San Miguel Primavera Club 2010, un lujo de festival
Por 1 diciembre, 2010 17:550




Hace tres días echó el cierre el San Miguel Primavera Club 2010 con un gran éxito de público, 15.000 asistentes entre las dos ciudades. Nosotros acudimos a la ciudad de Barcelona.
Un año más, llega la cita más esperada de finales de otoño y principios del invierno, el San Miguel Primavera Club vuelve a desembarcar en nuestro país y durante 5 días las salas de Madrid y Barcelona se llenan de color y nos ofrecen propuestas nada usuales en nuestro circuito habitual.
Este año, la que ha sido la quinta edición del festival, se ha celebrado entre los días 24 y 28 de noviembre siguiendo con la misma fórmula que tanto éxito cosechó en ediciones anteriores: mismo cartel en ambas ciudades con la posibilidad de ver algunas de las bandas dos veces en cada una de ellas. En total, un centenar de actuaciones que no dejaron indiferente a nadie.
Miércoles 24 de noviembre de 2010


El festival arrancó el miércoles con unos grupos en parrilla bastante apetecibles. A las 19h llegamos al Apolo para cambiar pulseras y a las 19:30h estábamos en la sala principal dispuestos a ver a Cuchillo. Antes de empezar el concierto no conocía apenas nada de este grupo y la verdad es que me gustó bastante. Durante casi una hora, el dúo Barcelonés formado por Israel Marco (guitarra y voz) y Daniel Domínguez (batería y percusión) nos mostraron su folk psicodélico construido a base de loops de guitarra y armonías de voz, aderezado con percusiones y ritmos que dan forma a un resultado minimalista e intenso. Las canciones de su nuevo EP “Duat”, se mezclaron con las de su disco homónimo en un concierto perfecto para iniciar el festival.
Sin demasiado tiempo que perder, bajamos a La[2] para presenciar la primera de las dos actuaciones de Wild Nothing en la cuidad condal. Es la presentación del grupo en nuestro país y según las buenas críticas recibidas en diversas revistas especializadas estamos ante una de las actuaciones del festival. Aunque el grupo sale un poco frió al principio, poco a poco se van entonando y las canciones cada vez van cogiendo más cuerpo. Temas como “The Witching Tour”, “Chinatown” y “My Angel Lonely” van animando al público hasta llegar al final con el bombazo que es “Summer Holiday”, con la que acaban su concierto. Un bolo de menos a más que nos deja satisfechos pero al que le falta un poco de fuerza. Imagino que con el tiempo irán mejorando en este aspecto ya que tablas tienen un rato.
Salimos a cenar y volvemos a las 22h para ver en acción a los barceloneses Der Ventilador. No tenía pensado ir a verles ya que no les conocía pero el mismo día del concierto vi un “tubo” suyo que me sorprendió gratamente y decidí dar rienda suelta a mi curiosidad. Directo inquietante de guitarras afiladas y reverbs en la voz que nos sumergen en un ‘shoegaze noise’ que a ratos nos recuerda a grupos como Jesus & Mary Chain o A Place To Bury Strangers. Me hubiera gustado quedarme hasta el final, pero los horarios mandan y en mi agenda tenía marcado en rojo el concierto de Triángulo de Amor Bizarro.
Subimos de nuevo a la sala principal y empieza el concierto de los gallegos. Un sonido demasiado denso al principio no me permitió disfrutar de los instantes iniciales como me hubiera gustado. El alto volumen tapaba (aún más de lo habitual) las voces de Isabel Cea y Rodrigo Caamaño y las canciones se me hacían bola. Poco a poco el sonido fue mejorando hasta acabar en un nivel bastante decente con el que pudimos disfrutar perfectamente del grupo. Durante el tiempo que estuvieron encima del escenario sonaron algunos de sus temas como “El Himno de la Bala”, “¿Quiénes son los Curanderos?” con el público gritando fragmentos de la letra como “Portaos bien, hijos de puta, que Jesús os mira desde las alturas.” y su máximo pepinazo para mi gusto, “De la Democracia a la Criptocracia”. Directo enérgico que terminó con su canción “El Crimen: Cómo ocurre y cómo remediarlo” alargada hasta el máximo creando una barrera de sonido bestial que hizo las delicias de las primeras filas.
Con este concierto se ponía fin a una primera jornada donde se demostró que aunque los nombres no sean del todo conocidos (de eso trata el festival), la calidad de las propuestas rebosa por los cuatro costados.
Jueves 25 de noviembre de 2010
Después de una primera jornada bastante completa, volvemos al Apolo con ganas de más. Mi idea era hacer doblete con Wild Nothing y volver a verlos en Apolo, pero debido a que el concierto del día anterior no acabó de gustarme, fui directamente a las 21:30h para ver a Beach Fossils.


