Crónica del concierto de Monteperdido en Madrid (El Sol)

Por Ana Rguez. Borrego 0

Hosting WordPress

A unas 20 entradas del sold out en la sala El Sol. Probablemente porque era miércoles y algunos pensarían que era muy pronto para empezar con el fin de semana. Unos pocos, porque está claro que DAÑO FÍSICO (Sonido Muchacho, 2023) ha calado y Monteperdido se han hecho indispensables en nuestras listas de reproducción. Y hacía falta algo más: disfrutarlos en directo, porque estaba claro que íbamos a saltar de pogo en pogo al tiempo que iban de temazo en temazo.

¿Quiénes serían capaces de abrir la noche?

Una pregunta que nos podíamos hacer desde que anunciaron el concierto. ¿Sólo tocarían ellos? ¿Quiénes estarían a la altura de aquellos que prometen pop y violencia? Bum Motion Club fueron los elegidos para abrir la noche. ¿Acertaron? Este quinteto parece que está hecho para sorprender, porque con apenas 3 EPs, a la espera de que salgan un larga duración, no son nunca lo que te esperas. Porque los escuchas en tus cascos y se te queda la sensación de una nebulosa emocional, con mucha clase, que juega en ese espacio que hay entre el dream pop y el shoegaze.

Bum Motion Club
Bum Motion Club

Es una carta de presentación que se les queda corta, parece que juegan con nosotros. Abrieron la noche con “44”, un tema instrumental que poco a poco alcanza densidad a medida que cada uno de ellos se crece con su instrumento. Las guitarras se van multiplicando, la sección rítmica aporta un carácter arrollador (en gran parte por Iris Banegas, una bajista casi tan hipnótica como D’arcy), los teclados dan el perfecto toque entre la fantasía y el estilo propio… Y así, poco a poco, con cada canción, se fueron creciendo, tanto que parecían coquetear con el post rock.

Porque además Pablo Vera comienza a cantar, “Fuentebravía”, “El drama”, “Casi un buen día”… Y Bum Motion Club alcanza un mayor sentido,  pues su sonido en cierto modo melancólico se llena de rabia con unas letras que tienden al escapismo de una realidad insatisfactoria. Te enganchan, empatizas, y más de uno se preguntaría porque habían tardado tanto en descubrirlos. Cuando llega “Niebla” sabes que ya queda muy poco, quizás porque casi se alcanza la catarsis, que se redondea con “Los ojos”, en la que contaron con Diego de Monteperdido a la guitarra.

Bum Motion Club
Bum Motion Club

Bum Motion Club pueden convertirse en unos auténticos robaescenarios si alguien tiene un mal día.

Más rápido, imposible

Los protagonistas de la noche no tardaron en hacer suyo el escenario. Tanto en tiempo de cambiar la disposición del escenario como en volver loco al público. Los que ya habíamos visto a Monteperdido en directo sabíamos que eso era posible. De esto que los ves sentados (qué tiempos aquellos, eh) y ya sientes que ese grupo es imposible que pase desapercibido. Porque sus primeras canciones tenían algo, parecían contarte alguna pequeñas historia que ya habías vivido, y a medida que han ido dando conciertos han descubierto lo que necesita su público. Desconectar de una triste cotidianeidad, darlo todo, bailar, cantar, empujar a tu mejor amigo…

Y quizás Bego tiene la “culpa” de que todo eso suceda, porque es una auténtica maestra de ceremonias de todo lo que pasa en el escenario. Lo hace suyo, le da una especial vida a las canciones con su interpretación, conversa con el público con sus gestos y sus miradas, tanto que les cede el micrófono para cantar con ella los estribillos… Es la voz en el sentido más amplio del término, porque no sólo es la cantante: brilla su forma de cantar, el cómo la modula y llega a la nota más alta casi sin despeinarse.

Monteperdido
Monteperdido

Al principio, en “AÑO 2K”, parecía que la batería de Dani sobresalía demasiado, pero poco a poco se fue ajustando su volumen frente a las guitarras de Tomás y Diego y el bajo de Willy. Altos, muy altos, pero sin perder de vista la idea de que la voz de ella dominara todo el concierto. Y muy rápidos, porque prácticamente encadenaban las canciones, sin dar oportunidad alguna para que aquello se enfriara ni para que alguien gritara “más rápido“. Imposible. Tal y como estaba diseñado el setlist, no había temas con los que dar un respiro al público: todas las canciones de DAÑO FÍSICO, que tocaron íntegramente, ni las del EP Cosas Rotas, ni las que eligieron del primer disco (“La Distancia”, “El Balcón”), que están hechas para desgañitarse.

Monteperdido
Monteperdido

El público lo estaba gozando, y Monteperdido también. Tanto que Bego también se lanzó a hacer crowdsurfing. El concierto llegaba a su fin, y cuando acabó “RIP” todos nos quedamos con cara de por qué había sido tan corto. ¿Podrían tocar alguna más? No sé yo si habría fuerzas para tanto, con tanto subidón, al borde de la afonía. Incluso podríamos pensar que alguna sobraba. Pese al número, trece canciones era lo perfecto. Siempre habrá alguien que diga que lo bueno, si breve…

Pero que no les diga a Monteperdido lo de más rápido. Sí, a x 1.5, como los audios de WhatsApp 😉

___

Fotos por Ignacio Sánchez-Suárez

Hosting WordPress