho los nombres grandilocuentes, ese efecto de las palabras grandilocuentes. Embajadores, que suena como decir “somos los embajadores, aquí están”, que suena un poco a eso.
Jorge: O Manuel de Estilo, como si fueras tú el que marca la pauta.
Fer: Claro, suena un poco a eso, como “abre esto que te vamos a enseñar“.
Jorge: Los nombres pretenciosos de disco la verdad es que nos la pone un poco dura. [risas]
Es un ser pretencioso falso, porque en ningún momento estás pretendiendo decir eso, pero nos gusta ese juego de que haya gente que lo pueda interpretar así, de “tú te refieres a que tú eres el que marca la pauta de lo que se estila o no“.
Fer: Nos gusta un poco jugar en ese límite. A pesar de eso, como dices tú, hay una razón por la que se llama Manual de Estilo y es un poco ese rollo de “vamos a renovar el estilo y vamos a hacer algo que consideramos con más estilo, más elegante“. Yo creo que por ahí van los tiros. También te digo que somos cuatro cabezas pensantes, un poco independientes, cada uno con nuestro propio estilo. Y el hecho de haber encontrado un punto intermedio, que además va evolucionando, es lo que ha hecho que nos gustara un poco ese nombre.
Es un nombre que puso Paco para una de las canciones que está en el disco, y nos gusta porque es ese darte una importancia que por primera vez nos empezamos a creer. Sin ser unos flipados, de “chavales, aquí viene Camellos“. Pero sí es como lo hemos hecho y creemos que podemos hacerlo
Paco: Sí, y además aquí nos hemos asentado un poco. En el primer disco, que cuando lo haces poca gente tiene las cosas clarísimas, sueles empezar a matacaballo y en el segundo también se hizo bastante así. No quiere decir que fuera una chapuza, porque también lo hicimos con mucho cuidado, pero fue mientras girábamos; hubo detalles que a lo mejor, luego a posteriori, dijimos “a lo mejor habríamos cambiado esto“, pero bueno, ya estaba hecho, y de puta madre.
El tercero, al ser el que ha tenido más pausa y está más pensado, vemos cosas que se hicieron por ejemplo, en abril de 2020, y que se grabaron con una forma final en agosto de 2021. En este tercer trabajo, a lo mejor es donde hemos dicho “vale, ESTO es lo que de verdad pretendíamos“, lo que hubiéramos querido hacer al principio. Por fin estamos haciendo algo que 100% nos gusta y 100% lo hemos pretendido así.
Otra cosa, no sé si será porque la música hoy día no mueve tanto a las multis, es cuando lees que en el pasado la gente tenía como medio año para grabar un disco y dices “joder qué envidia“. En el pasado le dijeron a X bandas “te adelantamos 30.000 € y te dejamos 3 meses para que hagas un disco“.
Fer: Se sigue haciendo.
Paco: Pero eso en España, y en la mayor parte de niveles, no existe: pues tienes que hacerlo. Y ahora al fin lo hemos hecho muy pensado, con tiempo y ahora a lo mejor sí que está como queríamos
Claro, pero en los últimos años, quizás acentuado por el confinamiento y la pandemia, parece que hay que hacerse artistas hiperactivos. Continuamente publicando canciones, que parece que volvemos a la cultura de los EPs que había en los años 60. Sólo que no es por algo romántico, sino porque es más rentable.
Fer: Depende de lo que hagas, si lo haces tú, claro. Porque en este caso, ahora mismo hay gente haciendo singles que cuenta con cinco o seis productores: es diferente. Si estás todo el día de fiesta, y te dicen “oye, intenta juntar ideas para el mes que viene, que te dejo a los mejores productores de Los Ángeles si haces una canción“. Entonces eso es muy diferente. Al tener que juntarte en el local, en las horas que te deja disponible tu horario de 8 horas en la oficina, a juntar un poco ideas que encima te tienen que gustar y convencer, y que además digan lo que quieres decir…
Es complicado. Yo creo que la cultura de singles ha vuelto, pero por un tema de promoción que no es lo que era en los 60. Ojalá.
