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Entrevista a Pinpilinpussies – “Dúo de rock”… y mucho más

Por Pauper y Meta 0

Pinpilinpussies

Forman parte de la fiesta de presentación del AMFest 2022, que es hoy viernes 16 de septiembre

Toc, toc. Esta llamada de atención va dedicada a los que votan lo mejor del año y se olvidan de lo que se publicó a principios de éste. Y corren el peligro de olvidarse esa joya creciente que es Pinpilinpussies y su Hipocondría (Aloud Music, 2022). Porque este dúo formado por Raquel Pagès y Ane Bárcena no deja de crecer: en poderío, personalidad, rabia, cosas que decir… Porque no dejan de conocerse en forma de diálogo creativo, en el que confluyen sus cosas en común y sus diferencias, las influencias e inquietudes que les hacen desarrollar un sonido propio que enorgullecería a la propia Virginia Woolf.

Tienen ese gran don de los dúos poderosos, que llenan el escenario y te hacen preguntarte si hay alguien más por detrás, ¿porque sólo dos personas pueden lograr esa apisonadora sonora? Si las has visto en directo lo sabes; si aún no lo has hecho, no sabemos a qué esperas. Tienes una oportunidad este viernes, en la Sala Salamandra (L’Hospitalet de Llobregat), en la fiesta de presentación del AMFest 2022. Pinpilinpussies, junto a Viva Belgrado y Boneflower. ¿Cómo resistirse? Si tienes el abono, puedes entrar de forma gratuita, y si  no es así, la entrada cuesta 15€ o 18€ en taquilla (en el siguiente enlace puedes hacerte con la entrada).

Y sin más rodeos, os dejamos con la entrevista que le hicimos a Pinpilinpussies. Un gustazo ver cómo han evolucionado desde la primera que les hicimos.

Es inevitable el preguntaros qué sentisteis en 2020: sacasteis Fueza 3 (Aloud Music, 2020) prácticamente cuando nos confinaron. Esa sensación frustrante, sobre todo de no poder presentar el primer disco de Pinpilinpussies en directo…

Raquel: Fue más por el hecho de que teníamos muchos planes ya cerrados, y fue una mierda. Porque de repente todos los planes, aparte del hecho de sacar el disco y estar a gusto, es sobre todo tocarlo al final en directo, y se nos fue todo a la mierda.

Ane: También hay que decir que tuvimos bastante suerte. En 2020 dimos como cinco conciertos, que eran sentados, pero salieron cosas guays, y conocemos a otras bandas colegas que justamente ese verano les costó muchísimo conseguir un sitio para que te programen. Porque no había casi nada, estaba todo superjusto. Y tuvimos la suerte de que si el Castell, el Mercat de Vic… Dentro de la mierda tuvimos ese privilegio, e igual en 2021, que acabamos tocando en Budapest.

¿Y qué tal fue allí?

Raquel: Fue una experiencia como muy bizarra y muy guay a la vez, porque tocamos en un barco que estaba amarrado en el Danubio. Era un barco-hotel-restaurante- sala de conciertos-discoteca, había como un poco de todo. Y fue muy loco porque llegamos un viernes por la noche, a las 12,00, pasamos la noche ahí, hicimos todo el sábado y luego ya el domingo, a eso de las 6,00 de la mañana, volver. Fue un día superintenso, como 30 horas superintesas de estar ahí y tocar en un barco, que fue bastante divertido.

Con público de ahí, que fue muy guay porque eran muy respetuosos. Y estaban todos como escuchando. En vez de bailar, te escuchaban muy atentamente y era divetido.

Ane: Al final había como 20 personas, que les veías superconcentrados, y luego te venían de “ah, me ha encantado esto“. Te decían cosas que realmente es que estaban muy atentos, concentrados. Fue guay.

Un feedback que te dejaba claro que te habían escuchado bien, al 100%.

Ane: “Cuando cantabas tú, nosequé y cuando cantabas tú, tal…

Raquel: Era como ver dos públicos distintos, porque al final nos encontramos peña a tope, bailando, y luego peña como en Budapest, escuchando. Es curioso.

Es más respetuoso el público fuera.

Ane: Tampoco vamos a valorar. En Budapest sí, pero no sé.

También choca esa sensación, porque con el público sentado parecía que se recuperaba ese respeto. Pero al final sigue siendo igual, con todo el mundo hablando.

