Viva Suecia – Hecho en tiempos de paz
Por atrás0

El grupo murciano presenta su quinto LP con el que pretenden consolidarse como una de las principales bandas nacionales.
Confieso que no sabía muy bien ni cómo ni si afrontar esta reseña. Ni soy artista, ni me dedico a esto, pero sentía que por honestidad con todo el tiempo que llevo colaborando en estos jardines musicales, debía hacerla. Muchos de los que me leéis, que espero sean los que tengan que ser, sabréis que sigo a “los suecos” desde muy al inicio, una suerte para mi cruzarse con ellos al principio. No quiero ser abuelo cebolleta, pero cada vez que escucho “Los Años” se me eriza un poco el vello (el poco que ya me queda). Metí en el mundo “sueco” a mucha gente conocida, en los inicios de los inicios, agradecido de poder compartir el fenómeno y el disfrute que se venía venir. Que vino.
Y montado en el azul y amarillo de la bandera norte europea y siendo un murcianico más, me dedique a seguirlos, a acompañarlos y a estar con ellos siempre y cuando me era posible. Los éxitos los disfrutaba como míos, los himnos que nos regalaban como si los hubiésemos escrito “ex aequo”, las venturas y desventuras familiares, como de colegas. Sí, era la época de Subterfuge, los inicios con Paco Neuman, los primeros picos de Jess, el nacimiento y desarrollo de una banda como la copa de un pino. Y el éxito llegó y arrasaron con todo, y este que les escribe se ha alegrado mucho, muchísimo de que así sea. Se lo merecen y se lo han currado.
A partir de ahí, vamos con el disco nuevo “Hecho en tiempos de paz” y que acaban de estrenar. El disco cuenta con once temas y con colaboraciones en tres de ellos. Dicen que es más difícil mantenerse que llegar y muchas veces se pone de manifiesto esta realidad. El disco resulta plano, con más celofán, papel charol y envoltorio que contenido. Las colaboraciones, salvo la de Hoonine, aportan poco o nada (Siloé directamente resta) y los acompañamientos musicales hacen que pierda mucho pulso y contundencia el sonido de la banda.
El sonido más crudo y directo de la banda siempre ha generado, para este que les escribe, más valor a la propuesta. De la misma manera, las letras, las guitarras y la producción más natural, que han sido signos de identidad de la banda, parecen diluirse entre vientos y otros efectos menos “rockeros”. No pierden la esencia, porque son muy buenos, pero si que han diluido la fórmula, la han “endulzado” y eso se nota en este caso para no mejor. Estoy seguro que van a ganar público y difusión, pero me gustaban más los “suecos planetas” que los “suecos maná”, aunque me merece el mayor de los respetos su decidida apuesta por una línea más “comprable” y para todos los públicos que la que apuntaban en sus primeros largos.