Empieza el concierto y la sala se va llenando. Nada más subirse al escenario ya se puede apreciar que son unos chavales jovencísimos, es su primera gira fuera de Estados Unidos y eso se nota un poco a la hora de tocar. Empiezan bastante movidos ante un público bastante frío y poco a poco van desgranando las canciones de su álbum homónimo de debut. Directo entretenido con una buena ejecución de los temas, aunque quizás se hacen un poco repetitivos. Como momentos más destacables, su canción “Golden Age”, una de las mejores del disco para mi gusto y el final de concierto donde se pudieron ver algunos pogos en las primeras filas.
Una vez acabado el concierto de los chicos de Brooklyn, bajamos a La[2] para coger sitio para ver a Jaill, uno de los grupos más apetecibles del día y la sala esta a reventar. Aunque no han inventado nada, su disco “That’s How We Burn” entra a las mil maravillas y el directo sigue la misma premisa. Concierto divertido que consiguió arrancar unos cuantos bailes a los allí presentes y dejar al público satisfecho con su actuación.
Como el concierto no duró más de 40 minutos decidí subir al Apolo a ver el final de la actuación de Dam-Funk & Master Blazter. Concierto funk con el público muy animado y los artistas muy activos y habladores. Como curiosidad, uno de los integrantes sacó una bufanda del F.C. Barcelona haciendo un pequeño guiño al clásico que se jugaría días después consiguiendo los aplausos del público. Desconocemos si al día siguiente haría lo mismo en Madrid pero con la bufanda contraria.
Viernes 26 de noviembre de 2010
Por fin llega el viernes y con ello, la parte más atractiva del festival. La jornada laboral se hace más corta esos días y eso me permite estar a las 17h en el Marula Café para ver a Guadalupe Plata y Screaming Females. Llegué a la sala un poco antes y aún estaba bastante vacía. El Marula Café es una pequeña sala de conciertos de la calle escudellers que ha cogido el relevo de otras como Sidecar o Jamboree que fueron las elegidas para cubrir las actuaciones en ediciones anteriores. En general la sala esta muy bien, buen sonido, bastante espaciosa, aunque tiene un pequeño problema, tiene dos columnas enfrente del escenario que dificultan la visión desde algunos puntos. Viendo esto, me posicioné bien para ver a los andaluces y con un pelín de retraso empezaron su actuación.


Nada más salir al escenario, primera sorpresa, el bajista saca un instrumento muy peculiar que hace las funciones de bajo y que consta de un cubo, con un palo y una cuerda atada a un extremo. Durante más de medio concierto usó ese instrumento que sonaba realmente bien para lo casero que parecía. Empezaron tocando del tirón “I’d Rather be a Devil”, “En Este Cementerio” y “500 Mujeres”, tres de sus temas más reconocidos. Con eso tuvieron bastante para atrapar a un público excitado que cayó en sus redes basadas en un blues primitivo y enérgico a partes iguales. La guitarra de Pedro de Dios, cantante y guitarrista del grupo, tomó el control de la sala y nos regaló una verdadera exhibición que será recordada por los allí presentes.
A partir de ese momento el concierto fue subiendo de decibelios y sonaron canciones como “Gatito”, “Jesús esta Llorando” o “Como una Serpiente”. La gente cada vez estaba más animada y cantaba con energía las letras de las canciones, bastante curiosas en general. Durante la hora y cuarto que duró el concierto (el más largo de todos a los que he asistido durante el festival), Pedro de Dios tuvo tiempo de romper 2 cuerdas de la guitarra, las cuales fueron cambiadas al instante entre canción y canción. Para acabar sonaron “Lorena” y “Baby me Vuelves Loco” para poner el broche final a una gran actuación que dejó muy buen sabor de boca entre el público.
Acaba y salimos fuera a tomar algo. Debido a la larga duración del concierto anterior y la puntualidad que en general han tenido todas las actuaciones, entramos a la sala con el concierto de Screaming Females recién empezado. Eso no sería demasiado problema si no fuera por las columnas que antes comentaba, la sala estaba bastante llena y me tocó ponerme en una posición menos privilegiada que la anterior desde la que no alcanzaba a ver a la guitarrista, vestida de colegiala para la ocasión. Desde el principio el grupo salió muy animado y a base de guitarrazos, gritos y baterías descontroladas fue animando a un público que sabía que había acertado yendo al Marula Café esa tarde. Dos actuaciones de mucho nivel que nos dejaron una sonrisa de oreja a oreja.
Seguimos para bingo y el turno ahora es para Tamaryn, que tocan a las 21h en la sala Apolo2. El dúo de San Francisco (aunque en directo usan más efectivos para poder desplegar en directo todos los arreglos que graban en el estudio) tiene una estética tétrica, que nos recuerda un poco a The Horrors. Vestidos de negro y con el escenario medio en penumbra empiezan su show con el que nos presentan su disco debut “The Waves”, el cual les ha traído muy buenas críticas. Empieza el concierto y desde el principio la sensualidad de la cantante invade el escenario. Es difícil prestar atención a los demás integrantes del grupo ya que sus movimientos suaves y delicados sumados a su voz crean un efecto hipnotizante del que es difícil escapar. Durante los 40 minutos que duró el concierto, sonaron las diferentes canciones del disco siendo las mas destacadas “Love Fade”, “The Waves” tema que da nombre al disco y “Drawning”, el momento más emotivo y aplaudido por el público. Buen concierto que habría sido perfecto si el sonido hubiera acompañado un poco más ya que la voz de la cantante se veía tapada en varios momentos por la batería y la guitarra.