Ane: Cristina de Belako sacó un artículo en Rockdelux que hablaba de esto, que qué guay que habían vuelto los conciertos de pie, pero que con ello había vuelto lo malo también. El acoso, las faltas de respeto… Y eso lo hemos vivido. Actitudes completamente denunciables y asquerosas. Y es como “qué guay ahora de pie…

Guay porque puedes sentir desde el público otras cosas, pero también otras que no…

Raquel: Claro, claro. Por desgracia la parte mala no ha desaparecido, aunque haya habido una elipsis de la pandemia, que parece que se ha parado el tema, que el tiempo se ha congelado, pero las cosas no han cambiado.

Sí, se decía lo de saldremos mejores, pero ya no se sabe si es un chiste.

Raquel: Mentiraaa. Saldremos peores.

Ane: Más corruptos.

Raquel: Parece un campaña electoral.

¿Porque tenéis la sensación realmente de que la gente sale ahora como más…?

Raquel: Es que tampoco tengo un baremo muy claro, de justo antes y ahora.

Ane: Para mí es igual, la misma mierda.

Raquel: No nos hemos encontrado con actitudes que digamos “oh, qué cambio“. Sigue todo igual, sólo que ha habido ese parón en medio, que es una elipsis total, un vacío, y ya está.

Ane: También ha sido guay, porque justo nos han pillado dos conciertos, que fueron Arrebato en Zaragoza y en Hondarribia, que hemos podido tocar en dos garitos que nacen de la autogestión. En estos conciertos se han creado espacios seguros de mujeres, donde tú veías las primeras filas con ellas dándolo todo y ellos atrás, como que entendían que ese no era su momento, que por fin había que respetar. Y sabiendo las temáticas que nosotras tratamos, y que ellas están escuchando, sintiendo y notando que eso que cantamos va para ellas, no para ellos. Lo siento en este caso, pero ya llevamos mucho tiempo.

Yo creo que estos sitios, probablemente antes de la pandemia estaban trabajando en ello, pero nos ha molado ver que aunque no hayamos salido mejores, sigue habiendo gente que hace las cosas bien, que hay un poco de reflexión. Hay excepciones que son maravillosas.

Raquel: Bueno, y que quizás nosotras a nivel personal también hemos notado que en los conciertos esto se notaba más que yo que sé. Cuando terminabas el bolo y sólo venían chicas al merch, a hablar con nosotras y decirnos “jo qué guay“. La energía, todo en femenino, también por el sentirse un poco espejo.

Ane: Igual no referente, porque lo mismo esa persona no quiere tocar la batería, pero sí como en plan de “joder, has tenido las fuerzas, las ganas de subirte aquí, de pegar cuatro gritos, y que te dé absolutamente igual“.

Raquel: Te diría que lo hemos encontrado más, que antes de la pandemia no nos lo encontrábamos tanto. Es cierto que ha sido más después.

Por ahí va. Yo creo que ha coincidido el concierto del Arrebato, luego en Iparragire pasó lo de Tatxers… Quienes estuvieron hablando con nosotras eran todo chicas, y molaba un montón.

Ane: Igual es que siempre hemos hablado de lo mismo, pero igual en este disco ha quedado más claro todavía. O los mensajes son más directos, entonces lo mismo es que la gente…

Raquel: … conecta más.

Pero es algo necesario, porque al final, hagáis lo que hagáis, os caerá la etiqueta de que “es que Pinpilinpussies es un grupo de chicas”. ¿Pero qué mierda de etiqueta es esa, qué género? Y todo los tópicos que eso acompaña: “no sonáis como…, tocáis muy bien para ser un grupo de chicas…, déjame que te ayude…”

Ane: La condescendencia sigue ahí y nos han tratado de manera condescendiente MUCHO, preguntando o con comentario como “igual no controláis los amplis“, “o igual esto es así“, o preguntar en plan “qué ampli podemos usar” y que te digan “pues éste es éste“, que le preguntes la diferencia y que simplemente te digan “éste es un éste y ése es ése“.

Raquel: Y el comentario de si sabía usar el ampli. Claro, ¿no? ¿Para qué estoy aquí?

Ane: El finde pasado, el batería que tocaba era un chico, más mayor, y el técnico de la sala le hablaba normal. Llegamos nosotras y es “te aparto esto un poquito, ¿vale?