En algunos casos, curioseas los créditos de las canciones y descubres que en su composición están metidos cinco, seis músicos que forman parte de algunos de los proyectos más interesantes del panorama nacional. Yo también hago así canciones fantásticas.
Fer: Bueno, al final que gusten sigue siendo igual de complicado, porque aunque haya diez cabezas pensando la puedes cagar igual.
Eso es cierto, aunque me da la sensación de que esa mezcla hace que haya una cierta falta de personalidad en los temas.
Fer: Salvo que tengas mano para exigir.
Paco: De todas formas, también hay gente que va acertando, que hoy día (entiéndase desde 2015) va sacando temas con relativa frecuencia, o muy pocos discos, o todo singles, y van acertando. Pero también hay gente que entre algunos aciertos te mete un montón de morralla… porque claro, el no pararte a pensarlo y el sentirte presionado constantemente por la exigencia de volver a estar arriba también hace que…
Por ejemplo, durante el confinamiento y unos meses después, personalmente vi muchos singles que sacó gente que realmente me gustaba lo que habían hecho y fue como “¿y esta mierda?” De canciones muy malas y descolgarme, porque este tío o esta tía sacaba música buena. No sé si la presión constante hace que a alguna gente les salga bien. Con lo que tú has sacado en el pasado… no sé si es una situación vital el tener que estar todo el rato sacando.
Para sacar esto, espérate tres meses, relax, descarta 9 de 10 y la décima va a ser la buena.
Fer: Lo que me joden estas cosas. Por ejemplo, hablabas antes de la forma de grabar nosotros: nosotros somos unos adaptados a la situación que tenemos, igual que el 90% de los grupos. Mucha gente confunde el humor o la forma descarada que tenemos de hacer música, nosotros o ciertas personas, con la falta de ambición. Nosotros, si nos hubieran dejado en el primer disco qué habríamos liado, si nosotros teníamos pensado grabar en directo, en la sala grande de Estudio Brazil, con toda la historia, una semana entera. Y nos dijeron “escucha, no hay dinero para esto, lo de pensamientos para el futuro para mañana“. Y aún así nos adaptamos e hicimos lo mejor que pudimos con lo que teníamos, y ahora, como dice Paco, hemos hecho el disco que queríamos hacer.
Creo que en eso consiste la breve historia musical de Camellos y la del 90% de los grupos.
Jorge: También es verdad que no imagino un disco como Embajadores grabado como el que hemos grabado en La Mina. Era un concepto mucho más punk el de ese disco, pero es verdad que ahora es eso, que ya nos hubiera gustado tener este tiempo en Calle para Siempre, y tuvimos que adaptarnos a lo que había. Ahora hemos tenido la oportunidad y creo que la hemos aprovechasdo muy bien. Yo creo que, en lo que coincidimos los cuatro, es que es el disco del que estamos más orgullosos, sin quitarle mérito a los otros. Pero el resultado final es el más redondo, y creo que hablo por todos.
Profundicemos un poco más en el disco, en las voces. Aparte de Josele Santiago, ¿quién más hay? Ma parece oír voces distintas, aunque quizás al haber tenido más tiempo y que habéis experimentado más…
Jorge: He hecho algún coro, pero más allá de eso han sido cosas muy puntuales.
Fer: Pero en Calle para Siempre también hiciste coros, ¿no?
Jorge: Sí, pero creo que están más camuflados. Ya te digo, que salvo lo de algún coro, no ha habido más gente que haya cantado. Pero yo creo que quizás ha sido eso, pueden ser pruebas que hayan podido hacer ellos.
Paco: Además, las voces están como muy en crudo.
Jorge: Y eso me gusta MUCHO.