El siguiente grupo de mi agenda era Teenage Fanclub, mítica banda de pop de los 90 y uno de los claros referentes del cartel de esta edición. Antes del inicio de su actuación ya se podía apreciar la gran afluencia de público que iba acudiendo al Apolo y cuando a las 23h me decidí a entrar ya ví que eso iba a ser un infierno. Gente y más gente dispuesta a disfrutar de los escoceses hizo que aquello pareciera una lata de sardinas. El concierto empieza y después de un par de temas decido que para vivirlo así, prefiero quedarme con el recuerdo del concierto que dieron en este mismo festival en 2006 y me doy un respiro hasta que empieza Male Bonding.
A las 1:15h y con la sala algo más vacía (menos mal), se inicia la parte más gamberra de la noche. Desde el inicio del concierto de Male Bonding hasta la conclusión del concierto de Wavves, solo recuerdo bailar como un poseso y darlo todo al son de la música electrizante de ambas formaciones. El público entregadísimo en ambos conciertos no paró de botar y hacer pogos en las primeras filas. Más de uno seguro que se fue magullado para casa. Una noche que me dejó una bendita sensación de déjà vu con la vivida el año anterior en Apolo con Neon Indian y Wave Machines.
Para acabar, sesión de temazos de Dj Coco donde pudimos escuchar desde Iggy Pop, Arcade Fire o Pixies hasta Bad Religión, Nofx o The Cure. Con esto pusimos el broche de oro a una gran jornada de conciertos sabiendo (y esto es lo mejor de todo) que aún quedaban dos días más de festival. ¡Bendito Primavera!
Sábado 27 de noviembre de 2010


Después de un viernes repleto de conciertos, decidí darme un respiro y acudir directamente a las 20:30h a la sala Bikini para ver a The Jim Jones Revue. Su rock clásico y primigenio bebe de influencias como Little Richard, Chuck Berry o los primeros Beatles, así que con esa premisa decidí acercarme a chafardear un rato. Empiezan y rápidamente nos sorprende el virtuosismo de sus integrantes, sobretodo por parte del teclista y del batería; El cantante tampoco se queda atrás, su voz desgarrada y su amplio registro vocal dan un toque muy característico al conjunto. Aunque el grupo se esforzó en animar al público al más puro estilo del rockstar sesentero, la pronta hora de actuación y el hecho de “telonear” a Holy Fuck no jugó a su favor.
Acaba y llega uno de los momentos más esperados de la noche, Holy Fuck están apunto de iniciar el primero de sus dos conciertos en la cuidad condal y la expectación es máxima. Mucho se habló cuando salieron los horarios que quizás una hora más tardía le hubiera sentado mejor a un grupo de estas características (quién no recuerda la invasión de escenario en el Primavera Sound 2008). Después de verlos en acción, esta sensación se acrecenta y nos hace pensar en lo que pudo ser y no fue. Aún así, muy buen concierto de los canadienses que saben exprimir perfectamente sus temazos y dar al público lo que quiere, es decir, mucha caña.
Salimos de la Sala Bikini y nos dirigimos hacía el Apolo para volver a ver a Wavves. Como la actuación de los americanos no empieza hasta la 1:30h, nos refugiamos en un bar cercano para cenar y beber un poco. El bolo del día anterior fue una locura y como La[2] no destaca precisamente por su amplitud, decidimos entrar con tiempo para ocupar las primeras filas. Sin demasiado retraso, empieza el concierto y el caos se adueña de la sala, los pogos hacen acto de presencia mientras el grupo va tirando de temazos como “Super Soaker”, “Take on the Word” o “Post Acid”. Poco a poco el nivel de adrenalina va subiendo y se empiezan a ver los primeros espontáneos que se suben al escenario y se tiran al público para hacer crowd surfing en plan rockstars.


