Este Marearock Festival 2017 ha vuelto a cumplir. Dentro de sus errores, la edición ha cumplido, y hemos vuelto a casa con ganas de ver qué tienen preparado para el 2018
MIÉRCOLES
Llegamos al festival y… primeras decepciones. En primer lugar, porque la zona de acampada con sombra se llenó muy pronto, y mucha gente se vio obligada a acampar en el pabellón, sitio donde hizo bastante calor los días de festival.
En segundo lugar, los conciertos del día se suspendieron por unos problemas con las licencias. Aquí sí hay que felicitar a la organización por un gran acierto: programar los conciertos suspendidos para los siguientes días.
JUEVES TARDE
Aquí empezaba el Marearock Festival 2017 de verdad. Después de una mañana tranquila en la piscina de Torrellano (puntazo) los conciertos comenzaban a las 18 con Pupil·les. Rap feminista muy potente, que poco a poco se ha ido haciendo su hueco a través de temas como Les Silenciades o No Vull Dormir. Suenan muy bien en directo, y espero que poco a poco sigan creciendo.
Es muy triste que el concierto de Sara Hebe vaya a ser recordado por la bochornosa y machista actuación de un espectador. La situación es esta: el sujeto lanza a la artista una botella de agua. En este instante la rapera argentina demuestra que temas como Tuve que quemar o Lujo Popular no son solo letras feministas, sino que también es actitud y acción. Así, bajó corriendo del escenario para echarle la bronca y que fuese expulsado del festival.


Siempre hay un grupo que es sacrificado, y este día fue VaDeBo. Así, salí a cenar, y sin darme cuenta ya estaba en la F.R.A.C. y luego en Los de Marras. Los andaluces tienen todo mi respeto desde hace años, gracias a temas como Por la gracia de Dub o Sin Acritú.
Sobre los valencianos, felicitarlos por su nuevo disco una vez más. Destacan mucho temas como Vivir es +, Poeta, o Perdido. Ya en directo, siguen sonando con mucha potencia (en parte por la cantidad de guitarras) y no olvidan temas como la emotiva A tu vera o la fiestera Hoy.
JUEVES NOCHE
Lendakaris Muertos fueron otro de los aciertos del festival. Desde su intro con el himno de la extinta URSS hasta el final, bolazo. El Último Txakurra, Drogopropulsado, Héroes, Arnaldo Schwarzenegger… Urrusolo Sistiaga I/II, Eta deja alguna discoteca… Oso Panda, y muchas más. Lo positivo de que sus temas duren minuto y medio es que oímos muchos. Y disfrutamos. También disfrutamos mucho.
Aspencat está dejando los escenarios (por un tiempo), y los echaremos de menos. La formación valenciana trajo consigo muchas ganas de fiesta, empezando con temas como Musica naix de la Ràbia, para ir haciendo sonar temas de todos sus discos. Desde recientes como Som Moviment o Vull Brindar, a canciones del disco Essència (La Distància, En els teus Ulls). Naixen Primaveres también hizo acto de presencia junto a la emotiva L’últim Segon. Y así, hasta cerrar con Quan Caminàvem.


Tocaba bailar ska, y ¿quién si no Juantxo Skalari para ello? Sus conciertos son una fiesta, sus músicos lo saben, y disfrutan. Vientos uniformados, guitarras y bajo preparados, batería esperando a comenzar… Y llegó Juantxo. Solo Vivir, Puto Alcohol, Vodka Revolution, Todos los Hinchas, donde el público se vino arriba… El grupo nació para hacernos bailar ska, y lo siguen logrando a día de hoy. Un pequeño parón, y a seguir con temas como Jaia o Jose República. La pena es que todo lo bueno se acaba, y con un cierre con la coreada Despídeme, la banda decía adiós a este MareaRock.
VIERNES TARDE
Otra mañana en las piscinas. Calor insufrible, pero seguíamos en el recinto de la IFA sin modo de escapar.
Escuchamos a Gritando en Silencio desde el césped del recinto, disfrutando cual niño pequeño, y aplaudiendo la valentía de la gente que estaba al sol. Sons of Aguirre, más allá de alguna de las canciones que tienen (como Los Chikos del FMI, o HSM) no me llaman en exceso.
EUKZ, en cambio, si gustan. Aunque debemos valorar que la edad empieza a pesar, y la primera parte de concierto fue muy dura y larga. En cambio, la segunda se desarrolló de temazo en temazo: Soldadito Español, Vis a vis, Canto, Tú me vicias, Tus bragas… El legado que dejará esta banda es grande, habiendo marcado varias generaciones. Pero mientras puedan, que sigan tocando y haciendo disfrutar.
VIERNES NOCHE
El plato fuerte ya estaba aquí: Riot Propaganda. La intensidad con la que sale al escenario a tocar la Banda del Crimen es enorme. Conjuntados en todos los aspectos, los grandes temas fueron llegando poco a poco: El miedo va a cambiar de bando, Plata o Plomo, Hasta la victoria siempre… Una guitarra acústica para Cambiarlo Todo, y un enorme Wall of Death para La Huelga. Conocen sus puntos fuertes de sobra, y saben cómo hacer que todo un festival salte a ritmo de funk (colabo de Día Sexto incluida) con Danzad Malditos. Así, más y más temas, recordando alguno de Los Chikos del Maíz, y aprovechando el momento también para recordar la extraña muerte de Miguel Blesa.