Fer: Sí, no hay postprodución en las voces. No hay afinaciones, reverbs a posteriori… Los reverbs son los naturales de la sala y creo que eso también…
Lo de los reverb no se me pasó por la cabeza, pero porque no pienso en vosotros haciendo eso.
Fer: Lo de Josele sí que se nota una voz diferente.
Jorge: Hombre… “Hostias, Paco que se ha fumado 15 cigarros, uno detrás de otro“. [risas]
Si vamos un poco más allá, a las letras, comparadas con las de trabajos anteriores, creo que es el disco menos evidente, que da más pie a la interpretación personal de cada uno.
Fer: Justo hoy nos han dicho lo contrario, fíjate, pero yo estoy de acuerdo.
Jorge: Yo creo, y voy a estar de acuerdo contigo, que hay canciones que son muy evidentes y otras muy muy crípticas.
Fer: Sí, bueno, muchas muy crípticas.
Jorge: Por ejemplo, “Blessed”, “Peligrosamente”…
Sí, “Peligrosamente” me pareció genial, me encanta el estribillo, se pega, ¿pero de qué va?
Jorge: Yo te lo voy a decir: es una canción hecha en torno al desayuno. A nosotros nos encanta desayunar, es lo único bueno que tiene el día al levantarte por la mañana, e hicimos esa canción, porque nos gustó mucho. Porque quedó muy camuflado a nivel de eso, de lo que dices tú, “he escuchado esta canción, no sé de qué coño están hablando, pero están hablando de algo, vale, te lo compro“.
Paco: Precisamente, como otras tantas, va de una cosa pero lanzamos pullas en medio siempre, a quien las pille.
Fer: Lo hay inglés y americano.
Eso es un café, evidentemente.
Fer: Hagámoslo fuera de casa.
Jorge: Para empezar el día, para aguantar el día… Pero luego tenemos otras como, yo que sé, “Divorcio” o…
Fer: Bueno, “Divorcio” gracias al título se entiende mejor, es lo que desvela un poco la trama.
Aunque tuviera otro título creo que refleja muy bien lo que debe sentir un niño cuando sus padres se divorcian, se llevan mal y se siente solo. Pero más allá de eso, creo que en el fondo es una disculpa para hablar de la soledad.
Fer: Es una de las letras que más me gusta de Camellos, y de las que me parece más agridulce. Cuando decimos “conduce tú que yo no puedo, ese será nuestro secreto”: me parece superagrio que una persona en la que confías como puede ser tu padre, te haga conducir porque no es capaz. Y te diga encima “esto entre tú y yo“.
Y creo que es una de las letras más agrias de Camellos, precisamente por lo que es un divorcio para un niño, y creo que ahí si que estoy muy orgulloso. Es una de nuestras mejores canciones, estoy seguro, de este último disco. Y lo que espero es que no les levanten sentimientos encontrados a los pobres hijos de divorciados.
Mi sensación es que, sobre todo los dos primeros discos de Camellos, estaban más dedicados a personajes, como pueden ser “Becaria” o “Ejecutivo Estresado”, y el estilo ahora se mantiene pero habláis más de determinados estados, más allá del desayuno de “Peligrosamente” o del niño que protagoniza “Divorcio”.
Jorge: Sí, puede que se haya desdibujado más la figura, que no tenemos canciones con personajes como puede ser lo que dices tú.
Fer: Desde luego, eso es cierto.
Jorge: “Ejecutivo estresado”, “Becaria” u otra canción del otro disco como “Horrorlandia”, que hablaba de esa tía que era un peligro social… Es verdad, no me había parado sinceramente a pensarlo hasta que lo has dicho tú. Lo cual me hace pensar que no ha sido algo orquestado, es como ha salido.
Puede tener que ver con que, inevitablemente, se cumplen años y más con todo esto que hemos pasado. Detecto temas como la soledad (“Divorcio”, “Compañera de piso”), la superficialidad (“Blessed”), y la falsa realidad que se genera. Es algo que parece que está detrás de las nuevas canciones.