Raquel: Es el tono de arreglarte la vida.

Como si fuerais una princesita, ¿no?

Raquel: Es terrible

Ane: Como si fueran tu héroe.

La pregunta viene al hilo de una reflexión de Lolo, de Hazte Lapón, en su concierto de despedida en Madrid. Planteó la idea de que a Hinds se las criticaba mucho más, por el hecho de ser chicas, porque había grupos de chicos que, haciendo lo mismo, no se les cuestionaba tanto. Y claro, lo piensas detenidamente y te das cuenta de cómo se minusvalora a la mujer.

Raquel: A mí, el simple hecho de que cuando tengan que describir a un grupo de chicos no se dice cuarteto masculino y si es de chicas se diga cuarteto femenino… ¿qué necesidad?

Ane: No, no, Pinpilinpussies es un dúo de rock y punto. Rock, punk… lo que toquen.

Raquel: También es un poco… Ane y yo tenemos muchas ganas de reivindicar cosas. Ahora mismo tenemos como un altavoz, que es nuestro equipo, que llega a quien llegue, todo lo que pueda llegar, pues bienvenido sea. Cualquier discurso nuestro, que a alguien le pueda cambiar el chip, que se sienta más arriba, más motivadas, genial. Pero también es cierto que a veces nos encontramos con estas cosas que es como “qué puto coñazo” el seguir peleando por estas mierdas. Porque realmente ver ciertas cosas dan mucha rabia en pleno 2022, ¿cómo puede ser que no haya pasado absolutamente nada?

Evoluciona, ¿no?

Raquel: Sí, y no pararemos de reivindicar y no callarnos cuando nos pasen ciertas cosas. Pero hay veces que pasa, que es como “hostias, qué pesadilla, siempre igual“. Pero bueno, ahí estaremos.

Pasamos a hablar de Hipocondría (Aloud Music, 2022). El disco mantiene ese sonido noventero que caracteriza a Pinpilinpussies, con el que os presentasteis, pero comparándolo, parece que suena más áspero, como que te araña pero bien. ¿Quizás porque en el otro os estabais conociendo?

Raquel: Sí, en el primer disco no teníamos muy claro qué sonido queríamos. Sí que teníamos canciones que nos gustaban mucho, en plan “buah vamos a experimentar, ahora hacemos esto…” Y al final el primer disco nos mola un montón pero somos conscientes, y esto lo hemos hablado muchas veces, que al final era un poco un potipoti de canciones que nos molaban y que las pusimos porque realmente nos cuadraban, pero que luego lo escuchas y hay veces que tira un poco para un lado…

Ane: Pero como tenemos nueve canciones las vamos a grabar y tenemos un disco.

Raquel: Eran las ganas de ir hacia adelante e hicimos eso. Y con el segundo… sí que lo hemos hablado alguna vez pero salió de una forma natural, que era “vamos a hacer un disco que sea un poco más redondito“. En plan las canciones… yo que sé, en el primer disco descartamos algunas canciones, pero en el segundo ya lo íbamos haciendo porque vimos que no quedaban bien a nivel de sonido, y en el primero esto no pasaba. Y en el segundo sí que teníamos la sensación de crear un disco como más potente, sin perder mucho el hilo del primero al final.

Ane: Sí, pero yo creo que es un escalón más. Es como que todo ha hecho [un sonido que parece reflejar que todo encaja, que va más allá].
No sé cómo vas a transcribir eso [risas]

Habéis buscado un poco más la cohesión de los temas.

Raquel: Sí, para mí se dio bastante natural porque al final Ane y yo venimos de referentes distintos. En algunos coincidimos, pero Ane y yo hace diez años no escuchábamos ningún grupo seguramente igual, quizás Avril Lavigne.

Seguramente no teníamos nada que ver a nivel de gustos musicales, y a medida que nos hemos ido conociendo, que van pasando los años, pues obviamente nos vamos pasando cosas, escuchamos grupos similares… Creo que en el segundo disco se nota que la distancia que había en el primero, entre las canciones mías con las de Ane, es más corta. Porque yo me he oscurecido, y Ane le ha dado más caña a hacer melodías hacia el pop en algún momento. Entonces como que se ha unido un poco el camino y cada vez estamos más cerca.