Kaos Urbano fue la hora de cenar y beber algo. De ahí, a Mafalda. Nueva intro, y salto rápido para tocar Agua Negra. Los temas se fueron sucedieron poco a poco, y es que el reggaecore de la banda valenciana ha evolucionado bastante, y en cada concierto logra más adeptos: Su Ley, Bam Bam, Asumiendo todo el Miedo, Nuberu… Muchos temas entre los que pudimos escuchar un discurso feminista, abogando por hacer de su concierto un espacio seguro para las mujeres y personas trans. Pogo no mixto durante En Guerra, y pronto llegaría el cierre de concierto con su versión de Kristal Kolpatuak para el Hatortxu Rock (que se celebra estos días) y La Llorona
La noche la cerró Tremenda Jauría, comenzando su concierto bajo el grito “Viva el Reggaeton y el Trap” contestando a cierto beef a esos géneros por parte de otro grupo.
Este grupo de Madrid, basado en la cumbia, es una continua fiesta, y con temas como Tu no eres mi papi, Con Tol Deskaro, Flow Partisano, o Madrid a Quemarropa animan a todo el público a bailar. Y con razón
SÁBADO TARDE
Último día en la piscina. De ahí, estuvimos en los conciertos de la joven banda Alkayata y los más que veteranos Maniática. A los primeros, les deseamos lo mejor, y que continúen creciendo. Sobe los segundos, ojalá no se retiren nunca, o al menos, mientras sigan sonando bien.


A partir de aquí empezaba la fiesta. El Noi del Sucre llegó con sus discursos anarquistas, y acompañado de temas como A mi manera, Ni Dios ni Amo, y muchos más. Suena muy bien en directo, y su concierto fue un pogo constante (sí, hasta en sus mencionados discursos o entre canciones, algo que no está nada bien). Más canciones como Resistiré o Que se vayan fueron la antesala de lo que venía…
Non Servium. Si de algo no se puede acusar a la banda de Móstoles, es de no dejarse la piel. 20 años en la carretera, y siguen dándolo todo en cada concierto, aún siendo un grupo más que consolidado y querido. Así, intentan que las nuevas canciones ganen terreno en sus directos, pero el público quiere lo que quiere. Y en los festivales, cualquiera es feliz escuchando temas como El Espiritu del Oi! o A.C.A.B. y viendo como las bengalas rojas tan características sobrevuelan al público.
SÁBADO NOCHE
Y si Non Servium dio un gran bolo, Soziedad Alkoholika merece mención aparte. La banda es cada día más cercana al metal ¿El culpable? Ese terrorífico doble bombo en el que su batería se defiende tan bien. No duda en hacer sonar sus nuevas canciones (Causas Podridas, Sistema Antisocial, No Olvidamos, 3 de marzo) junto a ya viejos himnos. Así, sonaron Ratas, Mótxalo, Política Del Miedo, S.H.A.K.T.A.L.E. o la final Nos Vimos En Berlín. No solo sorprenden porque cada vez atraen a un público mayor si no que han logrado depurar poco a poco su sonido. Su propuesta es cada vez más atractiva para la -poca- gente que no los ha escuchado nunca.


A pocas horas del cierre de este Marearock Festival, faltaba por tocar Desakato. Y considerar que los asturianos dieron el mejor bolo del festival se queda corto. Pepo, voz gutural del grupo, es cada día mejor frontman, pasando sus conciertos entre el público. Y si le sumamos la potencia del resto, nos quedan actuaciones muy bestias. Canciones más recientes como Tiempo de Cobardes, Animales Hambrientos o Columnas de Humo, suenan junto a temas como La Tormenta, Panico en Frankfurt, Cuando salga el Sol, o Cada Vez. Todo esto mientras animan al público a disfrutar de su característico Punk-Rock abriendo pogos y circle pits.
Y el último concierto del festival debía ser de Piperrak. Así nos despedimos, bailando a ritmo de Kualkier Dia (la original, sí) o Gora Sartaguda. Aunque han perdido mucha calidad con el paso del tiempo, movieron a gran parte del público, y para la dolorosa hora que tenían, tiene su mérito.
CONCLUSIONES
Marearock Festival 2017 ha sido un buen festival. Sin embargo, hay bastantes aspectos que deben mejorar de cara a futuras ediciones. El recinto no escapa de crítica, tanto la acampada sombra exterior como el polideportivo sin aire. Además, se notó cierta dejadez respecto al punto violeta. Es una gran iniciativa, pero una cosa es dotar de autonomía a ese espacio (permitiendo que las personas que lo componen tengan derecho a veto, por ejemplo) y otra muy diferente es que los diferentes colectivos feministas deban apañarse como puedan.
Luego encontramos el problema de la limpieza. Sí, los propios asistentes podemos ser personas bastante guarras y poco concienciadas en este aspecto. Pero faltaron basuras. Y no hablemos ya de los baños y duchas, que quedaron prácticamente inútiles a partir del viernes (e incluso antes)


Pero no todo es negativo: el recinto de conciertos cumplió, y los precios en las barras siguen sin dispararse. No hubo grandes colas, y la seguridad actuó bien cuando debía hacerlo
En definitiva: mucho que mejorar en el futuro, pero este Marearock Festival 2017 ha cumplido.