Fer: En otra entrevista nos hablaban de la melancolía que se respiraba en algunas canciones del disco. y yo sí que noto, a pesar de que para mí no hay nada derrotista, que es verdad que hay una especie de nebulosa melancólica. Pero no tristona, de decir “ay qué triste estoy aquí en mi casa“. No sé si identificarlo como lo decías tú, con la madurez, o identificarlo con un poco de cansancio.
Paco: De mosqueo.
Al terminarlo la primera vez que lo escuché pensé en cuánto desencanto había. Pero lo cierto es que es algo que parece estar muy presente ahora mismo, en otros trabajos de otros grupos.
Jorge: De todas formas, yo creo que es una tónica general nuestra, o nuestra manera de hacer las cosas en las letras, que siempre tiene un poso muy amargo. No me considero un tío amargao, no somos gente amargada: somos gente muy corriente, con vidas muy corrientes, con los problemas de casi todo el mundo, y nos sentimos cómodos tratando de una manera guay, irónica y divertida el quemazón y la amargura que tenemos en nuestro día a día.
Fer: Más amargo y agrio que decir “todos mis vecinos follan más que yo“, ¿no? Eso era algo que ya estaba. Simplemente que en este hay como una nebulosa más densa de melancolía.
Jorge: Yo también lo pienso.
Tendéis a hacer chistes y coñas, que algunas podrían clasificarse como los típicas bromas internas de un grupo de amigos. Pero en el fondo también es una especie de juego, un reto de a ver si lo pillas, como puede ser lo de Figo y la cabeza de cerdo.
Jorge: Pues está guay, porque hay mucha peña que escuchará eso y dirá “no sé por qué coño han dicho lo de Luis Figo“.
Fer: O marichalazo. Somos también un poco recuperadores de la cultura de los 90.
Son coñas internas de una generación, pero ante todo no sois ciegos a lo que es la realidad. No vais a ir en modo influencer, limitándoos a reflejar un mundo feliz.
Paco: No, no.
Fer: En absoluto, todo lo contrario.
Paco: De hecho, sin ser un grupo político, podemos evitar en las entrevistas y en las letras cosas no tan recientes, como no vamos a hablar de un tema muy específico de ayer, pero sí de problemáticas. Por ejemplo, por suerte, “Becaria” mucha gente se lo toma en serio, y algunos en broma, y si es así es porque no lo has vivido, porque si lo vives no es una cuestión de broma. Obviamente, metemos nuestras hipérboles, exageraciones, porque somos así, pero igual que entonces hicimos “Becaria” ahora hacemos “Manual de Estilo”, “Blessed”…
Digamos que lo que le pasa a alguna gente es que quiere hacer música hoy en día, con una vida muy precaria, pero que hace canciones con una temática muy alegre: yo personalmente soy incapaz, somos incapaces. No me puedo abstraer de lo que me pasa, de lo que nos pasa, de lo que pasa en Madrid. Hay gente que sí es capaz y cuando le conoces, lleva una vida muy precaria, muy en el alambre, y sin embargo, su música transmite algo totalmente distinto. Y dices “joé, yo no soy capaz“.
Jorge: Y también está muy guay, porque en la variedad está el gusto, y sería una mierda que todo el mundo hablase de lo mismo, todo el rato, y que hiciese las canciones como nosotros, claro está. Pero nosotros es verdad que nos sentimos cómodos y es la manera que tenemos de transmitir.
De todas formas, no es necesario tacharse de grupo político. El simple hecho de ser ciudadanos de una localidad, de un espacio, que se preocupa por lo que sucede, por cómo se sienten los que te rodean, ya te hace un ser político como definía Aristóteles.
Jorge: Hombre, y las canciones nuestras sí que tienen cierto poso político, algunas más que otras.
Claro, no hace falta ser grandilocuente. En realidad, es más fácil actuar en círculos más pequeños.