Por eso quizás repetisteis con el productor, Raúl Pérez (La Mina). En la anterior entrevista nos comentabais que visteis un documental sobre él en el In-Edit, que ya os llamó la atención, que os atrajo para trabajar con él. Y tal y como vais hablando de cómo ha evolucionado vuestro sonido, ¿quizás pensasteis que ya os tenía pillado el truco, que sabía hacia dénde queríais ir?

Raquel: Yo creo que al final es sentirnos cómodas con quien trabajamos, porque siempre, con todo el mundo que nos rodea, que con los que trabajamos, es siempre gente con la que estamos supercómodas y son peña superguay. Y con Raúl nos pasó, que fuimos la primera vez y todo fue superfácil: nos pilló el rollo. Ya en el segundo, nos apetecía ir allí, porque en el anterior, cuando fuimos allí, había muchos planes pero no teníamos ni puta idea a nivel de grabación.

Ane y yo nunca habíamos grabado. Sólo el anterior EP, 80/B (2019), pero había muchas cosillas…

Ane: Nunca habíamos grabado con claqueta.

Raquel: Había cosas que aún no las teníamos, así que ir otra vez con Raúl era ir con un pelín más de experiencia. De estar más cómodas con él, de saber más o menos que decirle… Era tener más conocimiento de cosas y estar muy bien con Raúl, porque aparte de que es una persona superguay, es que sabe muchísimo y lo hace muy bien.

Y que al final ir allí son unas vacaciones para nosotras. Estamos currando, pero son unas putas vacaciones.

Ane: Aparte de que es un tío superserio. Es consciente de que es tu trabajo, de 10,00 a 14,00 y de 16,00 a 20,00 se graba, y luego se descansa. Puede haber una excepción, pero son sus horarios. Es muy tranquilo, transmite esa calma, si las cosas se atascan lo resuelve… Es muy guay el tío, pero se pica cuando pierde al UNO.

Raquel: Y al Catán.

Es un hombre que está claro que es fiable, que hace repetir, como le ha pasado a Biznaga.

Raquel: Es que trabaja muy bien. Y también ves las cosas que saca con otra gente y dices “hostia, es que es la polla“. Más allá del nuestro, que nos gusta como suena, es que con otra gente también trabaja realmente bien.

Más allá del sonido, es interesante observar con el mensaje feminista está presente en las canciones. Una buena muestra de ellos son adelantos, como “John Berger” o “ERRE“, que habla sobre el maltrato.

Ane: “ERRE” es eso.

Raquel: Desde el inicio estaba pensada para que fuera así, hablar de este tema de una manera muy clara, muy directa. “John Berger” no lo es tanto. Te diría que no tiene un mensaje feminista, quizás de empoderamiento. Se puede leer como eso, aunque el resumen sería sobre movidas de trabajo y gente idiota.

Quizás se puede entender así porque cuando lees Modos de Ver de John Berger te hace pensar en por qué las mujeres existimos en función de la visión del otro. Algo que se representa incluso en los vídeos que acompañan las canciones, en los que las mujeres aparecemos como marionetas, especialmente en el caso de “ERRE” y su referencia a Coraline.

Raquel: Yo lo pensé para eso, pero si lo trasladas a otros contextos, hay gente gilipollas en cualquiera.

Ahora que hablábamos de los vídeos, hay que destacar cómo cuidáis el aspecto estético de Pinpilinpussies. En todo: la portada, los conciertos… Tan cuquis pero espérate lo que viene.

Raquel: Nos flipa.

Ane: Esto nos pasó sobre todo en Iparagirre, que salimos de rosa con pompones.

Raquel: Es verdad. Es un sitio tope punki.

Ane: Y luego incluso te sientes orgullosa de tu propio sarcasmo.

Claro, porque vosotras no sois nada de rosa y pompones.

Ane: No.

Raquel: Para nada, pero nos gusta mucho. En la banda lo primero son las canciones, pero nos gusta mucho poder jugar con el proyecto. Es que es eso, Ane y yo vestimos así normalmente, en el día a día [se señala su atuendo, en vaqueros, con amplia camiseta], y no nos vamos a poner unos pompones y estas cosas, así que usamos el grupo para hacer estas movidas, porque nos mola. Y porque desde el principio fue como “vamos a intentar crear como una identidad, aunque no nos conozca muchísima gente“.