Los temazos siguen y siguen y el goteo de espontáneos es cada vez mayor, algunos incluso son empujados con el pie por el cantante en un claro tono simpático. Empieza a sonar “Idiot” y ahora el que se tira al público es el cantante que mientras es llevado en volandas no deja de aporrear su guitarra como un poseso. El ambiente esta ya muy caldeado y para acabar de rematarlo empieza a sonar “King of the Beach”, la gente enloquece y varios de ellos se suben al escenario otra vez mientras el grupo sigue tocando. El concierto acaba cuando uno de los espontáneos es empujado sobre el guitarra, que sin poder evitarlo cae encima de la batería y la desmonta por completo. En ese momento y con la canción a medias, se acaba un espectáculo bestial que deja satisfechos a todos los allí presentes. Seguramente uno de los bolos más salvajes que he presenciado en la sala Apolo2.
Después de semejante brutalidad, subimos al Apolo esperando continuar con la fiesta. Empiezan Los Massieras y con ellos se va cualquier esperanza de conseguirlo, quién tuviera ahora a Holy Fuck. El resto de la noche lo pasamos entre las dos salas disfrutando de las sesiones de Graham y Dj Fra.
Domingo 28 de noviembre de 2010


Como todo lo bueno se acaba, volvemos a Apolo para encarar la última jornada del festival. Los elegidos para abrir boca son The Rural Alberta Advantage, que tocan a las 20h en la sala principal. Aunque estamos en domingo de elecciones, la asistencia de público es más que aceptable. No conocía nada de este grupo y la verdad es que me pareció un concierto bastante entretenido. Sin parecerme algo espectacular, las canciones de su disco “Hometowns”, su único álbum hasta la fecha, se dejan escuchar y a través de sus melodías pop consiguieron conectar con un público que empezó algo frío pero que acabó ovacionando a los de Toronto. Destacar sobretodo el conciertazo que se marcó el batería, dándolo todo canción tras canción.
A las 22h es el turno de Zola Jesus, así que acudo a La[2] para presenciar en primera persona si las buenas sensaciones que me produce su disco “Stridulum II” se traspasan al directo. Nada más empezar primera en la frente, ni rastro de la batería. Sonidos pregrabados y en el escenario solo ella y un acompañante que llevaba los mandos de lo que parecía ser un sinte y un teclado desde el que iba lanzando las diferentes partes rítmicas de la canción. La voz de Nika Roza Danilova es una delicia y las canciones suenan bien pero la verdad es que la pobre escenificación hizo que el concierto pasase sin pena ni gloria. El público no parecía estar demasiado de acuerdo conmigo ya que al final del show despidieron a la artista con una sonora ovación. Como momentos a destacar me quedo con sus temas “Stridulum” y “Sea Talk”, mis dos canciones favoritas del disco. Espero que la próxima vez que la vea, arriesgue un poco más y haga un directo más completo.


Y si me quejo de poco riesgo, los siguientes son los reyes en ese ámbito. Holy Fuck son la antítesis de lo antes expuesto, tienen un directo demoledor en el que todo lo que suena se crea en tiempo real. Después de la actuación del sábado en Bikini, tenía ganas de seguir disfrutando de ese orgasmo continuo que crean a través de sus “juguetitos” y lo que no me esperaba es que su actuación del domingo superaría la vista el día anterior. Setlists bastante parecido desgranando las canciones de su último disco “Latin” mezclándolas con otras de antiguas. Temazos como “Red Lights”, “Stay Lit”, “Royal Gregory” o “Lovelly Allen” (canción con la que volvieron a acabar su concierto) aún retumban en mi cabeza. Ver a todo el Apolo botando como animales al final del concierto es un recuerdo que tardara en borrarse de mi cabeza.
Se encienden las luces y se acaba el festival. Aunque en un principio con el cartel en la mano pensaba que este año no podría igualar la edición de 2009, a toro pasado solo se me ocurre una frase para describir lo que siento: Lo han vuelto a hacer. Próxima parada, Primavera Sound 2011.