Fer: Tu forma de entender tu comunidad es también política.
Paco: La intención de Camellos desde el principio fue, primero, tocar con amigos y hacer una cosa que nos gustase, como todo el mundo en teoría. Luego creció y fue tocar algo que nos guste y hacerlo cada vez mejor. Eso no ha dejado de ocurrir pero lo que pasa es que a lo mejor inicialmente había un poco más de festividad y ahora hay un poco más de cabreo y seriedad, pero sólo un poco más.
La actitud no ha cambiado tanto. Han pasado seis años desde que empezamos a componer y seguimos…
De los adelantos que fuisteis lanzando, destaca “Blessed”, porque su protagonista es Alfredo Duro, ese hombre que prácticamente me encuentro en todos los conciertos. ¿Cómo le convencisteis?
Fer: Empezó hace ya. A nosotros nos conoció porque nuestro sello, Limbo Starr, que tenían grupos de los 2000, como Tachenko, que le gustaba mucho. Era fan de la música mod, de los ochenta, setenta, y el tío se enganchó un huevo a Tachenko, que son muy melódicos. Le gustaban mucho y se hizo muy fan del sello. Y a raíz del esto nos conoció a nosotros. Entonces empezó a venir a nuestros conciertos porque le invitaba David, le empezó a gustar el grupo y entonces ya… hasta el final.
Jorge: Hemos hecho mucha relación con él. Y cuando estábamos preparando el video de “Blessed”, nuestro amigos Jota, Jesús Castellanos, nos dijo “oye, ¿y si contactáis con él, a ver qué le parece?“. Entonces le mandé un audio de “oye Alfredo, mira, estamos con el disco nuevo, hemos preparado una canción, un video, y habíamos pensado…” “SIN problemas“. Se apuntó de una, pero es que es así.
Fer: Es fan de La Trinidad también, de Niña Polaca…
De La URSS.
Jorge: Es una pasada la cantidad de música a la que da apoyo. Y apoyo de ir al concierto, no de decir cómo me gusta Fulano y Mengano.
Y lo comparte en Twitter.
Jorge: También, también, que es una persona que tiene mucho alcance. Además, hay una cosa que me gusta mucho de que haga eso, que es que Alfredo viene del mundo del fútbol, con el entorno que eso significa, y también el decir “yo que tengo esta capacidad de alcance y que no soy como si tuviera un programa de Radio 3″, que es a fin de cuentas ese público que lo escucha. Llega a gente que quizás de otra manera no tendría ninguna manera de conocerte, y te dice “toma, escucha esto“. Está constantemente en redes sociales poniendo música.
A mí lo que me resulta interesante es que en los programas de fútbol, se suele recurrir a ritmos latinos, y él se sale de esa especie de tópico.
Fer: Comparte una cantidad de música, como The Jam, y que ha conocido a Paul Weller, y a todo esta gente. Que ha visto a The Who, pero no en el MadCool hace unos años: vio al guitarrista, Pete Townsend, reventar amplis con la puta guitarra.
Te graba y lo comparte igual, que si es La Trinidad, Niña Polaca o nosotros. Y eso me parece la hostia.
¿En esta gira vais a seguir en chándal?
Jorge: Es muy probable. Si el calor lo permite, sí.
Fer: Es el traje de Camellos.
Estoy sufriendo de pensarlo con este calor.
Jorge: En invierno guay pero en verano no tanto. Pero bueno, de momento sí
Podéis ir en pantalón corto.
Jorge: Hay ideas contrapuestas en lo de ir en pantalón corto por aquí.
Fer: A mí no me gusta mucho. Me parece superhortera lo de ir en pantalón corto.
Jorge: Yo no cuento, que yo me siento atrás y no se me tiene en cuenta.
Pero bueno, lo más importante, ¿tenéis pensado vuestro disfraz para el Canela?
Fer: Por supuestísimo.