El Low Festival se consolida como uno de los grandes festivales del panorama nacional. La undécima edición echa el cierre con la satisfacción de conseguir un absoluto sold out rozando los 75000 asistentes y una jornada dominical para el recuerdo.
VIERNES
El primer día (27 de julio) el festival abría sus puertas con algo de lluvia y mucha humedad para recibir a Mucho que nos presentaba ¿Hay alguien en casa?, su último trabajo como proyecto unipersonal. Martí Perarnau (Mucho) volvía a subirse horas después al escenario Benidorm para acompañar a Zahara en su directo. Alternando canciones de su último trabajo Astronauta con ya éxitos como “El Deshielo” o “Caída libre”, Zahara puede presumir de tener un público fiel que se entrega hasta el último acorde de “Hoy la bestia cena en casa” con coreogragía incluida.
Dorian, otro de los grupos asiduos a este festival, convirtieron el escenario “Vibra Mahou” en un macro karaoke. Los catalanes han dado con la fórmula mágica, y aunque sus canciones hayan sonado hasta la saciedad, y a juzgar por lo vivido, parece que sigue habiendo ganas de que siga sonando “A cualquier otra parte”.
Llegó el turno para los Foals, una de las bandas más esperadas, que abrió con “Mountains at my gates” y se ganó a los asistentes. Yannis Philipakkis se entregó totalmente al show ante un Low muy agradecido, y desde aquí destacar el trabajo de los visuales que acompañaban el directo. Los de Oxford daban el relevo al cuarteto londinense Bastille, que con una sofisticada puesta en escena, pusieron patas arriba el estadio Guillermo del Amor. No faltaron sus hits “Bad blood” o “Laura Palmer”.


SÁBADO
El sábado estuvo marcado por el concierto de New Order como eje principal de la jornada. La banda británica, a punto de cumplir el 40 aniversario del grupo, salió al escenario Vibra Mahou ante un público expectante y muy entregado que deseaba que sonaran temas como “Subculture”, “Perfect Kiss” o “Blue Monday”. Una electrónica nostálgica que no pierde fuerza y aún sigue despertando emoción.
Viva Suecia fue uno de los grandes nombres de la jornada a nivel nacional. Los murcianos son uno de los conjuntos más potentes de la escena patria y así lo demostraron hilando éxito tras éxito de su pop/rock indie. “Hoy empieza todo”, “A donde ir” o “Bien por ti” no pudieron faltar en su enérgico directo ante una sorprendente legión de fans, que no suficiente con el concierto, lucían su respectiva camiseta molona de la banda. De Murcia a Murcia y tiro por que me toca. Second desfiló unas horas después demostrando que los años pasan, nacen nuevas bandas, pero ellos se siguen manteniendo sólidos dentro de la escena musical. Sonaron canciones de su último trabajo Anillos y Raíces, junto con éxitos del grupo como “Rincón esquisto” o “Rodamos”.
Una de las apuestas nacionales más interesantes de la jornada, aunque congregase a menor número de público, fue la de Xoel López. Acompañado por una banda exquisita entre la que estaba Alice Wonder (actuó en solitario a primera hora de la tarde) dio una lección del buen hacer musical, que se alejaba del guitarreo eléctrico que llevábamos escuchando durante toda la noche, para presentarnos una propuesta con una cierta sofisticación rítmica y melódica. A través de percusiones, coros, armónica y teclados deleitó con joyitas como “Jaguar” o “A Serea e o Mariñeiro”. También tuvo momento para recordar su anterior etapa como Deluxe con “Que No”.
El colofón de la noche también tenía procedencia murciana, para variar. Los Varry Brava saltaban a las tres de la madrugada aproximadamente para hacer mover el esqueleto a todo bicho viviente. Con su propuesta hortera-fiestera, la banda sabe lo que es pasárselo bien y hacer disfrutar al público que no se pudo resistir a corear “No Gires” o “La Ruta del amor”. Un muy buen broche para finalizar una potente jornada.


DOMINGO
Podemos decir que esta edición del Low Festival ha ido progresivamente en ascenso. El domingo, fue la jornada a la que más gente congregó, y es que al final al público “lower” le tira lo que le tira. Fangoria, era uno de los grandes reclamos de la noche. Por mucho que sepas lo que vas a ver y a escuchar te vuelve a atrapar. Alaska y Canut saben reinventarse entre gira y gira, apostando por un show global que se apoya en visuales, cambios de vestuario y cuerpo de baile para que la fiesta sea continua durante la hora y poco de su directo. Mezclaron temas de Extrapolaciones y dos preguntas (2019) con ya himnos que pasaran a la historia.
Vetusta Morla fue el gran plato fuerte de la noche. Era su sexta vez en el Low y su directo sigue superándose. Con una fuerza y energía que deja sin aliento, los madrileños pueden presumir de su exquisita apuesta sonora. No hay detalle que se les escape y eso se nota. Es muy gozoso poder escuchar “Consejo de Sabios”, “Copenhague” o “Valiente” en directo, y eso el público lo sabe y lo aplaude. Destacar el magnífico medley que se marcaron con las canciones más representativos de las bandas nacionales que actuaron en esta edición del Low.
El grupo revelación del momento también tuvo cabida en la jornada del domingo. Los Carolina Durante se han hecho en muy poco tiempo un gran hueco en el panorama nacional, y no es para menos, a juzgar por la legión de seguidores que congregan en sus directos. “Las Canciones de Juanita” o “Joder no sé” ha calado en los corazoncitos de su público milenial al que se le agregan algunos curiosos y curiosas que solo desean que suene “Cayetano”.
El broche de esta edición lo puso La Casa Azul que a golpe de electropop puso patas arriba el escenario grande del festival. El catalán, con poca fe en la asistencia de público, estaba gratamente sorprendido por la multitud que se congregó para ver su propuesta; una de las más cuidadas y con más coherencia de todo el Low. Apoyado por unos excelentes visuales que aportaban algo más a lo musical (no suele pasar). Guille Milkyway, acompañado por cuatro músicos, puede suplir su justa voz para el directo, con todo lo demás. “La Revolución Sexual” unió a todos los presentes para finalizar por las alturas con “Nunca Nadie Pudo Volar”.

