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Y en el principio, era el caos

Por Enrique Valverde 1

Eduard Tuset

El pasado viernes 24 de julio tuvimos la suerte de asistir al que posiblemente fue el concierto del verano en la capital. Y no era para menos, ya que los californianos Neurosis, una de las bandas de sludge-doom más importantes e influyentes de los últimos tiempos, volvían a Madrid después de nada menos que ¡11 años! acompañados por la mítica banda de stoner rock, Karma to Burn.

Los de West Virginia, que además acudían a la cita presentando nuevo disco “V” (Napalm Records, 2011) dieron buena cuenta de su tremendo directo. El poderoso trío formado por William Mecum a la guitarra, Rich Mullins al bajo, y Rob Oswald a la batería ofrecieron un espectáculo absolutamente arrollador y sin concesiones, intensísimo, y pese a no disponer de demasiado tiempo hicieron menear la cabeza al público que empezaba a llenar una Rock Kitchen con el cartel de no hay billetes desde horas previas al concierto.

Setlist de Karma to Burn

Un directo impecable, que comenzó como un auténtico ciclón, ‘19’, el primer corte de su LP ‘Almost Heathen’ (2001) y a partir de ahí una sucesión del mejor Stoner Rock Instrumental que puede verse a día de hoy, una orgía guitarrera y llena de energía en la que no faltaron temas como ‘47’, primer tema de su último disco, y que acabó con dos de sus temas más conocidos ‘28’ y ‘20’, éste último todo un temazo, del que pudimos ver hace poco un curioso video musical con motivo de del lanzamiento de su DVD ‘Live 2009 – Reunion Tour’. Una pasada de concierto que, durante una hora de rock en estado puro, hizo las delicias de los allí presentes y nos sumergió de lleno en el desierto en el que empezaba a transformarse la Rock Kitchen.

Y es que la temperatura subía literalmente varios grados para recibir a Neurosis, que por petición expresa habían cortado el aire acondicionado de la sala, convirtiendo aquello en un auténtico hervidero, denso e incómodo, al igual que su música.

Lo pasamos mal, algunos muy mal hasta el punto de tener que abandonar las primeras filas en busca de oxígeno a mitad del concierto. Fue una auténtica putada, a la postre, tan injusta como necesaria. A mí particularmente me ha costado digerir y entender más de una semana lo que ocurrió aquella noche. Porque Neurosis no es una banda al uso, y con el precio de la entrada no se incluye solo la música, sino también los visuales de Josh Graham (Red Sparrowes, A Storm of Light…), espectaculares durante todo el concierto, y el ambiente. Estoy seguro que si tuvieran la posibilidad, vendrían siempre acompañados por las performances e instalaciones de su proyecto paralelo Tribes of Neurot.

El quinteto, liderado por un siempre malhumorado Scott Kelly y secundado por un enigmático Steve Von Till, ha sabido recrear un universo paralelo donde habitan sus fantasmas, y a lo largo de casi 2 horas de concierto, son capaces de contarte una terrorífica historia, donde vísceras, seres infernales, ríos de lava y destrucción se entremezclan para dar lugar a un espectáculo único que acaba por trastornarte profundamente. Si no te gusta… eres libre de marcharte por donde has venido.

Bajo estas condiciones tan especiales, empezaron a sonar los primeros acordes de ‘Locust Star’, quizás unas de las canciones más preciosas y desgarradoras jamás escrita, perteneciente a su quinto álbum de estudio ‘Through Silver in Blood’ (1996), uno de los discos más influyentes de los últimos 20 años.

Eduard Tuset

Los alrededor de 900 asistentes que nos dimos cita en la Rock Kitchen aquella noche pudimos comprobar como Scott Kelly y Steve Von Till a las guitarras y voces, Dave Edwardson al bajo, el batería Jason Roeder y Noah Landis a los sintetizadores y samplers, forman una de las maquinarias mejor engrasadas jamás vista, en la que voces melancólicas y viscerales, atmosferas sombrías, y baterías tan pesadas como desoladoras se combinan a la perfección, recreando una atmósfera que es capaz de transportarte al principio de los días. No obstante, 26 años juntos girando por todo el mundo y 9 LP’S, son un legado más que suficiente para justificar una trayectoria asombrosa, y que además se hace más que patente en directo. El sonido de la sala, del que todo el mundo temía fuera un lastre para este concierto, estuvo a la altura, y es que la experiencia es grado.

‘Given to the Rising’, de su disco homónimo (2007) hasta la fecha su último larga duración, nos sumergía de lleno en el universo Neurosis, con un inconfundible y demoledor riff de guitarra, una atmosfera inquietante y una voz, la voz de Scott Kelly, sombría y fantasmal. Una obra maestra, que en directo todavía lo es más.

Otros temas, como ‘Belief’ , ‘End of the Harvest’, o ‘At the End of the Road’ (interpretada por Stive Von Till) y pertenecientes todas ellas al genial ‘Times of Grace’(1999), sirvieron para dar un repaso general a uno de los discos más relevantes del quinteto. Se echó de menos algún tema del ‘A Sun That Never Set’, como ‘The Tide’ o ‘From the Hill’ que nunca deberían faltar en el repertorio de esta genial banda. No obstante, nos obsequiaron con dos temas inéditos de su próximo álbum, ‘At The Well’, interpreta por Von Till y ‘Killing Elk’.

El concierto terminó de manera acertadísima, con una intensa y devastadora ‘Through Silver in Blood’ y con Steve Von Till y Scott Kelly a la percusión, redondeando los 90 minutos más oscuros, densos e increíbles del verano. En resumen, todo un lujo poder ver en directo a una banda de este calibre, una experiencia inolvidable, un mal rato delicioso que repetiría cada semana sin pensármelo dos veces.

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