Como si fuera el uniforme de trabajo de Pinpilinpussies.

Raquel: Sí. Aparte de que parece como un disfraz, un poco de “te vistes, haces tu movida y te lo sacas”, porque al final hacemos eso.

Claro, lo que dura el concierto y ya.

Raquel: Pero nos mola mucho jugar con la identidad, los colores, a nivel gráfico… Nos mola que todo tenga un sentido al final, porque si lo hacemos, lo hacemos bien. Tenemos un montón de colegas que nos ayudan: Ari Schreider, que es que la diseñadora de todo, ahora se ha unido Victoria, que es la estilista… Joé lo que parece, pero es una colega que le mola un montón la moda y que nos echa un cable en plan de “pues los colores estos, pues los miro no se qué…” Tenemos otra colega que nos ayuda con el maquillaje a veces y que nos da consejos.

Son tonterías que nos molan mucho. Creo que al final aporta, que suma.

Da personalidad, es casi como una experiencia 360º que va más allá de las canciones y el disco. Es vuestra identidad, la de Pinpilinpussies: jugar al contraste.

Ane: Exacto.

Raquel: Y es superdivertido.

Y choca todavía más aún con el sonido de Pinpilinpussies.

Raquel: Sí, nos molaba un montón el contraste: nos parecía superguay porque es muy creepy al final.

El videoclip de “ERRE” fue lo primero que dijimos, o por lo menos las primeras ideas que surgieron. Fue “vamos a hacer un videoclip tope creepy pero con colores pastel pero que lo sea aún más“. Para que digas “qué mal rollo“.

Al hilo de la canción de “ERRE”, hay que señalar que en este disco habéis hecho algunas canciones en euskera. ¿Cómo surgió?

Ane: Pues… tres cosas.

Raquel: Yo le hago los coros y me aprendo las letras.

Ane: Y eso es maravilloso.

La primera es que, por algún motivo, el hecho de escribir en inglés es como que pensaba “si nadie se lee las letras“: como yo cantaba mis movidas, nadie me iba a preguntar y no me expongo. Entonces como que me quité esa coraza, dije “joé, caña“, y me salía más natural en euskera que en castellano. Por otro lado, porque casi toda la música que he escuchado creciendo y de adolescente era así: las canciones, los grupos que más me gustaban, Berri Txarrak… están ahí. Y luego la tercera, pues que me parece que tenemos una oportunidad de reivindicar cosas en el escenario, entre ella el cuidado y el mantenimiento de las lenguas minoritarias. Y que me siento privilegiada de poder ser poseedora de una de ellas.

Entonces estas tres cosas hicieron que las escribiera.

Es algo genial, que además en estos últimos años parece que toma más importancia. El último disco de Vulk es íntegramente en euskera, luego tenemos Chill Mafia, que hacen algo difícil de clasificar… Berri Txarrak está muy bien, pero también se puede usar esa lengua en otros estilos. Es fascinante lo que se puede llegar a descubrir.

Ane: Y más, si metes un poco el dedito, vas a rascar muchas cosas muy guays, que están ahí, que igual no han trascendido como Vulk o Chill Mafia, pero están ahí.

Raquel: En Euskadi, igual sí que funcionan claramente. Lo difícil es que lo peten fuera, porque hay una barrera muchas veces impuesta pero hay pocos grupos que la rompan.

Para cerrar, casi antes de Pinpilinpussies, vosotras erais las que organizabais el Cosa de Dos Fest. Si lo montarais a día de hoy, ¿a quiénes programaríais?

Ane: Huy, esa pregunta no nos la habían hecho nunca.

Yo, por insistencia, Niña Coyote eta Chico Tornado, porque el primer año no podían, tenían concierto el mismo día o algo así, y en el segundo porque habían tocado en Barcelona hacía poco y tenían el sponsor de no sé qué cerveza… Diría este porque es la espinita clavada, que no pudimos hacer.

Raquel: A mí Linalab me molaría también, porque hemos girado con ella el fin de semana pasado y fue muy guay.

Ane: Y DobleCapa también.

Teníamos cerrados muchos grupos: Los Sara Fontán, La Femme Brutal… A Za! también les escribimos pero nos dijeron que no porque estaban montando la movida que tienen ahora con 85 músicos. Y Bala, que también les habíamos escrito

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