“El mundo es una mierda. Vamos a cuidarnos entre nosotros y pasar un buen rato”. Así se manifestó el bueno de Stefan Babcock casi al inicio del concierto del PUP el pasado martes en la sala Independance de Madrid. El motivo no fue otro que intentar avisar al respetable que tuviera cuidado con las personas a su alrededor si decidían ejercitarse en ese honorable y gratificante arte que es el pogo, visto lo visto tras la explosión de júbilo de “Totally Fine” cuando estaba como quien dice arrancando el concierto.


La verdad es que un buen rato sí que pasamos; y que muchos de los asistentes, tras sudar lo indecible en poco más de una hora, podrían convalidar este concierto como tres sesiones de crossfit o fixboxing. Porque lo de PUP vino a ser un “aquí te pillo, aquí te mato” de los buenos. Un concierto donde poder darlo todo sobre el escenario y bajo él, hasta la última gota.
Coincidió con que la presentación de THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND en la capital fue el show número 100 de la gira de unos canadienses que tienen pinta de vaciar su depósito de energía y que en Madrid dieron uno de los conciertos donde más gente he visto saltar del escenario al público. Si no hubo una veinte saltos, no hubo ninguno. Un hecho que en ningún momento incomodó al grupo, todo lo contrario. El propio Stefan no dudó en tirarse sobre sus seguidores en unas pocas ocasiones.
Esta sucesión de pogos, saltos y demás momentos de jolgorio fue motivada por una concatenación de temas que ya quisieran para sí muchas bandas del panorama actual. Cierto es que cada vez gana más peso el sus discos el lado pop que el punk, pero en directo todo es todo lo contrario. Con un repertorio que pisó los cuatro álbumes de estudio que tienen, casi a partes iguales, pudimos gritar bien alto “Matilda”, “Kids”, “Reservoir” o la dupla final de “If This Tour Doesn’t Kill You, I Will” y “DVP”. Poco más de una hora para dejar una sonrisa en todos los que pudimos disfrutar de este directo; esperando que no tenga que pasar mucho tiempo para volverlos a ver. Y estaría mal por mi parte no darle su merecido hueco a Pinpilinpussies, quienes han estado acompañando a PUP en sus tres conciertos por España. El dúo catalán trajo bajo el brazo su nuevo trabajo Hipocondría (Aloud Music, 2022), dando buena muestra de su rock noventero, con tan solo una guitarra y una batería. Turnándose en los instrumentos: comenzando Raquel en la guitarra y Ane en la batería, para terminar el bolo al revés; no dudaron en dedicar el concierto a todas aquellas que estaban sufriendo las molestias de la regla, así como apoyar las diversidad de lenguas del territorio. Un buen chute de energía para lo que más tarde llegaría.
Galería del concierto de PUP en Madrid















